Educación en Catalunya
Manuel, joven de Sant Roc de 16 años: "Mi mentor me ha contagiado las ganas de seguir aprendiendo siempre"
Pese a no obtener plaza en el grado medio de Emergencias Médicas, Manuel no tiró la toalla gracias al acompañamiento de Miquel y ahora estudia un CFGM de Atención a personas en situación de dependencia
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Miquel y Manuel, este martes en la puerta del instituto en el Manuel sigue sus estudios. / Jordi Cotrina


Helena López
Helena LópezRedactora
Es difícil decir si habla mejor Manuel de Miquel o Miquel de Manuel. Ambos hablan del otro con cariño y respeto. Manuel, además, lo hace con la chispa que caracteriza a este joven de casi 17 años (los cumple en pocas semanas) nacido y crecido en el barrio de Sant Roc de Badalona, desde este curso estudiante del Ciclo Formativo de Grado Medio (CFGM) de Atención a personas en situación de dependencia en el instituto Eugeni d'Ors de su ciudad. Algo que nunca se hubiera imaginado estudiando, confiesa, pero que ahora que lleva un mes de clase, le parece "muy interesante".
Manuel es uno de los casos de éxito del programa Mentora de la Fundació Bofill, que busca evitar que los jóvenes dejen los estudios tras la ESO
"Me lo esperaba peor, antes de empezar, pero me está gustando", se sincera el joven, quien quería estudiar Emergencias Médicas en el instituto Les Vinyes de Santa Coloma, pero que, como miles de jóvenes, se quedó fuera por falta de plazas públicas de FP.
Pese al bache de no entrar en el ciclo que deseaba -se veía con el uniforme, ayudando a la gente-, Manuel no tiró la toalla y le ha dado una oportunidad a la Atención a Personas en situación de dependencia gracias, agradece, al acompañamiento de Miquel, su referente en el programa Mentora de la Fundació Bofill, que busca lograr que los jóvenes en riesgo de abandono escolar, como Manuel, decidan seguir estudiando, más allá de la ESO, y logren graduarse en estudios posobligatorios.

Miquel y Manuel, este martes en Badalona. / Jordi Cotrina
"Miquel me ha ayudado mucho, transmitiéndome motivación y ganas; si no lo hubiera tenido a él no estaría ni estudiando. Me ha contagiado las ganas de seguir aprendiendo siempre", cuenta el joven.
"Resolvedor de problemas"
Miquel -a quien Manuel describe como "un señor, muy buena gente, muy majo, muy carismático"- llegó a Manuel a través de la Fundació Pere Closa, entidad que trabaja para la formación y la promoción del pueblo gitano en Catalunya y que colabora con la Fundació Bofill para llegar hasta los jóvenes. Manuel dice también de Miquel que es una persona que le ayuda "a solucionarlo todo". Y es que si algo ha quedado claro con el proceso de matriculación para cursar FP en Catalunya es que es, cuanto menos, laberíntico, y que, sin ayuda, a muchos jóvenes les es imposible completar el proceso.
El de Manuel es el primer voluntariado de Miquel en el programa Mentora, y basta con ver cómo le brillan los ojos al hablar de Manuel para conocer su valoración de la experiencia. Padre de tres criaturas ya adolescentes, a este director de una empresa en Barcelona le tocó mucho un correo de la Fundació Bofill -que no sabe bien por qué recibió- en el que alertaban de las alarmantes cifras de abandono escolar temprano y presentaban el proyecto Mentora. Se apuntó y enseguida le derivaron a la Pere Closa, donde conoció a Manuel, con quien conectaron enseguida.
"Mis hijas me preguntan siempre por Manuel", cuenta el voluntario, muy crítico con el sistema de inscripciones en FP. Fue casi más duro para él, tras dar mil vueltas, ver cómo Manuel se quedó fuera de Emergencias Médicas. "A mí me llega a pasar eso con mis hijas, y pagas, pero hay miles de familias que no tienen esa alternativa", denuncia.
Cuando Manuel encontró a Miquel -y Miquel a Manuel- el joven estaba perdido. "Un adolescente como tantos otros que no sabía qué estudiar, pero le vi rápido que tiene un interés por aprender cosas", prosigue el mentor, quien tiene muy buen recuerdo de la primera vez que se vieron en el centro cívico de Sant Roc.
La magia de la palabra
"La clave es que te pregunten, que un adolescente te pida consejo es muy complicado, lo sé también como padre de tres, y Manuel vio enseguida que me podía preguntar lo que fuera, y así fue", explica el hombre, quien insiste en que la mentoría en ningún caso va de suplir a nadie, sino que se trata de "añadir una figura nueva".
"A Manuel no le costó entablar conversación. Me hablaba de buenos maestros del instituto, que le ayudan, y de referentes de Pere Closa. El segundo día ya me preguntó qué estereotipos tenía sobre el pueblo gitano; yo he aprendido mucho más que él; seguro. Esa conversación sirvió para romper tabús y establecer la confianza, ¡y la sacó él!", relata Miquel, que asegura que él se limita a explicarle las cosas que Manuel quiere saber sobre un mundo que desconoce.
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