Desalojo

El Ayuntamiento de Montcada desaloja a una veintena de chabolistas: "Nos han vuelto a abandonar"

Los afectados afirman que, sin alternativa social, volverán a vivir en barracas en otro campamento a orillas del Besòs

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Elisenda Colell

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"Nos han vuelto a abandonar, volvemos a estar a la casilla de salida: sin nada y en la calle", lamenta Ester Guix, una de las 20 personas que viven en las chabolas del Torrent de la Vallençana, en Montcada i Reixac, y que este martes han tenido que abandonar sus precarias construcciones. El ayuntamiento los ha desalojado por incumplir la disciplina urbanística y por el riesgo de inundaciones, pero no se les ha dado ninguna alternativa para que tengan un techo. "No disponemos de un parque de vivienda de emergencia, no cabe esta posibilidad", explican fuentes municipales. Luis Bertran, otro de los vecinos de este solar, con toda una vida a cuestas, asume que seguirá en otro lugar. "No tenemos otra opción".

Hace más de un año que el solar del Torrent de Vallençana se ha poblado de chabolas. El primero de los habitantes fue Luis Bertran, un hondureño que vino a Barcelona con su mujer, se divorció y le denegaron la solicitud de asilo. Lleva meses en la calle y sin permiso de residencia legal en España aunque algunos días trabaja sin contrato en la construcción. Por ello decidió montarse una cabaña, con un huerto, en este lugar. "Es mucho más digno que vivir en la calle", explica. Este martes tenía los ojos entelados de lágrimas al ver cómo la excavadora destruía su casita. "Todo el trabajo de meses se acaba de esfumar", lamentaba. Apenas ha tenido tiempo de recoger sus pertinencias, ya que se ha originado un pequeño incendio en el habitáculo.

Montcada expulsa a 20 personas que vivían en chabolas

Montcada expulsa a 20 personas que vivían en chabolas / FOTO Y VÍDEO: JORDI OTIX

"Cogeré las maderas y me las llevaré a otro sitio", asumía Ester Guix, una mujer perceptora del Ingreso Mínimo Vital que es incapaz de encontrar una vivienda en Montcada por menos de 400 euros al mes. Vive en la chabola, por la que pagó 500 euros, desde hace un año, tras un desahucio. "Llevo 12 años empadronada en este pueblo y son incapaces de darme una respuesta, llevo un año esperando la mesa de emergencia", se queja. Tras una noche de insomnio, dice que ha sido incapaz de recoger todas sus pertenencias.

Dormir en tienda de campaña

"¿Qué hago?", se preguntaba ayer Guix, aún en shock. Hoy tenía una respuesta más o menos clara. "Esta noche dormiré en unos huertos con una tienda de campaña y luego iré construyendo otra barraca otra vez. Hasta que pueda. No hay otra solución", sigue. Bertran asume que hará lo mismo pero antes pasará algunas noches en casa de sus hijos como medida temporal. Los Servicios Sociales de Montcada, que llevan meses siguiendo estas familias, solo ofrecen una noche en el Centre d'Urgències i Emergències Socials de Barcelona (CUESB). "¿Y después qué?", se pregunta Beltran.

En un comunicado, el ayuntamiento de Montcada insiste que estos habitáculos son ilegales, y ha agradecido la labor de la Policia Local, los Mossos d'Esquadra y los voluntarios del ADF que han hecho posible este desalojo. Interpusieron un expediente disciplinario contra los propietarios del terreno por incumplir la disciplina urbanística, y luego la jueza del juzgado contencioso-administrativo 11 de Barcelona pemitió el desalojo por parte del consistorio. También recuerdan que este campamento era, a su vez, un riesgo para sus integrantes ante el peligro de inundaciones que pueden lleegar a ser mortales. Ahora, los propietarios deberán abonar los más de 20.000 euros que cuesta la excavadora que ha derribado las precarias viviendas.

La fuga de una niña y una mujer embarazada

El comunicado municipal recuerda que ayer avisaron del desalojo a siete familias que residen en este solar. Dicen que no pueden ofrecer nada más que una noche en un albergue, por falta de recursos habitacionales. En total han derrumbado 15 chabolas, aunque se desconoce el número total de vecinos que residen en estas precarias viviendas. Algunos de ellos no han tenido trato con la administración. "La mitad de los que viven aquí hoy ya no estaban", cuenta Guix . Se refiere, por ejemplo, a una mujer embarazada o a la madre con una niña de 10 años. "Se han escondido para que no les quiten los niños, se han ido antes de que apareciera la policía", ha asegurado.

Este es, al menos, el cuarto campamento chabolista a orillas del Besòs, una de las zonas en Catalunya donde el barraquismo no frena sino que va aumentado. En 2022, una pareja murió por inhalación de humo porque se estaban calentando con un brasero. Tras esta desgracia, la Generalitat, el Ayuntamiento de Montcada, el Área Metropolitana de Barcelona, la Diputación de Barcelona y el Consorci del Besòs (integrado también por Santa Coloma, Badalona, Sant Adrià y Barcelona) se pusieron de acuerdo para realizar un plan que pusiera fin al chabolismo en la zona y se encargaron cinco diagnósticos. Por el momento, poco se ha aplicado. Hace un año se contaron 157 habitantes pero el consistorio asume que la cifra está desactualizada y va creciendo. El pasado abril, los bomberos evacuaron a los habitantes de un campamento situado junto a un vertedero ilegal de coches.

"Me parece bien que no les gusten las barracas, es que es digno. Pero que nos den un lugar donde vivir. A los de Can Tunis los llevaron a La Mina ¿no? Ni que nos pagaran un mes de alquiler en un sitio", dice Guix. "Qué lindo sería... pero es más bien un milagro", resume Beltran. "Ya está, somos números, no personas. No hay más que hacer. Espero que sientan vergüenza al ver lo que nos están haciendo. Porqué así no van a acabar con el chabolismo", sigue la mujer, que ha estado toda la noche maquinando qué grieta legal les daba la resolución del desalojo.

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