Acción ecologista

De la Costa Brava a los pélets de Tarragona: seis playas catalanas reciben "banderas negras" por contaminación y mala gestión

Ecologistas en Acción, que amonesta a puntos de la Costa Brava, Costa Daurada, Maresme y Barcelona, denuncia la masificación y urbanización excesiva, la presencia de plásticos y la contaminación química y acústica que perjudica a la biodiversidad

Tarragona sufre vertidos de pélets regulares y crónicos desde hace décadas

Pelets de plastico en la playa de La Pineda, Rodri Castellvi, coordinador de GoodKarma haciendo un muestreo de microplasticos en la playa de la Pineda

Pelets de plastico en la playa de La Pineda, Rodri Castellvi, coordinador de GoodKarma haciendo un muestreo de microplasticos en la playa de la Pineda / ZOEY VOETEN

Guillem Costa

Guillem Costa

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Las "banderas negras" de este año, decididas por la entidad Ecologistas en Acción, pretenden señalar problemas de todo tipo en las playas: basuras marinas, vertidos, mala gestión ambiental, contaminación química o lumínica, poca naturalización, urbanización excesiva y masificación turística. En total, 48 costas de España han sido calificadas como puntos negros según el informe anual que publica cada año la plataforma ecologista.

En Catalunya, las seis playas señaladas se sitúan en la Costa Daurada, Barcelona, el Maresme y la Costa Brava. La playa de la Pineda de Vila-seca, Tarragona, que sufre vertidos crónicos de pélets, como trascendieron tras el episodio de Galicia, recibe una bandera negra por la "mala gestión de los plásticos contaminantes, en forma de pélet, de las industrias petroquímicas". El documento asegura que el problema está presente en muchas otras playas de España y también de los alrededores de Tarragona. "No obstante, la playa de la Pineda es el gran exponente de este tipo de contaminación", se explicita en el documento, a la vez que se recomienda impedir a las empresas, ocho de ellas expedientadas por la Generalitat, que sigan vertiendo residuos.

La playa de la Pineda, en Vila-seca, recibe una amonestación por la "mala gestión de los pélets"

En la provincia de Tarragona, también se pone el foco en la gestión del espacio histórico de la Savinosa, donde está previsto pavimentar un camino. Desde Ecologistas en Acción consideran que no se trata de una buena idea y que se debería renaturalizar este punto.

En Barcelona, una de las playas señaladas es la de las tres chimeneas, en Sant Adrià de Besòs. En esta zona, se planea un proyecto de urbanización que los ecologistas rechazan: "La zona se ha inundado varias veces y proponemos un parque litoral de uso social junto a la regeneración de la playa". La otra "bandera negra" en el área de Barcelona no es para una playa concreta sino para la "artificialización de las playas del Maresme".

Opinan desde Ecologistas en Acción que estas playas no están adaptadas al cambio climático: "La presencia de 18 espigones supone un gran problema cara a mantener los procesos naturales del litoral". Se propone una desurbanización progresiva consistente en eliminar estructuras rígidas y deconstruir ciertos edificios que se encuentran en zonas afectadas habitualmente por los temporales. También reclaman recuperar el delta del río Tordera.

Costa Brava contaminada

En las costas de Girona, se considera un problema el aumento de la contaminación en varias playas de la Costa Brava a causa del aumento de la presencia de barcos. El informe advierte de que tanto el ruido de los motores como la polución son un inconveniente para preservar la biodiversidad de estos espacios. La entidad pide que se cumpla de forma estricta la normativa que regula la presencia de embarcaciones en la costa.

La cala de la Farella, en Llançà.

La cala de la Farella, en Llançà. / IAEDEN

Además, se denuncia el caso concreto de la plata de la Farella, en Llançà, donde se ha aprobado la construcción de 62 viviendas justo en el último pinar existente en la zona antes de llegar al agua. Exigen detener el desarrollo urbanístico "sin control" no solo en Llançà, sino en toda la primera línea de mar a lo largo de la Costa Brava.

De las 48 banderas negras concedidas este año, en total, 15 son por urbanización de la costa, a veces incluso invadiendo el Dominio Público Marítimo-Terrestre (DMPT). Otras 16 por vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y graves problemas de depuración. Seis más por contaminación química, lumínica o acústica, tres por acumulación de basuras marinas, tres por dragados y ampliaciones portuarias y cuatro por afecciones a la biodiversidad. Del informe también se extrae otro grave problema ambiental que sufre el litoral español: la alta concentración de plásticos.