El silencio y la discreción marcan la llegada de los refugiados a Tossa

A medianoche, para evitar los focos y desactivar el revuelo, los primeros 100 subsaharianos solicitantes de asilo han llegado en autobús al hotel de Tossa en el que se alojarán hasta que se tramiten sus peticiones. Está previsto que en las próximas horas llegue el segundo contingente, formado por otro centenar de refugiados.

De hecho, su primera jornada en la localidad costera ha estado marcada por la tranquilidad, el silencio y la lluvia. A primera hora de la mañana, un grupo muy reducido de refugiados han salido del hotel donde se encuentran alojados (el mismo tipo de establecimiento en el que ya fueron ubicados los refugiados ucranianos) acompañados por una trabajadora de la fundación APIP-ACAM, entidad especializada en el ámbito del derecho de asilo que se encarga de gestionar sus casos. Han evitado hacer declaraciones.

Baja el suflé

De hecho, esta ha sido la única salida de los refugiados desde su llegada, marcada por la discreción y la lluvia que ha estado cayendo en las comarcas de Girona. En el interior del establecimiento del hotel han mantenido una reunión en la que se les ha explicado cómo se gestionará su situación.

Tras el revuelo mediático y las polémicas declaraciones del alcalde de la localidad, Martí Pujals (Junts) –que este lunes apuntó a que se trataba de un contingente "desproporcionado" para una población pequeña y que podía afectar a la temporada turística–, vecinos de la localidad se han acercado para preguntar si los migrantes ya habían llegado. El suflé ha bajado también a pie de acera. Mientras que algún vecino aún ha mostrado cierta desconfianza en relación con la duración de la estancia de los migrantes, la mayoría de ellos han comentado que seguramente se había sobredimensionado el caso y la polémica.

La mayoría, de Mali

Todos los extranjeros desplazados a Tossa son mayores de edad procedentes de Mali, Níger y Nigeria que han solicitado asilo por motivos humanitarios. Es decir, se trata de refugiados, protección que no solo asiste a personas que viven en guerra o conflictos armados, sino también a víctimas de persecución por orientación sexual, actividad política o libertad de expresión. La mayoría procede de Mali, país que sufre un conflicto bélico y del que se aceptan el 98% de las peticiones de asilo

El grupo, por tanto, no residirá de forma permanente en el municipio. La reserva es para un mes, pero, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, "el recurso es temporal y no se sabe si se prorrogará". Durante ese tiempo, la Administración tramitará sus peticiones y tratará para ponerlos en contacto con familiares de otros puntos de España o de Europa.

Polémica

El silencio y la discreción de los migrantes contrasta con el alboroto político que se ha generado alrededor del caso, que ha llegado en plena crisis migratoria. Sílvia Paneque (PSC), consellera de Territori y portavoz del Govern, explicó el martes tras la reunión del Consell Executiu que debe darse una respuesta "humana y adecuada" a la crisis migratoria. Con mayor contundencia se ha expresado la líder de los Comuns, Jéssica Albiach, quien ha calificado al alcalde de Tossa de "racista" por criticar la acogida del municipio a 200 solicitantes de asilo. "Junts no puede permitirse este discurso", ha añadido.

La respuesta de Junts ha llegado a través de su secretario general, Jordi Turull. "El alcalde solo ha preguntado con qué criterio llegan estos migrantes y cuál es el reparto general". "La solidaridad no puede llevar el colapso de algunos servicios", ha afirmado.