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El CSIC crea un “médico de cabecera” para vigilar el estrés del mejillón en tiempo real
Lanza un proyecto para monitorizar ejemplares y ver cómo afectan los cambios climáticos a su estado
Participan varios investigadores de Vigo, Cataluña y el Consejo Regulador

Uno de los test previos en una batea de la Ría de Arousa / José Fernández Babarro
Galicia es referente en la producción de mejillón. Sin embargo, su cultivo en bateas no escapa a las variaciones medioambientales, lo que altera la vida de estos habitantes de las cuerdas y, por lo tanto, la producción de todo el sector. Para intentar atajar esta situación y poder evaluar lo antes posible cómo estos cambios afectan a los mejillones, el IIM-CSIC de Vigo (Instituto de Investigacións Mariñas) acaba de lanzar un proyecto que servirá para desarrollar un sistema que monitorice en tiempo real el estado de los bivalvos. Una especie de “médico de cabecera” que evaluará el “estrés” al que están sometidos. “Es como si fuese hacer un electrocardiograma y, en función de los resultados, podemos ver si el individuo está estresado” térmicamente, explica la responsable del proyecto, la investigadora Laura G. Peteiro, del IIM.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) anunció ayer el inicia en Galicia de seis proyectos en el marco del Programa Pleamar, cofinanciados por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa) en 2023. Durante un máximo de 18 meses, investigadores estudiarán la mortalidad accidental de aves marinas en artes de pesca; la integración de soluciones naturales en la restauración de ecosistemas portuarios; la conservación y explotación sostenible de erizo; la producción de aceites de pescado para la valorización de descartes de; la recuperación de residuos plásticos presentes en basuras marinas, y la iniciativa liderada por el IIM-CSIC sobre el mejillón.
Según explicó el CSIC, el proyecto, bautizado como MoMeNTO, cuenta con la participación del Consejo Regulador del Mejillón de Galicia y de la Federación de Productores de Moluscos de Delta del Ebro. La idea es usar un sensor de bajo coste desarrollado por el CSIC para crear ese sistema de alerta temprana. “Se trata de un sensor en una concha y un imán en la otra, que controla la apertura de las valvas [frecuencia y amplitud] del mejillón”, comenta Peteiro. A través de un cable, una maleta con energía solar situada en la batea transmitirá los datos a través de una red móvil.
Inicial
La investigadora, que coordina el equipo formado por más de una docena de personas, reconoce que están en una “fase inicial” y que van a “ajustar” el sistema en fase de laboratorio, para luego pasar a hacer pruebas en una batea de las rías gallegas y en el delta del Ebro, donde el mejillón “está más expuesto al cambio de temperaturas”.
La gran novedad de la iniciativa es que el sistema permitirá enviar datos en tiempo real, registrando hasta 10 movimientos del bivalvo por segundo. “Con ello puedes detectar estrés leve o agudo, antes de que el mejillón lo pase peor”, comenta la experta, que adelantar que, en el futuro, esta monitorización ayudará a hacer estrategias de manejo con las que mejorar la producción y la salud de los ejemplares.
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