Calidad del aire en los municipios

El Govern de Illa mantiene el veto a los coches con etiqueta amarilla en las ZBE de grandes ciudades a partir de 2028

La consellera Sílvia Paneque ratifica a EL PERIÓDICO la aplicación del decreto del anterior Ejecutivo pese a la oposición de importantes alcaldes

La Generalitat anuncia ayudas al transporte público y apoyo a los municipios que tengan dificultades para desarrollar sus regulaciones

CONTEXTO | Seis ciudades más del área de Barcelona activan nuevas ZBE sin vetar a vehículos con etiqueta amarilla

DECRETO CATALÁN | Las nuevas ZBE catalanas entran en vigor: vetarán a todos los vehículos con etiqueta amarilla

MULTIMEDIA | La mitad de los vehículos del área de Barcelona no podrán ir por las ZBE si prospera el decreto del Govern

Carteles de 'Zona de bajas emisiones' en la Ronda de Dalt de Barcelona

Carteles de 'Zona de bajas emisiones' en la Ronda de Dalt de Barcelona. / FOTO Y VÍDEO: ELISENDA ROSANAS / ACN

Guillem Costa
Manuel Arenas
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Govern de Salvador Illa da el visto bueno al decreto que aprobó ERC y finalmente prohibirá que los coches con etiqueta B, la amarilla, circulen a partir del 1 de enero de 2028 por las futuras Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de los municipios de más de 50.000 habitantes. Esta norma indignó a varios ayuntamientos afectados por la medida, como por ejemplo Badalona, Mataró, Sabadell y Tarragona, que consideran que perjudica a los vecinos, sobre todo a los que tienen rentas modestas y a pequeños empresarios y autónomos. Algunos de ellos incluso se han mostrado partidarios de no aplicar el decreto y de buscar otras fórmulas para mejorar la calidad del aire.

Sin embargo, el Govern socialista ha decidido no flexibilizar la normativa en vigor, aunque sí prepara contrapartidas para acompañar a los municipios. "No tenemos intención de cambiar la ley porque ya incluye matices importantes", detalla Sílvia Paneque, consellera del Departament de Territori, Habitatge i Transició Ecològica de la Generalitat, en declaraciones a EL PERIÓDICO.

La idea del Ejecutivo catalán es no poner trabas a los consistorios sino darles apoyo durante el proceso "el tiempo que sea necesario", aseguran desde el Govern, en caso de que lo pidan. Fuentes de la conselleria destacan que hay más de un año de margen para redactar las ordenanzas —deberán estar listas en 2026— y cuatro para implementar la restricción de los vehículos más contaminantes.

No tenemos intención de cambiar las ZBE porque ya incluyen matices importantes

Silvia Paneque

— Consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica

Además, Paneque avanza a este diario ayudas e impulso al tren y los autobuses interurbanos para que sea viable poner en marcha las ZBE. "Ofreceremos la ayuda que haga falta y garantizaremos una mejor red de transporte público como compensación", asegura. De esta forma, los vecinos que no puedan utilizar su coche o comprar uno nuevo se verán menos afectados.

Superficie flexible

En algunos casos, desde las ciudades afectadas también se reclamó flexibilidad acerca de la superficie cubierta por el perímetro de la ZBE. El decreto aprobado a día de hoy indica que las ZBE deben ocupar al menos un 25% del suelo urbano de uso residencial. No obstante, el PSC presentó alegaciones para que se permitieran perímetros inferiores a este porcentaje si se justificaba técnicamente. Estas demandas se aceptaron y esta es una de las razones por las que el Govern decide no tocar el decreto.

El texto legal también abre la puerta a crear ZBE supramunicipales. Ahora, el 'departament' pilotado por Paneque está decidido a explorar las fórmulas que se requieran para que los alcaldes se sientan acompañados y dispongan de medidas compensatorias. El president Salvador Illa ha reiterado en varias ocasiones la intención de no gobernar de espaldas a los ayuntamientos y este movimiento de la conselleria va en esta dirección.

Alcaldes contrarios

Desde que el anterior Govern de Pere Aragonès anunció el nuevo decreto, los alcaldes de ciudades de la segunda corona metropolitana que superan los 50.000 habitantes (Vilanova i la Geltrú, Rubí, Terrassa, Sabadell, Mollet del Vallès, Granollers y Mataró) se han mostrado contrarios a la prohibición de los vehículos con etiqueta amarilla, esgrimiendo la importancia de hallar un consenso para implantar las ZBE sin poner obstáculos a la movilidad de los ciudadanos. Según datos de matriculaciones de 2022 de la Dirección General de Tráfico (DGT), estas ciudades son las que tienen mayor proporción de automóviles con etiqueta B, cuya circulación se verá limitada con la nueva normativa.

A esta oposición se sumó también Tarragona, que prepara una ordenanza que no prevé el veto a la etiqueta amarilla. Durante los últimos meses, y ante la indefinición del nuevo Govern, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) había hecho equilibrismos en cuanto a su posición: por una parte, varias de sus ciudades han activado ZBE sin contemplar la prohibición; por otra, el ente ha venido entendiendo el decreto como aplicable, tal como sostuvo Joan Maria Bigas, director de Movilidad y Transporte del AMB, en un foro organizado por la patronal AEMES Smart la semana pasada.

La mayoría de los alcaldes molestos con la obligación de restringir la entrada a las etiquetas amarillas son socialistas. Ahora, el Govern, del mismo color, tiene por delante el reto de hacer que cumplan el decreto. Este hecho, sumado a las flexibilizaciones respecto a la superficie incluidas en el decreto, parece augurar una buena sintonía entre estos municipios y el Govern. Tanto el secretario general de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Jordi Terrades, como la directora general de Canvi Climàtic i Qualitat de l'Aire, Sonsoles Letang, vehicularán el diálogo con los municipios para ir desarrollando estas ZBE menos rígidas pero que vetarán a los coches más contaminantes a partir de 2028.

Según ha podido saber este diario por fuentes conocedoras, después de la llegada al poder del PSC, se estudió la posibilidad de sustituir este decreto por otro. Pero después de analizarlo durante varias semanas, se ha optado finalmente por no tocar la normativa a cambio de fortalecer la red de transporte público y ofrecer ayudas económicas a los municipios que deban crear las nuevas ZBE. Así, se trata de aplacar los ánimos de los alcaldes en contra, sin que la regla deje de estar en consonancia con las normativas europeas y estatales. Catalunya sigue hoy lejos de cumplir con los objetivos que la Unión Europea marca para 2030 en materia de calidad del aire.

Otras medidas

El plan de calidad del aire que aprobó ERC en verano, todavía con el Ejecutivo en funciones, y que ya dispone de la luz verde del Govern Illa, no solo regula las ZBE. También incluye normativas más exigentes con las industrias contaminantes. Se ponen en el punto de mira dos sectores: el petroquímico, ubicado en Tarragona, y el cementero. También las metalurgias y las grandes incineradoras se enfrentarán a unas reglas más severas. De hecho, las patronales de este tipo de industrias presentaron decenas de alegaciones al proyecto durante los últimos meses. El plan fija un umbral limitante para los compuestos orgánicos volátiles (COV), un contaminante que hasta ahora no se regulaba, y que genera el ozono troposférico (O3).

Suscríbete para seguir leyendo