Varios multados en Ripoll denuncian "sanciones arbitrarias" por "ejercer el derecho a la libertad de expresión"

Varias personas y colectivos multados en Ripoll se han reunido este sábado por la mañana ante el Ayuntamiento para denunciar "el despotismo de Aliança Catalana". Critican que "la gente que difundió por todo el pueblo el cartel ganador de Fiesta Mayor, que el Ayuntamiento censuró, está empezando a recibir sanciones". Y afirman que "también se han impuesto otras sanciones arbitrarias a distintas vecinas y organizaciones del pueblo y de la comarca por ejercer su derecho a reunión, manifestación ya la libertad de expresión". Unos derechos que, defienden, son "imprescindibles en un estado democrático". Los concentrados en Ripoll aseguran que "el conjunto de las sanciones interpuestas por el Ayuntamiento llegan a sumar un importe de 25.000€".

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"Desde que Aliança Catalana entró en el gobierno del Ayuntamiento de Ripoll, no ha parado de reprimir cualquier oposición en su línea autoritaria. Aparte de su política discriminatoria sobre el empadronamiento, las falsas declaraciones de odio sobre inmigración o religiones y culturas, el ejemplo más claro de sus políticas antidemocráticas es el vis-a-vis respecto al cartel de la Fiesta Mayor, democráticamente escogido por la gente del pueblo y un jurado, el cual estuvo totalmente censurado", recoge el manifiesto que han leído este sábado ante el Ayuntamiento.

Además, denuncian "el método en el que se han identificado a las personas multadas" de una campaña que tildan de "persecutoria". "En algunos casos se pidió la identificación en persona o se las identificaron posteriormente a través de cámaras de tráfico de videovigilancia. En otros casos, ni se llegó a identificar a las personas multadas", sostienen. Unos hechos que, consideran, "son ejemplo de la intrusión en la privacidad de las personas ciudadanas de Ripoll por parte del Ayuntamiento; un Ayuntamiento que se dedica a perseguir y multar sistemáticamente a la disidencia política".

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Por todo ello, el colectivo cuestionó "la legalidad de estos métodos" y "la vigilancia que recibe la población". "Ripoll no es un caso aislado, forma parte de una tendencia que afecta al resto del mundo: el auge de las posturas de extrema derecha que reprimen los derechos de los y las ciudadanas", recoge el manifiesto, que sigue: "es por este motivo, que pedimos apoyo de toda la sociedad civil de Ripoll y Ripollès para rechazar la intención de estas multas a la gente de Ripoll y alrededores. Quieren silenciarnos y anular nuestra participación en la vida del pueblo. Sin embargo, seguiremos luchando para un Ripoll diverso, abierto a todas las culturas, ya todas las personas, y en contra la censura y el racismo mezquino y discriminatorio del actual gobierno".