Asuntos sociales

La escuela se consolida como el mayor detector de casos de maltrato infantil

En 2023 el RUMI recibió casi 10.000 alertas desde diferentes ámbitos de que 5.823 menores podrían estar sufriendo negligencia, agresiones o abuso sexual

La escuela se consolida como el mayor detector de casos de maltrato infantil.

La escuela se consolida como el mayor detector de casos de maltrato infantil.

Mar Ferragut

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Los datos del sistema de notificación de posibles casos del maltrato infantil confirman que el papel de la escuela va mucho más allá de la educación: el año pasado, la mitad de las alertas emitidas de menores que podrían estar siendo víctimas de negligencia, abuso sexual o agresiones físicas o psicológicas, vinieron del ámbito educativo.

El RUMI es el sistema que permite a los profesionales que están en contacto con niños y jóvenes notificar sospechas de maltrato infantil. Su uso se ha ido consolidando en los últimos años entre cuerpos policiales, servicios sociales, personal sanitario y profesorado. La escuela progresivamente se ha ido convirtiendo en el principal foco detector, y ya es el emisor del 46% de los avisos. Servicios Sociales registra un tercio de las alertas; el ámbito sanitario, un 8% y los cuerpos policiales, un 4%.

Los servicios de maternidad de los hospitales también lanzan la voz de alarma para que se haga un seguimiento si creen, por el comportamiento de los padres, que el recién nacido podría estar en peligro: el año pasado lanzaron 186 avisos.

En total, en 2023 el RUMI registró 9.885 notificaciones ante sospechas de maltrato infantil, el 60% de ellas fueron consideradas graves. La mayoría de notificaciones suelen ser por negligencia (en 2023 hubo 4.032 alertas por menores mal atendidos, el 40% de los avisos) y, en segundo lugar, por maltrato psicológico (3.242 notificaciones). Las agresiones físicas (2.374 casos) son el tercer motivo más recurrente de los avisos , y en último lugar, están los abusos sexuales (822 avisos).

Más de un tipo de abuso

El RUMI puede registrar varias notificaciones sobre el mismo niño ya que varios profesionales distintos ven los síntomas de alerta que llegan de diferentes ámbitos. Además, un mismo menor puede estar sufriendo más de un tipo de abuso. Así, las 9.885 notificaciones registradas en el RUMI en 2023, hacían referencia a 5.823 menores. En Mallorca, se alertó de hasta 4.754 niños y jóvenes que podrían estar sufriendo maltrato.

¿Qué porcentaje de estos avisos acaban siendo confirmados? El año pasado, tras un 37% de los avisos se pudo comprobar que efectivamente se estaba produciendo un maltrato: hablamos de 2.129 menores sufriendo. En Mallorca fueron 1.646.

La actuación en estos casos depende de muchos factores, como la gravedad de la situación, y no siempre implica denuncia. Los casos graves se derivan a Protección de Menores y pueden acabar en una retirada de la guardia o de la tutela del menor.

Más cada año

Los episodios considerados leves o moderados se derivan a servicios sociales, desde donde pueden solucionarse con medidas de acompañamiento y orientación a la familia (por ejemplo, si un profesor detecta que un niño llega con hambre al colegio y se descubre que es por falta de recursos en el hogar se les puede derivar al servicio que corresponda para conseguir alimentos).

Los datos de notificaciones registradas en el RUMI aumentan año tras año: ¿hay más casos o se notifica más y va emergiendo una realidad que antes permanecía oculta? La población crece y además hay cada vez más conocimiento de este sistema por parte de los profesionales, que reciben formación sobre su uso y están cada vez más sensibilizados.

Tras el apagón de avisos que supuso la pandemia (que demostró una vez más la importancia de la escuela para detectar estos casos), en 2022 afloraron muchísimas más alertas (y subió la proporción de episodios graves, algo que desde Asuntos Sociales achacaron al confinamiento, que impidió detectar estos casos e intervenir antes, cuando eran leves).

Así, si en 2020 (año de pandemia y confinamiento) el sistema registró 2.529 alertas de niños que podrían estar siendo maltratados, en 2021 llegaron 8.696 avisos: casi cuatro veces más.

En 2022, la cifra siguió aumentando hasta las 9.616 notificaciones. Y en 2023, el RUMI recibió 9.885 avisos.

Aumentan las notificaciones y también crece el número de casos que finalmente se corroboran como maltrato. La cifra ha subido un 67% en cuatro años, pasando de los 1.712 episodios de maltrato confirmados en 2019 a los 2.129 del año pasado.

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