Una avería "muy compleja" deja sin agua a Port de la Selva

Una avería ha dejado sin agua desde este lunes el municipio de Port de la Selva (Alt Empordà) en plena temporada turística. El segundo teniente de alcalde, Roger Pinart, ha explicado que una avería complicada o "diferente" les ha dejado sin agua, según informa Diari de Girona, medio del grupo Prensa Ibérica. Uno de los dos pozos que suministran de agua al municipio, el llamado Pou Vell, ha quedado embozado por la sal.  

Para solucionar el problema, este mismo miércoles se empezará a construir un nuevo pozo de suministro de agua. El gerente del Consorci d'Aigües de la Costa Brava, Jordi Agustí, ha explicado que este martes una empresa "ya empieza a descargar los equipos, por lo que el miércoles se empieza a perforar". Este nuevo pozo podría estar terminado en poco tiempo y no descartan que en un solo día esté ya hecho. "Hablamos de 15 metros, con un día se perfora", añade Agustí. En paralelo, también trabajan para desembozar el pozo.

Por el momento, el consorcio prevé un servicio intermitente en lo que queda de día porque varios camiones cisterna provenientes de Colera vierten agua a los depósitos y en las próximas horas también llegará agua en una tubería provisional desde Llançà. Esto debería permitir recuperar las reservas de agua como para reactivar la desaladora y que el suministro recupere la normalidad a partir de este miércoles.

En un apunte en 'X', Agbar ha señalado que la incidencia es "por causas ajenas a la compañía" y que el suministro se prevé que sea intermitente y que el agua suministrada contenga un nivel elevado de cloruros. De momento el corte se mantiene "indefinido". Desde Protecció Civil informan que la situación "es muy compleja".

El lunes se emitió un bando informando de que "debido al incremento de los niveles de sal del agua de red" se recomendaba no utilizar agua para cocinar ni beber hasta nuevo aviso. También se recordaba que deben cumplirse estrictamente las medidas indicadas de en bando municipal: "Está prohibido regar jardines, limpiar cualquier tipo de vehículo o embarcación y llenar piscinas".

Acopio de agua

Hay vecinos que aseguran que tienen un hilo de agua que les corre por el grifo, otros pueden llenar la cisterna del inodoro y otros no tienen agua de ninguna manera. Por eso muchos se han espabilado y han ido hasta la playa para llenar garrafas, cubos y botellas de agua. En paralelo, otros muchos han ido hasta el supermercado para llevarse botellas y garrafas.

De hecho, a media mañana el supermercado se quedó sin stock y todo el pasillo quedó vacío. Tan sólo había una sola balda con algunas botellas, eran las de 50 cl y las que saben a limón. Miquel es un vecino de Osona que tiene una segunda residencia en el Port de la Selva. Él es uno de los que ha ido a primera hora para comprar agua. "Había pocas garrafas pero todavía lo he conseguido", explicaba.

Bares sin café

A lo largo de la mañana muchos preguntaban a los trabajadores del supermercado en los que podían encontrar más botellas. La respuesta "no tenemos agua" ha sido la más repetida por toda la plantilla a lo largo de la jornada. Fuera, la situación era similar. Algunos bares no han servido café porque funcionan con el agua de la red y la poca que corría por las tuberías era salada. "Nos estropearía toda la máquina", explicaba Joaquim Nadal, propietario del bar Bellavista.

Además, el hostelero aseguraba que están lavando todos los platos a mano y por eso han decidido utilizar vasos y platos de papel y desechables. Pero el propietario teme que lo peor llegará con el servicio de mediodía. "No estamos listos para lavarlo todo a mano, será caótico".

El hecho de no tener agua potable ha generado molestias para algunos residentes del Port de la Selva. Algunos reclamaban resolver el problema pronto o si no marcharían. Otros, como Miquel, se lo toman con filosofía. Sin embargo, aseguran que si mañana no se ha resuelto la incidencia también decidirán volver a casa, en Osona. "Entiendo que lo que venga a pasar sólo una semana esté más cabreado", afirmaba el residente.

Por otro lado, Gilles es un francés que también tiene casa en el Port de la Selva. Estos días se está con otros dos amigos que hoy ya se marchaban. Sin embargo, para él no es ningún problema permanecer unos días sin agua. "Si es cosa de un día, dos o tres no pasa nada", decía riendo, "a lo sumo harás un poco más de mal olor".