Educación

Familias francesas, contra la digitalización en las aulas: "A los niños les cuesta más leer, escribir y concentrarse"

¿Por qué se ha desplomado la compresión lectora de los niños en Catalunya? 

¿Es posible mantener la atención del alumnado adolescente en aulas con un ordenador por pupitre?

07/07/2010 PINEDA DE MAR ALUMNOS DEL INSTITUTO PINEDA DE MAR UTILIZAN ORDENADORES CON LIBROS DIGITALES PARA APRENDER SUS CLASES. FOTO DE NURIA PUENTES

07/07/2010 PINEDA DE MAR ALUMNOS DEL INSTITUTO PINEDA DE MAR UTILIZAN ORDENADORES CON LIBROS DIGITALES PARA APRENDER SUS CLASES. FOTO DE NURIA PUENTES / NURIA PUENTES

Enric Bonet

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Una tendencia creciente en Europa, pero que genera cada vez más reticencias. La digitalización de la educación se ha acelerado en el Viejo Continente desde la irrupción de la pandemia del covid-19 hace tres años. Esta tendencia que parecía irreversible por los cantos de la modernidad empieza, sin embargo, a ser cuestionada.

"Cuanto más tiempo delante de las pantallas, más les cuesta leer, escribir y concentrarse"

En Catalunya, han generado alerta los malos resultados en comprensión lectora del alumnado de cuarto de primaria, según el último estudio internacional para el Progreso de la Comprensión Lectora (PIRLS). En Suecia, el Ejecutivo quiere hacer marcha atrás en su política de prescindir de libros de texto. Y en Francia ha surgido un debate incipiente. 

Un grupo de familias se ha organizado en una plataforma para protestar contra la digitalización de la educación primaria y secundaria. “Actualmente, lo digital está en todos lados en la escuela. Pizarras interactivas, comunicación a través de aulas digitales, ejercicios en línea en Moodle, exposiciones en Powerpoint, MOOC como apoyo en clases, orientación en plataformas y libros sustituidos por manuales digitales: la escuela se ha desmaterializado. Es moderno. ¿Pero es mejor?”, se preguntan en su texto fundacional los padres y madres del Colectivo de Luchas contra la Invasión Digital de la Escuela (CoLINE).

“Más les cuesta leer, escribir y concentrarse”

“Cuanto más tiempo pasan nuestros niños delante de las pantallas, más les cuesta leer, escribir y concentrarse. La bajada del nivel escolar en general se ha acelerado. Centenares de estudios lo confirman”, añaden. Según el último estudio de PIRLS, efectuado en 57 países, los niveles de comprensión lectora en Francia se sitúan por debajo de la media europea y de los de España. Al Gobierno de Emmanuel Macron le está costando revertir esta tendencia.

Los niveles de comprensión lectora en Francia están por debajo de la media europea

El Ejecutivo centrista quiere aumentar el número de horas semanales de francés, aunque Francia es el país europeo donde se imparten un mayor número de horas de clase del idioma nacional (hasta 288 horas por 228 horas de media en el resto de países en Europa).

Julie Perel es una de las impulsoras de CoLine y ella teme que esta baja comprensión se deba a la digitalización. “Nos gustaría que Francia siguiera el mismo ejemplo que Suecia. Queremos alertar sobre esta cuestión”, explica esta logopeda, que vive en Bretaña y es madre de tres hijos (de 19, 15 y 10 años). 

"Cada vez hay más niños a los que les cuesta formular pensamientos abstractos"

“Cada vez, hay más niños a los que les cuesta concentrarse. Les resulta cada vez más difícil formular pensamientos abstractos. Necesitan imágenes para concentrarse”, afirma, basándose en su experiencia laboral. Ella decidió fundar este colectivo por el estrés que generaba en su hijo estudiante de secundaria el uso constante del aula digital: “Le podían mandar deberes a cualquier hora. Esto me cabrea, porque, primero, podíamos pensar que él nos mentía y nos decía que no tenía tareas pendientes. Pero, a menudo, eran los profesores que se lo pedían tarde y no lo veía”.

Pocos estudios sobre sus efectos

Perel impulsó este colectivo a finales del año pasado junto con otra madre que vive cerca de Estrasburgo, en el nordeste del territorio francés. De hecho, la región del Gran Este se convirtió en una de las precursoras de la digitalización de las aulas en el país. Decidió prescindir de los manuales escolares y sustituirlos por contenidos en tabletas y ordenadores portátiles. Una tendencia parecida se está implantando en la región de París. Y una administración regional en Lorena (en el Gran Este) también impulsó una política experimental para que las sustituciones de profesores se hagan a través de clases a distancia, una medida destinada a compensar el problema en los relevos de profesores.

Las políticas educativas en Francia son una competencia repartida entre los municipios, departamentos (equivalente de las provincias), regiones y el Estado. A menudo, la decisión de equipar con ordenadores y tabletas depende de gobiernos locales o regionales, que ven en ello una inversión rápidamente palpable por las familias. Por ejemplo, el año pasado suscitó polémica la voluntad del Ayuntamiento de izquierdas de Poitiers de dotar de tabletas las escuelas de la ciudad para que las utilizaran durante media hora semanal los niños de entre 3 y 5 años

No obstante, el Gobierno central tiene un peso preponderante en la voluntad de digitalizar las aulas. “El anterior ministro Jean-Michel Blanquer —en su cargo entre 2017 y mayo de 2022— era un gran partidario de ello. De hecho, defendía la inteligencia artificial como una manera de que los profesores se libraran de tareas más repetitivas, como corregir exámenes”, recuerda Christophe Cailleaux, autor del libro 'Critiques de l’école numérique' y representante del sindicato SNES-FSU.

Este docente de secundaria se muestra crítico con la falta de estudios sobre la digitalización de las aulas y sus efectos. Y también lamenta que se promueva como una dinámica ineludible “por los intereses de los gigantes estadounidenses del sector digital, pero también de grandes empresas francesas (como Orange o Free) que ven en ello un potencial mercado en el que extenderse”.