Sucesos

La mayoría de delitos con armas de fuego en Catalunya están relacionados con el narcotráfico

Proliferan las armas de guerra y se han dado casos de contratación de sicarios para "ajustes de cuentas"

Ejecutado de un tiro en la nuca un hombre en la terraza de un bar de Montgat

Los narcos reclutan pistoleros con armas de guerra para proteger la droga en Catalunya

Una de las pistolas requisadas por los Mossos.

Una de las pistolas requisadas por los Mossos. / Mossos

Germán González

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Barcelona
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De las 45 muertes violentas hasta mediados de 2024 en Catalunya un 42% fueron con arma blanca y un 11% con arma de fuego. Los responsables de Mossos d'Esquadra alertan de que los delitos cometidos con pistolas u otras armas de fuego vinculadas al crimen organizado están "creciendo" desde hace un par de años en la comunidad, principalmente relacionadas con el tráfico de marihuana y hachís.

Habitualmente estas armas de fuego se utilizan para cometer robos con violencia, aunque cada vez más aparecen en narcoasaltos para sustraer droga, principalmente marihuana, de un grupo rival. Además, fuentes policiales señalan que se usan para amenazar a otros grupos rivales y "marcar territorio" entre bandas, como los tiroteos en que se registraron el mes pasado en las fachadas de viviendas de Zona Franca y Sant Cosme. Son avisos por "meterse en zonas que no les corresponde a hacer negocios y siempre son previos a ajustes de cuentas".

En las 429 plantaciones desmanteladas el año pasado en Catalunya, los Mossos encontraron armas de fuego en 32 de ellas mientras que la División de Investigación Criminal registró 87 narcoasaltos vinculados a grupos criminales que producen y distribuyen marihuana. En 35 de estos narcoasaltos se mostró o se utilizó una arma de fuego. La policía catalana recuerda que el año pasado hubo 13 muertes violentas por armas de fuego en Catalunya, de las que cinco estaban relacionadas con el crimen organizado y tres más pueden tener una relación directa, aunque todavía se está investigando.

Los investigadores han descubierto que estos delincuentes tienen armas de guerra, como subfusiles, o que contratan tiradores cuando deben descargar hachís que llega a las costas catalanas desde el norte de África. Ante la peligrosidad de este tipo de armamento, desde Mossos d'Esquadra hacen dispositivos específicos para intervenir pistolas y escopetas cuando se hacen macrooperaciones contra el tráfico de droga en barrios conflictivos de Catalunya como Sant Cosme en el Prat de Llobregat, La MIna en Sant Adrià del Besòs o Font de la Pólvora en Girona. 

En estos registros se ha llegado a encontrar subfusiles, que son armas de guerra que están prohibidas, o alguna de otra de fuego que está modificada, como por ejemplo unas pistolas camufladas en bastones de caminar creadas en un taller doméstico que un hombre tenía en su vivienda en Sant Cosme. Podían disparar proyectiles de 9 mm por un cañón adaptado en un bastón.

Contratación de sicarios

En menos proporción se usan pistolas para ajustes de cuentas, como el que ha sucedido este viernes en Montgat cuando un sicario ha matado de un tiro en la nuca a David Caballero, con antecedentes relacionados con el narcotráfico y otros delitos violentos, según fuentes policiales, aunque nunca fue procesado. Su ejecución recuerda a la de Valentín Moreno, condenado por el crimen de la Vila Olímpica, en noviembre de 2021 en Sant Adrià de Besòs.

Un sicario mató a Moreno de un tiro en la cabeza y después escapó en bicicleta. La policía relacionó este crimen con el tráfico de cocaína y dos años después detuvo a varias personas relacionadas con este crimen, uno de ellos en Colombia. Valentín Moreno tenía numerosos antecedentes. El más conocido es ser uno de los 'asesinos de la Vila Olímpica': junto a otras seis personas dieron una paliza mortal a un hombre de 22 años. Moreno, que por unas horas era menor cuando se cometió el crimen, cumplió 8 años de internamiento en un centro de menores.

Imagen de armas encontradas en un narcopiso en Vilafant

Imagen de armas encontradas en un narcopiso en Vilafant / Mossos

A finales del año pasado, un hombre mató a otro de varios disparos en un bar de Poble Sec en Barcelona. El sospechoso se bajó de una moto en la esquina con la calle Fontrodona y disparó contra la víctima, que murió poco después. La principal hipótesis es que se trata de un ajuste de cuentas entre clanes de narcos dominicanos, aunque la investigación sigue abierta.

El doble crimen de Girona

Los Mossos alertan de que estas armas de guerra en manos de traficantes suponen un importante riesgo para la población. Es el caso de Guillermo C.H., quien mató a dos personas e hirió de gravedad a otras dos, todas miembros de la misma familia gitana, en el barrio de Font de la Pólvora de Girona durante la pasada verbena de Sant Joan. Tras una discusión, el sospechoso, con antecedentes por narcotráfico, sacó un subfusil AK-47 y disparó en plena calle.

Tuvo que huir con su familia de Catalunya, perseguido por la policía y por el clan al que pertenecían los fallecidos. En la fuga se deshizo del coche y del arma. Fue detenido junto a su mujer a finales de septiembre en Granada, tras estar varios meses en busca y captura.

El pasado abril dos clanes familiares se disputaban el control de la droga en el barrio de Verdún, en el distrito de Nou Barris de Barcelona. La tensión había aumentado en los últimos meses hasta tal punto que seis personas de los dos grupos, cuatro de uno y dos del otro, se enfrentaron a tiros en la calle Góngora a plena luz del día y cerca de una escuela. A finales de septiembre los Mossos detuvieron a los seis implicados, de entre 25 y 63 años, que suman 46 antecedentes entre todos, mayoritariamente por delitos violentos y contra la salud pública, como el tráfico de droga. 

Los dos grupos convivían en Nou Barris con sus zonas de control delimitadas. Sin embargo, alguno de los clanes hacía incursiones en puntos de control de la banda rival lo que desembocó en un tiroteo que puso en riesgo a la población. Dos de los proyectiles impactaron en vehículos estacionados: uno en una furgoneta de reparto en servicio, y otro en un taxi. Uno de los pistoleros, resultó herido en el hombro por el impacto de una de las balas. Los testigos hablan de más de una veintena de detonaciones y los sospechosos se llevaron varias vainas del suelo antes de la llegada de la policía.

Además, la Policía Científica descubrió que una de las armas requisadas en la operación también se utilizó el 27 de diciembre de 2023 en un tiroteo contra un piso ubicado en el distrito de Nou Barris de Barcelona, presuntamente relacionado con entornos delincuenciales asociados al tráfico de drogas. Durante la investigación los Mossos d'Esquadra constataron que todas las personas investigadas disponían de armas y municiones, o bien, las podían conseguir de forma relativamente sencilla en su entorno. 

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