Club de Educación y Crianza

El consejo de Bodo Schäfer, gurú de las finanzas, sobre la paga semanal

Paga semanal a los hijos: ¿cuándo empezar a darla y cuánto dinero?

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El empresario, autor y divulgador alemán BodoSchäfer

El empresario, autor y divulgador alemán BodoSchäfer / The Rights Company

Olga Pereda

Olga Pereda

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El empresario alemán Bodo Schäfer (Colonia, 1960) se ha convertido en un autor superventas con sus libros sobre economía y finanzas. Acaba de publicar en España 'Un perro llamado dinero' (Temas de hoy), una fábula dirigida a niños y preadolescentes para introducirles en el (habitualmente áspero) mundo económico. Recesión, inversión, salario, gastos, ingresos y ahorro son algunos conceptos con los Schäfer narra la historia de Kira, la dueña de un perro que habla y que enseña a la niña cómo manejarse con el dinero. “El dinero -afirma el can- no es lo más importante en la vida. Pero cuando falta adquiere una gran importancia. El dinero puede convertirse en un elemento agradable de tu vida”. El libro está arrasando en China, donde muchos profesores lo recomiendan a sus alumnos y alumnas.

¿A qué edad debemos empezar a hablar de dinero con nuestros hijos?

Desde el momento en que empezamos a darles una paga. Es importante explicarles qué es el dinero y diferenciar entre "dinero feliz" y "dinero infeliz". 

¿Qué es eso?

El primero es el que nos da alguien que nos quiere o el que ganamos con nuestro propio esfuerzo. 'Dinero infeliz' se refiere al obtenido por medios poco éticos o delictivos.

En sus charlas anima a los padres y madres a que insistan a sus hijos en la importancia del ahorro. ¿Por qué le parece importante que tengan una hucha? 

Cuando daba una paga a mis hijos, siempre les animaba a ahorrar una parte. Las investigaciones han demostrado que los niños, a partir de 6 años, entienden perfectamente el concepto. Por ejemplo, si les das dos euros como paga, puedes explicarles que sería una buena idea gastar un euro y guardar el otro.

Un perro llamado dinero

'Un perro llamado dinero' / Temas de hoy

Defiende que “ganar dinero depende de la confianza que tengas en ti mismo”. Sin embargo, no siempre es así. Depende del trabajo que encuentres o de los recursos que tenga tu familia. 

Tu observación es absolutamente válida. Los niños proceden de entornos diversos y se enfrentan a circunstancias distintas. Es poco probable que consigamos una sociedad en la que todos tengan las mismas oportunidades. No obstante, es crucial centrarnos en nuestras propias posibilidades en lugar de compararnos con los demás. Lo que me importa es lo siguiente: si nos abstenemos de compararnos con los demás, podemos descubrir formas de mejorarnos a nosotros mismos.

¿Cómo? 

Podemos reconocer nuestros puntos fuertes actuales, comprometernos a aprender un poco más cada día e imaginar una versión mejor de nosotros mismos. A medida que cultivamos esta mentalidad, aumenta nuestra confianza. Al aumentar la confianza, empezamos a ver más oportunidades, lo que a su vez nos da el valor para aventurarnos en nuevas empresas. Cada nueva experiencia se convierte en un trampolín para seguir creciendo y aprendiendo. A medida que continuamos este ciclo, nos volvemos más inteligentes, más seguros de nosotros mismos y nos abrimos a posibilidades aún mayores. 

Uno de los protagonistas de 'Un perro llamado dinero' es un niño que se gana un pequeño sueldo trabajando en una residencia de ancianos. Los niños están en edad de jugar y aprender en la escuela. ¿No debería ser el trabajo algo exclusivo de los adultos?

Uno de los mayores logros de la historia de la humanidad es la erradicación del trabajo infantil. Es esencial dar prioridad a su bienestar y desarrollo, permitiéndoles disfrutar de su infancia y proseguir su educación. Sin embargo, también creo que los niños deben tener la oportunidad de participar en ciertas actividades apropiadas para su edad y adquirir habilidades prácticas junto con sus estudios. Aunque el juego y el ocio son cruciales, es igualmente importante dotar a los niños de conocimientos y experiencias que les preparen para el futuro. 

¿Propone enseñar economía a los escolares?

Por supuesto que sí. La educación formal es importante, pero a menudo se centra únicamente en materias académicas y pasa por alto áreas esenciales como la salud, las relaciones, el espíritu empresarial y la gestión del dinero. No se trata de agobiar a los niños con un trabajo excesivo, sino de encontrar un equilibrio entre el juego, la educación y las experiencias del mundo real. Nuestros hijos e hijas tienen que aprender para la vida.