Infancia en Catalunya

Los niños de menos de seis años que viven en centros tutelados de la Generalitat se han duplicado desde 2018

Si en 2018 eran poco más de un centenar los menores en esta situación en Catalunya, ahora son 280

La Conselleria de Drets Socials presenta un plan de acción dotado con 2,3 millones de euros para que todos estos niños vivan con familias de acogida

Cuatro años siendo familia de acogida: "Aprendes a querer de un modo que no sabías que existía"

Las familias de acogida piden más facilidades para convertirse en familias adoptivas

Las reclamaciones de las familias de acogida: más apoyo, más dinero y menos burocracia

zentauroepp17570417 badalona 15 11 2011   centro de acogida de menores crae mari200325171711

zentauroepp17570417 badalona 15 11 2011 centro de acogida de menores crae mari200325171711 / Julio Carbó

Elisenda Colell

Elisenda Colell

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Actualmente, 280 niños y niñas menores de seis años viven en centros de menores tutelados de la Generalitat y de éstos, la mitad, son bebés. Son niños que no pueden vivir con sus progenitores biológicos por diversos motivos. El 18% han sido víctimas de maltrato físico y el 8%, de violencia de género. La cifra se ha disparado un 143% respecto 2018, cuando eran poco más de un centenar. "Catalunya es la comunidad con la cifra más alta y no es aceptable. Estos niños deben crecer en un entorno familiar óptimo", ha defendido la consellera de Drets Socials, Mónica Martínez Bravo, este lunes en una rueda de prensa en la que ha anunciado un plan de 2,3 millones de euros para reducir esta cifra a cero.

Hace años que la Generalitat busca estrategias para aumentar el número de familias acogedoras. La nueva consellera quiere copiar a Aragón y a Cantabria, donde ningún menor de seis años vive en centros tutelados. "Nuestros profesionales en los centros y la comunidad científica saben que hay una asociación negativa en su desarrollo cognitivo y físico, y que cuando ingresan en familias de acogida su desarrollo mejora rápidamente", ha explicado la consellera, citando un estudio publicado en 'The Lancet'.

Agilizar los informes de las acogidas urgentes y conceder rebajas fiscales o incentivos son dos medidas para atraer a familias de acogida

Mientras el número de niños desamparados no ha hecho más que crecer, el número de familias acogedoras se ha estancado. Hoy son 787 las que han dado este paso en Catalunya. Pero hay 1.256 menores que no pueden vivir con sus padres biológicos, una gran parte de los cuales viven con familiares cercanos, como pueden ser tíos o abuelos. El Govern busca encontrar 1.400 más familias de acogida, duplicando la cifra actual.

Familias de urgencia

Para lograrlo, el Ejecutivo plantea varias medidas. Una de ellas va enfocada a las familias de acogida de urgencia. Hoy son 105 hogares que acogen niños justo después de que se les retire la custodia a sus padres. "La mayoría son bebés, niños recién nacidos o de menos de dos años. Esta acogida urgente debe durar seis meses hasta que se decida cuál es el mejor lugar para el menor", explica Imma Espín, presidenta de la Asociación de Familias Acogedoras de Barcelona (AFABar).

La realidad es que la elaboración de esos informes se eternizan. "Hay menores que han llegado a estar más de 20 meses con la familia de urgencia. Esto dificulta que más familias se interesen, pero además se pierde un tiempo en el que podrían haber acogido dos o tres niños más y se establece un vínculo que es difícil de romper", ha explicado Elena Lledós, directora de l'Institut Català de l'Acollida i l'Adopció de la Generalitat (ICAA).

La consellera ha anunciado que, en la mayor brevedad posible, contratarán 25 profesionales, con un coste de 1,2 millones de euros, para que estos estudios se agilicen y cumplan con los plazos.

"Otro problema que nos encontramos con las familias de urgencia es que un progenitor, al tratarse de niños tan pequeños, deben dejar de trabajar para que sea viable la acogida", explica Espín. En este sentido, el Govern ha anunciado que están trabajando con la Seguridad Social para que estas familias puedan cotizar durante este tiempo de excedencia por el tipo de cuidados a los bebés.

Uno de los problemas que denuncian las familias es que los encuentros con los padres biológicos son en horario escolar

Pero la práctica mayoría de familias acogedoras en Catalunya son simples o permanentes. A diferencia de las adopciones, aquí los padres no tienen la tutela de los niños, es la Generalitat quien la tiene y el objetivo final es intentar que los niños puedan volver a vivir con sus padres biológicos. Las simples duran dos años y las permanentes se alargan hasta que los técnicos de Drets Socials decidan lo contrario. Estas familias reciben una media de 700 euros al mes para los gastos del menor, aunque la Generalitat se ha comprometido a estudiar rebajas fiscales o incentivos. "Por ejemplo, que puedan tener una tarjeta como las de las familias numerosas o monoparentales, con ventajas y descuentos", ha dicho a consellera.

Trámites burocráticos

"El dinero es lo de menos, el problema son los trámites", cuenta Toni Mir, también miembro de AFBAR. "Imagínate que estás en un cumpleaños con las amigas de tu hija de acogida y una madre propone que se queden a dormir. Mi hija acogida no puede ir: necesito una autorización del Govern que permita que esa noche no duerma en mi casa y un certificado de antecedentes penales de la madre de la amiga de mi hija", explica Espín.

"Si a tu hija de acogida la invita una amiga a quedarse a dormir, no puede ir. Necesito permiso del Govern y un certificado de antecedentes penales de la madre de la amiga"

Imma Espín

— Presidenta de la Asociación de Familias Acogedoras de Barcelona

Otro de esos trámites es el certificado para poder viajar en avión. "Yo que soy de Baleares no puedo volar con mi ahijada sin este documento. Estos niños deberían tener ciertos trámites ya hechos por el Govern, por ejemplo las becas comedor", apunta Mir.

Y hay un sinfín de trámites de esta tipología, especialmente complicados en el caso de los niños acogidos que no tienen permiso de residencia en España. "Contrataremos personal adicional para que ayuden a hacerlos", ha prometido Martínez Bravo.

Visitas de los padres biológicos en horario escolar

Otro problema son las visitas con los padres biológicos. Normalmente se hacen en horario escolar, porque es cuando están trabajando los profesionales que deben estar presentes en estos encuentros. "Suponen un problema de conciliación con las familias de acogida y es algo que debemos flexibilizar para facilitar que se animen más familias", ha admitido Martínez Bravo.

Y es que los padres acogedores deben llevar a los niños hasta el punto de encuentro. "Más que por mí y por las dificultades de pedir fiesta una vez cada 15 días, los problemas los tienen los niños: mi niña no quiere decir que vive con una familia de acogida. Y se inventa cosas, los niños de la clase se dan cuenta de que es mentira y le dicen 'es que a ti te abandonaron y nadie te quiere'. Otras veces no ha podido ir a excursiones de la escuela por estas visitas. Yo lucho contra estas visitas en horario escolar, hay que hacerlas para que ellos puedan llevar la vida con normalidad", reivindica Espín.

La Generalitat busca a 1.400 familias de acogida más

Bravo también se ha comprometido a mejorar la coordinación entre la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) y el ICAA. A pesar de ser dos entes de la Generalitat y de la misma conselleria, no comparten información ni datos.

La consellera también ha anunciado acciones de sensibilización y difusión, además de constituir una mesa de coordinación entre la Generalitat, las entidades de la red y las familias, para tratar más asuntos pendientes de resolver. "Es la primera vez que nos sentimos escuchados por la Administración", ha agradecido Espín.

La mayoría de edad

Sin embargo, las familias advierten de que aún quedan temas en el tintero. ¿Qué pasa a partir de la mayoría de edad? "Nosotros no tenemos ningún tipo de responsabilidad pero es evidente que ellos no pueden volar solos, necesitan ayuda", señala Mir, cuya hija de acogida tiene 23 años y sigue viviendo en su casa. "Mi ahijada tardó un año y medio en tramitar la paga de 600 euros y le dieron 10.000 euros de golpe. Y ese dinero voló. No hay nadie que gestione, que se encargue, que les ayude... una vez son mayores de edad les dejan solos. Y son chavales con problemas", lamenta Mir.

Otro reto es conseguir que las familias biológicas puedan hacerse cargo de sus hijos de nuevo. Actualmente, esto solo lo consiguen el 10% de menores desamparados. "En los últimos años han aumentado significativamente los desamparos. Sin duda necesitamos entender cómo podemos mejorar el trabajo con las familias biológicas. Es fundamental y mucho más positivo que terminar los casos con adopciones", ha zanjado Martínez Bravo.