Emergencia habitacional

La Iglesia en Barcelona pide cambios normativos para poder destinar sus pisos vacíos a vivienda social

El 40% de las personas atendidas por Cáritas viven en habitaciones

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Una vivienda social atendida de Vilanova i la Geltrú.

Una vivienda social atendida de Vilanova i la Geltrú. / Cáritas Diocesana

Elisenda Colell

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"Estamos abiertos a ayudar ante la emergencia social y habitacional. Podemos ceder inmuebles vacíos de la Iglesia para que se usen como vivienda, pero necesitamos la cooperación de las administraciones para que podamos cambiar el tipo de uso", ha planteado este miércoles Javier Vilanova, obispo auxiliar de Barcelona, en una rueda de prensa de Cáritas. La Iglesia se propone ceder equipamientos que se encuentren vacíos para que puedan usarse como vivienda social, pero necesitan cambios normativos que hasta hoy no han sido posibles. Los datos de la entidad vuelven a ser alarmantes: en la diócesis de Barcelona, el 40% de familias con hijos no pueden hacer frente al pago de la vivienda o los suministros, y un 24% vive en infraviviendas.

El obispo auxiliar de Barcelona ha planteado que hace meses que tratan de iniciar un censo para poder contabilizar el número de viviendas vacías que tiene la Iglesia en toda Catalunya para usarlas como vivienda social o de emergencia residencial para familias o personas en situación de vulnerabilidad. Ha explicado que aún no tienen datos concluyentes, aunque el censo podría incluir espacios como conventos o viviendas en las parroquias. La primera vez que se planteó esta iniciativa fue tras la crisis de refugiados de Ucrania por la invasión rusa. Posteriormente se ha seguido tratando el asunto en conversaciones con la delegación de Gobierno en Catalunya sobre la acogida de migrantes y refugiados tras la emergencia de los cayucos en Canarias en los dos últimos años.

Impedimentos

"El problema es que nunca lo conseguimos, las normativas, los interventores siempre nos lo impiden", se ha quejado Eduard Sala, director de Cáritas Barcelona. Estos inmuebles eclesiales están catalogados como equipamientos, no como vivienda. Y habría que cambiar esta normativa. Sala ha añadido que hay alcaldes menos sensibles –en el sentido de que no quieren la presencia de ciudadanos en situación de vulnerabilidad social–, pero otros sí lo han intentado pero no lo han conseguido. Es el caso de la parroquia Casa Abraham, inaugurada en la Vila Olímpica en 1992 para garantizar los cultos interreligiosos y que tiene varios alojamientos que en su momento se usaron para alojar a sacerdotes durante los Juegos. Hoy este equipamiento permanece vacío, igual que la residencia del sacerdote de Torre Baró, en Barcelona, que tampoco se ha podido usar para alojar a familias necesitadas.

En total, Cáritas Barcelona dispone de poco más de 400 viviendas sociales donde viven 2.000 personas. Est año, solo 19 hogares han salido al rehacer su vida. "Es imposible llegar a todos los que lo necesitan", ha dicho Sala. En este sentido, el informe FOESSA de la diócesis de Barcelona, que abarca a municipios desde Cornellà hasta Mataró, señala que en este territorio 726.000 personas no pueden acceder a una vivienda digna o tienen graves problemas para pagarla, una cifra que representa el 25% del total de vecinos de este territorio metropolitano. El 15% –medio millón de personas– se quedan en la pobreza extrema cuando pagan el alquiler o la hipoteca.

"Empeoramiento generalizado"

La realidad se recrudece con las familias con menores a cargo. El 40% de los hogares no pueden hacer frente a los pagos de la vivienda. El 9,6% de familias con hijos viven en viviendas inseguras; es decir, en habitaciones realquiladas, tienen graves problemas para empadronarse y se encuentran ocupando o pendientes de un desahucio. Además, el 24% de las familias con menores malviven en habitáculos inadecuados: naves industriales, viviendas insalubres y sin condiciones, sótanos o inmuebles sin acceso a suministros o sin agua corriente. Entre la población total el porcentaje es de un 5,7% y un 15,9% respectivamente. De hecho, el 40% de las personas atendidas ahora por la entidad viven en habitaciones.

"Lo peor es que vemos un empeoramiento generalizado. Tenemos la cifra de amontonamiento más alta de toda España, el gasto excesivo por la vivienda ha aumentado y vemos más insalubridad; esta se ha incrementado nueve puntos", ha señalado Míriam Feu, responsable de incidencia social de Cáritas en Barcelona. La entidad ha vuelto a reclamar medidas urgentes en materia de vivienda por parte de todas las administraciones, que se reprendan los trabajos para aprobar la ley catalana contra el sinhogarismo, más iniciativas para el alquiler asequible y que se garantice la vivienda de emergencia tras un desahucio.