Educación en Catalunya

Una escuela de Barcelona crea el primer protocolo de uso de la Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial ya ha entrado en la escuela, ¿ahora qué?

Claves para el uso de la inteligencia artificial en la escuela

La escuela concertada apuesta por la inteligencia artificial para personalizar los procesos de aprendizaje

Alumnos de quinto de primaria del Colegio Montserrat, en Barcelona.

Alumnos de quinto de primaria del Colegio Montserrat, en Barcelona. / FERRAN NADEU

Helena López

Helena López

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuatro resúmenes de 'Nada' sobre la mesa; los cuatro creados por ChatGPT. No han entrado en el aula por la puerta de atrás, sino de la mano de M. Mar Sánchez Izuel, directora del Col·legi Montserrat de Barcelona y profesora de lengua castellana. El alumnado de primero de Bachillerato ha leído (en papel) y trabajado la más célebre de las obras de Carmen Laforet -un clásico en la selectividad de las últimas décadas- y su profesora, en vez de pedirles que hagan un resumen -que estos a su vez podrían pedir a ChatGPT-, les ha traído ella esos resúmenes hechos por Inteligencia Artificial (IA) para que los alumnos los lean, los comparen entre ellos y, a partir de su propio conocimiento de la obra, argumenten cuál es mejor y por qué.

Con este ejemplo reciente, M. Mar Sánchez Izuel explica la relación del centro con la IA. "A partir de aquellos cuatro resúmenes se generó un debate muy rico, pero de entrada yo ya dije la fuente de la que había sacado estos textos; eso es lo que nuestro alumnado tiene que aprender. ¿Usar IA? Por supuesto, siempre que citen bien de dónde ha salido cada información".

"Tenemos que naturalizar el uso de herramientas como ChatGPT, porque los alumnos las van a usar igualmente"

M. Mar Sánchez Izuel

— Directora del Col·legi Montserrat

"Tenemos que naturalizar el uso de estas herramientas, porque las van a usar igualmente. Si yo digo 'atrás', estaré no fiándome del alumno todo el rato. Quizá hace dos años les habría hecho hacer un resumen y ahora les presento yo los resúmenes de ChatGPT y les pido que me digan cuál es un texto expositivo, cuál es más ajustado...", prosigue Sánchez Izuel.

Tal es la apuesta de este colegio por la IA que está elaborando un protocolo para su uso en la escuela a partir de un proceso participativo en el que han sido invitados docentes, familias y alumnos. En la reunión con las familias de principio de curso, el centro ya explicó que uno de los hilos conductores de este año es cómo integrar la IA; y se las invitó a un taller compartido con familias y alumnos de primero de Bachillerato para generar el primer borrador de la política de uso de la IA en el centro. "Pensar en conjunto es clave para la confianza", señala la directora del colegio.

A partir de las primeras formaciones y sesiones de trabajo, han elaborado un borrador que ha sido seleccionado para participar en el programa de Intercambio de prácticas docentes y de centros Gira Transformació Digital de la UOC. Un borrador que será la base del protocolo final, que incluye tanto aspectos técnicos y pedagógicos como éticos.

Debate cíclico

"Está pasando como cuando llegó Google. Hubo un debate educativo interesante. Si tú haces preguntas 'googleables', el alumno te las buscará en Google, después no te enfades. El ChatGPT lo usarán, les deje yo o no. Entonces mi trabajo es hacer propuestas de aprendizaje distintas", reflexiona la directora de centro.

Ferran Fàbregas, profesor de Tecnología del centro, añade que otra cosa que están intentando hacer es que los alumnos entiendan cómo funciona la IA, "para que no la vean como una especie de herramienta mágica, que entiendan qué hay detrás para que sean conscientes de que no es un oráculo, es algo mucho más mundano, por muy sofisticado que sea tecnológicamente".

Alumnos de Educación Infantil del Col·legi Montserrat ante una pantalla gigante.

Alumnos de Educación Infantil del Col·legi Montserrat ante una pantalla gigante. / Ferran Nadeu

En esa misma línea, este año hay dos alumnos de segundo de Bachillerato están haciendo su 'Treball de Recerca' de 'machine learning' sobre cómo funciona la IA, cuál es su arquitectura. "La IA en realidad es tonta, lo que hace es poner una palabra tras otra, pero no sabe de qué está hablando, no piensa", bromea el docente.

"Hay mucho ruido señalando que la tecnología tiene que dar miedo; y, claro que tiene riesgos, pero desde el miedo no se hace crecer a la gente"

M. Mar Sánchez Izuel

A ojos de la directora de esta escuela, perteneciente a la Congregación de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, "hay mucho ruido señalando que la tecnología tiene que dar miedo; y, claro que tiene sus riesgos, pero desde el miedo no se hace crecer a la gente". "Hace falta acompañar ese uso desde el colegio", prosigue Sánchez Izuel, cuyo centro introdujo el uno por uno -un ordenador por alumno- en el año 2008.

Pese a esa apuesta decidida por la tecnología desde educación infantil, donde los niños ya tocan tablets, el centro -que combina los dispositivos electrónicos con un envidiable huerto y una no menos envidiable biblioteca (quitaron los libros de texto, pero siguen apostando por la literatura en papel)- fue pionero en prohibir el uso de teléfonos móviles en el interior del colegio, algo que este es el tercer curso que hacen. Cuando los chicos llegan al colegio los dejan en un bolsillito que tienen cada uno en la entrada, donde los recogen por la tarde al salir. "Aquí no necesitan el móvil porque tienen otro dispositivo", explican.

Suscríbete para seguir leyendo