Juicio en Barcelona

El fiscal eleva de multa a dos años de prisión la petición de pena para Saül Gordillo por agresión sexual

La denunciante reitera que el exdirector de Catalunya Ràdio le tocó mientras el acusado sostiene que "estaba convencido de que era consentido"

La fiscalía reclama cuatro años de prisión para Saül Gordillo por agresión sexual a una periodista

La chica que ha denunciado a Saül Gordillo por agresión sexual: "La verdad ganará"

La chica que ha denunciado a Saül Gordillo por agresión sexual: "La verdad ganará" / ZOWY VOETEN / VÍDEO: NORMA VIDAL / ACN

J. G. Albalat

J. G. Albalat

Barcelona
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La fiscal Pilar Izaquerri, que inicialmente pedía una multa de 9.000 euros, ha elevado a una pena de dos años de prisión su petición de condena para el exdirector de Catalunya Ràdio, Saül Gordillo, por haber agredido sexualmente el 2 de diciembre de 2022 a una redactora de El Principal, diario digital qué él dirigía. También le reclama dos años de libertad vigilada y tres años de inhabilitación para toda profesión y oficio que comporte un contacto con menores. Gordillo está acusado de una segunda presunta agresión sexual a otra redactora del mismo medio esa misma noche. En esta causa se enfrenta a una pena de cuatro años de cárcel.

La abogada de la acusación particular, Noemi Martí, reclama cuatro años de prisión. La víctima. Mar, ha declarado en el juicio que se ha celebrado este martes en la Ciutat de la Justícia de Barcelona. Según ha manifestado, cuando estaban en la discoteca Apolo, el acusado le tocó el culo y unos instantes después le tocó los genitales po debajo del pantalón y la masturbó. Por su parte, Gordillo ha sostenido que "estaba convencido de que era consentido" y que fue ella quien "dio pie a que pasasen una serie de cosas".

La presunta agresión sexual sucedió sobre las 02.40 horas de ese 2 de diciembre, durante una cena de empresa. La fiesta había empezado con la cena y unas copas en el establecimiento Marina Vella, del Port Olímpic. Gordillo y Mar, que tenía entonces 23 años, se trasladaron en el mismo taxi junto a otro empleado de 'El Principal' hasta la discoteca. Mar ha relatado que tras entrar en el local el que era su jefe le tocó el culo. Instantes después, en la barra del bar y mientras ella pedía una consumición, el acusado se dirigió a ella por la espalda y le metió la mano por debajo de los pantalones cortos y por encima de los pantis que llevaba, hasta, según su versión, llegar a la vagina.

La fiscal le ha preguntado: "¿En la barra, cuando dice que le toca, entabla usted alguna conversación, tipo ligar, como dos adultos, en un ambiente festivo?". La joven, que ha declarado protegida por una mampara, ha respondido consternada y de forma contundente: "No. Es que podría ser mi padre". "Me quedé bloqueada", ha asegurado la víctima una y otra vez. Ha señalado que se decía a sí misma "eso no puede ser, lo que acaba de pasar".

En las imágenes de las cámaras de la discoteca se puede apreciar tanto la escena en que Gordillo le toca el culo y la de la barra, aunque no se ve con precisión, al estar de espalda, hasta dónde llega la mano. No fue hasta al cabo de unos minutos cuando a Mar le dio un ataque de ansiedad y se lo explicó a sus compañeros. "Pasaban muchas cosas por mi cabeza. No puede ser....Era como una impotencia, miedo, no entender nada. Me quedé en shock".

El consentimiento

La acusación pública ha insistido: "¿Consintió que el señor Gordillo le tocara las partes íntimas, el culo o la cintura?". Mar, con contundencia, ha contestado: "No". La denunciante también ha negado que en el taxi hubiera puesto la mano en la entrepierna al que era director de El Principal y ha rechazado la teoría de la defensa de que había flirteado con él.

El abogado del acusado, Carles Monguilot, ha intentado poner de relevancia las contradicciones entre la denuncia, las imágenes y la versión de la víctima en el juicio, lo que ha provocado un rifirrafe con la juez del penal que ha celebrado en juicio. El letrado, incluso, ha llegado a decir que se le estaba "limitando la defensa".

Los compañeros de Mar que la atendieron tras el suceso han recordado que la joven les decía: "Saül me ha tocado" o "Saül me ha metido mano", según las palabras de estos testigos. Las forenses han sido también concisas: "Vivió una situación de shock".

Saül Gordillo, antes del juicio por agresión sexual

Saül Gordillo, antes del juicio por agresión sexual / ACN

"Seducción y flirteo"

La versión de Gordillo ha sido totalmente distinta, menos en el tocamiento de "las nalgas", que él mismo ha aceptado. Ha negado que le tocara la vagina, como ella sostiene, ni por encima de la ropa, y ha sostenido que solo le pasó el brazo por alrededor del abdomen. A su entender, fue un "tocamiento consentido por lo que previamente había sucedido". Según el exdirector de Catalunya Ràdio hubo una "seducción y un flirteo". "Me dice y me hace unas cosas", ha subrayado, para después incidir: "Yo estaba convencido de que era consentido" (los tocamientos). Y ha ido más allá: "Mar llevó la iniciativa en todo momento". "Es ella la que me cogió de la mano y cruzamos la pista de baile, que estaba a tope, hasta la barra", ha recalcado.

"La persona que yo vi era una persona empoderada, exultante, eufórica, que sabe lo que quiere y corta el bacalao", ha declarado Gordillo. "Es ella la que se me acerca a mí", ha insistido. Según el acusado, anteriormente, en una conversación que mantuvieron en el bar de copas antes de llegar a la discoteca Apolo, Mar (que lo ha negado) le comentó: "Me gustas", "me estás sorprendiendo cómo eres". Todo ello, ha admitido Gordillo, en el contexto de una fiesta. "Me hace una serie de comentarios cariñosos", ha dicho el periodista, que ha arremetido contra la investigación interna que hizo el diario El Principal, que propició su despido, y ha añadido que la empresa "no respetó la presunción de inocencia".

Gordillo ha reconocido que él pensó que el baile con Mar era algo más y que su boca "me buscó y yo pensé que quería darme un beso". "Mi percepción es de consentimiento y satisfacción", ha afirmado, para después insistir en que, tras la consumición en la barra, siguieron bailando: "No me mostró ninguna incomodidad. Ni sorpresa". Y ha repetido: "Quiso hacer un juego conmigo, y un flirteo, que yo consentí".