Delincuencia informática

Los auténticos ‘hijos en apuros’: las mafias captan en Girona a jóvenes migrantes para ciberestafas

Tienen entre 18 y 25 años, ni estudian ni trabajan y a cambio de unos 100 euros se prestan a ceder sus números de cuenta a los estafadores

Las estafas con falsos QR van a más y llegan a cartas de restaurantes, multas y ofertas de empleo

Imagen de mensajes de intento de estafa con el método del hijo en apuros.

Imagen de mensajes de intento de estafa con el método del hijo en apuros. / Policía

Germán González

Germán González

Barcelona
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La dinámica es simple. Recibes un mensaje de tu hijo, hija o de un familiar cercano que te dice que usa otro número de teléfono móvil, no el suyo habitual, a causa de una emergencia y te reclama, lo antes posible, que hagas un ingreso a una cuenta bancaria o un bizum para poder solucionar el problema. Habitualmente te insiste y reitera los mensajes para transmitirte sensación de celeridad y de desesperación. Todo parece cuestión de vida o muerte.

Las bandas que organizan el timo del 'hijo en apuros' se valen de chicos en situación precaria

Ese es el timo conocido como 'el hijo en apuros', uno de los más habituales el último año en España y que tiene varias variantes en las que el hijo es sustituido por un amigo o un vecino en apuros. En los últimos meses, la Policía Nacional ha detectado un incremento en el número de estafas de este tipo. Los estafadores se hacen pasar por hijos de la víctima y alegando que se les ha estropeado su teléfono móvil, requieren a los padres ingresos o transferencias urgentes a las que los progenitores deben acceder sin realizar comprobación alguna ni contactar con ellos. Al tratarse de hijos, muchos padres caen en la estafa. Si hay una respuesta positiva de la víctima, el estafador aprovecha para conseguir sacar la mayor cantidad de dinero posible.

Las 'mulas' son "piezas fundamentales" de la trama, ya que los cabecillas operan fuera de España

El dinero llega a una cuenta corriente y de ahí pasa a otras, perdiéndose el rastro. La Policía advierte de que existen bandas de ciberestafadores perfectamente estructuradas que se dedican a enviar estos mensajes, tanto de forma aleatoria como a padres concretos de los que, por su información en redes sociales, saben que no viven con sus hijos en ese momento.

Imagen de una estafa del hijo en apuros

Imagen de una estafa del hijo en apuros / Policía

Jóvenes captados por poco dinero

Estos grupos basan buena parte de su actividad delictiva en jóvenes a los que captan para que, a cambio de pequeñas cantidades de dinero, presten sus cuentas bancarias para hacer las transferencias. Son las llamadas 'mulas'. En los últimos meses la Policía Nacional ha aumentado las detenciones de estos jóvenes en las comarcas de Girona. Son chicos que, aunque de forma tangencial, también participan en la estafa.

Fuentes policiales remarcan que la mayoría son extranjeros, de origen gambiano, senegalés o marroquí, muy jóvenes (de 18 a 25 años) y de comunidades establecidas en Olot, Figueres o Salt. No suelen ni trabajar ni estudiar, por lo que optan por hacer de 'mulas' para ganarse la vida. Y a cambio de unos 100 euros, se prestan a ceder a las mafias sus números de cuenta para recibir la transferencia que luego traspasan a otra cuenta de otro banco.

Tras recibir la denuncia de estafa, las pistas siempre llevan a la policía a estos jóvenes

Este es el rastro que sigue la Policía tras recibir una denuncia por estafa y así llegan hasta los jóvenes, que una vez detenidos afrontan penas de cárcel por el delito de fraude. Algunas de estas 'mulas' operaban desde locutorios de estas tres poblaciones gerundenses.

"Cuando la víctima denuncia nosotros seguimos fácil el rastro de estos movimientos bancarios y nos lleva siempre a estos jóvenes, que apenas tienen vínculo con la organización criminal", explica la Policía.

El eslabón más débil

Las organizaciones lanzan mensajes de "trabajo fácil", para el que solo se requiere un ordenador o un móvil, y con el gancho de que el empleo puede ser "muy lucrativo" por las horas que se van a dedicar. Estas 'mulas' son "piezas fundamentales" en el entramado y no desconfían cuando les ofrecen obtener dinero fácil. 

De esta forma, estas 'mulas' reciben dinero en su cuenta y se les pide que lo muevan a bancos extranjeros con la excusa de que este movimiento no se puede hacer fuera de España. Lo hacen a cambio de una comisión, y por eso quedan expuestos.

La estafa de WhatsApp del hijo en apuros

Investigadores de la lucha contra este tipo de delincuencia explican que los cabecillas de estas tramas o los ideólogos de estos fraudes no suelen estar en España por lo que es difícil perseguirlos, ya que se necesitan comisiones rogatorias autorizadas por un juzgado. Precisamente por eso, se suele perder fácilmente el rastro del dinero estafado, aunque no son cantidades muy elevadas, y su recuperación es compleja.

Pese a que los investigadores policiales perciben que los ciudadanos están cada vez más concienciados con las ciberestafas, muchos siguen cayendo. Hay bandas que lanzan más de 1.000 mensajes fraudulentos y "pescan" 20 o 30 víctimas que les facilitan datos o dinero.

Además, la Policía señala que hay más impunidad con el tema de las estafas en inversiones con criptomonedas, ya que el dinero sale rápidamente de España y es muy difícil rastrearlo en China o la India.  

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