La carrera espacial

Pablo Colmenarejo: "La humanidad debe aprender cuanto antes a desviar la trayectoria de un asteroide"

El ingeniero español ha sido el encargado de diseñar el sistema de navegación y control de Hera, la primera misión europea de defensa planetaria

Europa se prepara para lanzar Hera, su primera misión de defensa interplanetaria para desviar asteroides

El ingeniero español Pablo Colmenarejo, en la sede de GMV.

El ingeniero español Pablo Colmenarejo, en la sede de GMV.

Valentina Raffio

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Madrid
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El gran reto de las misiones espaciales es poder operar, en la medida de lo posible, sin necesidad de un humano a los mandos. Sobre todo cuando los aparatos se alejan tanto de su planeta madre que tardan varias horas en enviar y recibir señales de la Tierra. En esos casos, saber cómo moverse y cómo actuar es clave para la supervivencia de la misión. El ingeniero español Pablo Colmenarejo, de GMV, ha sido el encargado de diseñar el sistema de guiado, navegación y control de Hera, la primera misión de defensa interplanetaria de Europa. "La humanidad debe aprender cuanto antes a desviar la trayectoria de un asteroide", explica el científico en una entrevista con EL PERIÓDICO.

Está a punto de despegar una misión en la que llevan trabajando más de una década. ¿Cómo se vive la víspera del despegue de un proyecto tan importante y al que, además, han dedicado tanto tiempo?

Es una mezcla de expectativas y nervios. Llevamos trabajando más de diez años trabajando en esta misión. En los últimos cuatro, solo para que se haga una idea, hemos dedicado un equipo de entre 20 y 25 personas solo a este proyecto. En vísperas del despegue estamos todos con los nervios a flor de piel. Sobre todo, porque sabemos que el lanzamiento es solo la primera parte de un viaje que empieza ahora.

"El lanzamiento es solo la primera parte de un viaje que empieza ahora"

Ya se habla de que estamos ante una misión histórica. ¿Cómo explicaría la importancia de este proyecto?

Hace dos años, la misión DART de NASA demostró que es posible desviar la trayectoria de un asteroide. Ahora, Hera vuelve al mismo lugar para estudiar su impacto y entender cómo, en un futuro, deberíamos actuar para evitar la colisión de un asteroide que se dirija nuestro planeta. Para ello necesitamos entender la estructura interna de estos cuerpos y obtener cuanta más información posible sobre cómo son y cuáles son sus puntos débiles. Estas misiones demuestran que la humanidad debe aprender cuanto antes a desviar la trayectoria de un asteroide.

Misiones como esta solo son posibles gracias al trabajo de miles de expertos de todo el mundo. ¿Cuál ha sido su rol dentro de este proyecto?

Desde GMV hemos sido los responsables de todos los sistemas de sistema de guiado, navegación y control de la misión. Es el equivalente al piloto automático de los aviones comerciales, lo que permite establecer la trayectoria y ejecutar las maniobras para que el satélite siga una ruta concreta. También nos hemos encargado del sistema de guiado de uno de los nanosatélites que aterrizarán en el asteroide. Ha sido un trabajo colosal.

"Hemos desarrollado el equivalente al piloto automático de los aviones, lo que permite establecer la trayectoria y ejecutar las maniobras para que el satélite siga una ruta"

Ahora mismo estamos todos pendientes del lanzamiento de la misión. ¿Pero qué pasará después, cuando la sonda ya esté en el espacio? ¿Cómo pondrá rumbo a los asteroides?

Cuando Hera llegue al espacio empezará una semana crucial de operaciones y maniobras. La mayoría se coordinarán desde el centro de control de Darmstadt, en Alemania, donde se hará un chequeo de todos los componentes básicos de la sonda y se ajustarán los motores. Después se realizarán maniobras para escapar de la órbita terrestre y poner rumbo a Marte.

¿Rumbo a Marte? ¿Acaso no están los asteroides en otra dirección?

La misión realizará una maniobra conocida como 'flyby' que consiste en utilizar la gravedad de Marte para coger impulso y viajar hacia los asteroides. Gracias a esto, Hera podrá llegar más lejos y de una forma más ágil. Si no fuera por esto, el satélite debería haber sido más grande, habría necesitado más combustible y habría acabado saliendo mucho más caro. El paso por Marte es una maniobra estratégica.

Su trabajo hará posible que Hera se pueda mover y orientar por el espacio. ¿Cuáles diría que han sido los principales desafíos técnicos a la hora de desarrollar este sistema?

El principal reto fue dotar al satélite de autonomía suficiente para operar lejos de la Tierra, donde las comunicaciones tienen un gran retraso. Hera es capaz de tomar decisiones por sí misma para, por ejemplo, evitar colisiones en caso de encontrarse con algún imprevisto por el camino o con escombros que puedan golpear la sonda. El sistema es capaz de detectar una trayectoria de colisión y hacer maniobras de corrección de manera autónoma para evitarlo.

"Hera es capaz de tomar decisiones por sí misma para, por ejemplo, evitar colisiones en caso de encontrarse con algún imprevisto por el camino"

La misión aspira a radiografiar los asteroides Dídimo y Dimorfos para encontrar sus puntos débiles. Para ello, la sonda deberá permanecer durante meses lo más cerca posible sin perder el control.  

Exacto. El satélite tendrá que orbitar el sistema binario de asteroides. Primero, a unos 30 kilómetro de distancia y después, poco a poco, tendrá que acercarse progresivamente hasta situarse a tan solo un kilómetro. A esa distancia, el satélite deberá ajustar su posición constantemente, y sin ayuda de la Tierra, para completar su misión. Si todo va bien, incluso se plantea que en la fase final de la misión podríamos intentar un aterrizaje. Aunque todo dependerá del combustible que quede. 

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