Violencia sexual

Dominique Pelicot, condenado a 20 años por sedar y violar a Gisèle junto a más de 50 hombres

El principal acusado ha sido sentenciado a la pena máxima, mientras que el resto de acusados han sido condenados a entre 3 y 15 años de cárcel, por debajo de la petición fiscal

Sentencia del caso Gisèle Pelicot, en directo: última hora del veredicto y las penas

Multimedia | Retrato de los 51 agresores del caso Pelicot y reconstrucción del escándalo

Dominique Pelicot, condenado a 20 años por las violaciones a su exmujer, Gisèle Pelicot

VÍDEO: EFE / FOTO: REUTERS

Leticia Fuentes

Leticia Fuentes

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Dominique Pelicot, el hombre que sedó a su mujer, Gisèle, durante una década para que fuera violada en su propia cama por desconocidos a quienes contactaba a través de internet, ha sido condenado este jueves a 20 años de cárcel, la pena máxima. El resto de acusados han sido sentenciados a penas de entre tres y 15 años, significativamente inferiores a las peticiones fiscales, en una sentencia que ha levantado polvareda por estas bajas condenas pero que la víctima, convertida ya en heroína global, ha acatado con gesto tranquilo y generosidad. "No me arrepiento de haber dado la cara, he librado esta batalla por mis hijos y mis nueras –ha dicho en alusión al gesto que hizo acuñar el lema "que la vergüenza cambie de bando"–. Confío en que en adelante hombres y mujeres puedan vivir en armonía”. De la Asamblea Francesa al activismo, una ola de solidaridad con Gisèle ha recorrido el mundo.

Pasadas las nueve y media de la mañana, Dominique ha sido condenado por violación agravada y sedación química. De hecho, ha sido sentenciado por todos los cargos de los que se le acusaba. Al oír el fallo por parte del presidente del Tribunal de Aviñón, Roger Arata, ha bajado la cabeza y ha asumido la condena en silencio.

Más allá de la violación agravada, también ha sido condenado por grabar las agresiones sexuales, por las fotografías de su hija, Caroline, semidesnuda, y sus nueras encontradas en su ordenador, y por intento de violación de la esposa de su "discípulo", Jean-Pierre Marechal.

Libertad para seis condenados

El resto de los 50 acusados, los hombres que acudieron a su domicilio y siguieron las indicaciones de Dominique –aparcar a una distancia prudencial, desnudarse fuera de la habitación y calentarse las manos para no despertar a Gisèle de su estado–, han sido condenados en función de los hechos, su reconocimiento, antecedentes y reinserción. De hecho, seis de los agresores saldrán en libertad, a pesar de haber sido declarados culpables, ya que han cumplido penas en prisión provisional durante estos cuatro años que ha durado la investigación y los posteriores cuatro meses que se ha alargado el juicio.

“El señor Pelicot ha tomado nota de esta decisión y vamos a aprovechar el plazo de 10 días que se nos ha concedido para ver si apelamos", ha explicado la abogada de Dominique, Beatrice Zavarro. Los condenados pueden iniciar un procedimiento de apelación hasta el 29 de diciembre.

Aunque en el banquillo de los acusados se hayan sentado 51 hombres, la policía de Carpentras llegó a identificar a más de 80 hombres en los más de 20.000 archivos que guardaba Dominique en sus dispositivos. Imágenes y vídeos perfectamente ordenados y titulados con el nombre de los agresores, la fecha y las veces que habían violado a Gisèle. 

Decepción con las sentencias

La decepción durante la lectura de las sentencias ha llegado pronto a la Sala Voltaire. El segundo de los acusados, apodado "el discípulo" por seguir el mismo modus operandi de Dominique, ha sido condenado a 12 años, cuando la fiscalía pedía 17. También entre los condenados por violación agravada hay varios con cargos por posesión de material pedófilo, como es el caso de Thierry P., Christian L. o Nicolas F., sentenciados a entre 10 y 12 años. Mientras el presidente del tribunal leía las sentencias, los hijos de Gisèle mostraban su decepción. David, el mayor de los hermanos, soplaba, incrédulo.

La pena más alta ha sido para Romain V., que violó al menos en seis ocasiones a Gisèle y que encaja una pena de 15 años de prisión (la petición fiscal era de 18). En sus declaraciones culpó a Dominique de lo sucedido: "Era un zombi guiado por él", declaró. La pena más baja la ha recibido Saifeddine G. –tres años de cárcel– por tentativa de violación agravada.

En total, más de 400 años de prisión para los 51 agresores de Mazan: 41 ingresan inmediatamente en prisión preventiva, tres se benefician de arrestos domiciliarios o hospitalarios por motivos de salud y otros seis saldrán en libertad.

Un juicio de mujeres

Ha sido un juicio de mujeres. En el 'hall' del tribunal, decenas de mujeres periodistas. En el interior, la víctima, Gisèle, con la cabeza alta acompañada de sus hijos, pero también de decenas de mujeres que inundaban la sala habilitada para las familias. Las familiares de los acusados han sido quienes se han desplazado al tribunal, y han llorado y acmpañado a sus hijos, hermanos o familiares. No ha habido rastro de ellos, de esos hermanos, padres o amigos.

De hecho, antes de iniciar la sesión, los servicios sanitarios han tenido que asistir a la familiar de un acusado por un ataque de ansiedad. No ha sido la única. Las sentencias iban cayendo a cuenta gotas y las reacciones de estas mujeres se iban sucediendo. Para ellas, Gisèle siempre ha tenido palabras de apoyo: "Las entiendo. Yo también pensaba que tenía al hombre, padre y marido perfecto en casa. (...) Pienso mucho en ellas", afirmó en una de sus declaraciones durante el juicio.

La vergüenza cambia de bando

La mayoría de los acusados han señalado con el dedo acusador a Dominique, y nunca se han reconocido como culpables. Incluso uno de ellos aseguró que no se había dado cuenta de que esta mujer de 73 años estaba dormida hasta “la tercera o cuarta vez” de sus encuentros. Sin embargo, las imágenes muestran a una Gisèle inerte e incluso, en algunos momentos, roncando. 

Más allá de eso, la Sala Voltaire del tribunal ha sido testigo de cómo la vergüenza ha cambiado de bando en uno de los juicios más influyentes de los últimos años en Francia. También del recorrido que aún queda por hacer en la lucha contra la violencia sexual. “Tengo odio hacia las mujeres”, “fue consentido porque su marido lo permitió” o “ella dio su consentimiento, aunque estaba dormida” son algunas de las frases de los ahora condenados.  

Juicio histórico

Aviñón llevaba cuatro meses preparándose para este día. Este jueves, más de 200 policías se han desplegado en los alrededores del tribunal y los principales accesos del edificio, cerrados para todo aquel que no dispusiera de acreditación. Frente al juzgado, decenas de activistas feministas llevaban pancartas con lemas como “una violación es una violación”. Más de 180 medios, 86 de ellos extranjeros, se habían acreditado para seguir la lectura de la sentencia.   

Gisèle supo casi desde el principio que algo extraño le sucedía. En 2012 empezó a tener pérdidas de memoria, a perder peso y cabello, y a sufrir enfermedades sexuales. Fue a su médico de confianza en compañía de su marido, y jamás hallaron la raíz del problema, aunque algunos especialistas insinuaron que podría tratarse de un principio de alzhéimer. Lo que jamás nadie imaginó es que la causa de sus dolencias tuviera otro nombre: Dominique Pelicot. 

Retiro a un "lugar idílico"

Las denuncias de tres mujeres, tras sorprender a Dominique grabándolas bajo la falda en un supermercado, fueron la clave para que el juez de Carpentras pudiera examinar el teléfono de Dominique, destapar “los años de barbarie” que sufrió Gisèle e iniciar uno de los juicios más relevante sobre violencia contra las mujeres de Francia. 

Ella se niega a ser tildada de icono en la lucha feminista, aunque ha reconocido en varias ocasiones que siempre se preguntó cuál era su propósito en esta vida. “Quizá sea este, luchar para que la ley reconozca a todas las víctimas, mujeres y hombres, de violencia sexual y sumisión química”, ha afirmado a lo largo del proceso. 

Cuatro años de investigación y cuatro meses de juicio se han cerrado este jueves con una de las sentencias más importantes de los últimos años. Ella se retirará a “un lugar idílico” para descansar tras meses de lucha en los tribunales.