Informe policial

Radiografía de la violencia sexual en Catalunya: un 1% de sumisión química y un 4% de violaciones grupales

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Prisión para el sospechoso principal de violar con sumisión química a una joven de Terrassa

Las denuncias crecen el 19% durante los primeros cuatro meses de 2023 y se corresponden con autores conocidos

Una manifestación contra la violencia sexual.

Una manifestación contra la violencia sexual.

Guillem Sánchez

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Los Mossos d’Esquadra han presentado una radiografía de la violencia sexual que se ha producido en Catalunya entre el mes de enero y el de abril de 2023. Las denuncias, que ascienden a 1.247, han aumentado el 19% en relación al mismo periodo de 2022, lo que confirma una tendencia al alza tras la pandemia. Una de cada tres, además, la ha presentado una víctima que ha sufrido una penetración en contra de su voluntad.

Por primera vez, ha aclarado el comisario Ramon Chacón, cada una de las denuncias se han desglosado en más de 300 variables y han aflorado aspectos que no pueden compararse con años anteriores pero sí permiten conocer mejor qué características reúnen los delitos que se cometen contra la libertad sexual. La portavoz Montse Escudé, por su parte, ha subrayado en la misma rueda de prensa que deben "desmitificarse" algunos relatos sobre las violaciones grupales o la sumisión química, los cuales, a pesar de la gravedad, no resultan tan significativos si se ponen en el contexto del total de casos que se registran.

La radiografía de la violencia sexual en Catalunya: sin sumisión química y sin manadas

La radiografía de la violencia sexual en Catalunya: sin sumisión química y sin manadas. Lo explican, la portavoz y jefa del área técnica de Proximidad y Seguridad Ciudadana, la inspectora Montserrat Escudé, y el jefe de la comisaría general de Investigación Criminal de los Mossos, Ramon Chacón. /

Sumisión química

En estos primeros cuatro meses, por ejemplo, se han registrado 13 casos de agresiones sexuales por sumisión química. Es decir, agresores que han drogado deliberadamente a las víctimas con la intención de adormecerlas para inhibir su voluntad, un fenómeno que, en contraposición a las 1.247 denuncias presentadas en total, ha generado una "gran psicosis social", en palabras de Chacón. Solo en dos de estas, además, la droga se ha introducido en la copa de la víctima en el interior de la discoteca. El resto de sumisiones han tenido lugar lejos del ocio nocturno. Sobre todo han ocurrido en el interior de domicilios, situaciones en las que los violadores que drogan son parejas o exparejas. Estos números se corresponden con la declaración de las víctimas pero no están contrastados con análisis clínicos.

Los datos sí han confirmado lo que avisan otras instituciones como el Hospital Clínic, centro de referencia para mujeres que han sido violadas en Barcelona: la mayoría de los casos de ataques contra víctimas en estado de semiinconsciencia no se corresponden con una droga vertida en la copa de forma discreta sino con situaciones en las que el agresor se aprovecha de la vulnerabilidad de la mujer porque esta ha bebido demasiado, o ha sido enredada para beber demasiado. En consecuencia, los esfuerzos deben emplearse en prevenir estos segundos ataques y relativizar el riesgo de sufrir los primeros.

Violaciones grupales

Más cifras. El 4% de los hechos denunciados son violaciones grupales (cuando interviene más de un autor). Al ampliar el 'zoom' sobre estas 58 denuncias, solo el 6% de estas han ocurrido en establecimientos de ocio nocturno y, en todos los casos, han sido tocamientos perpetrados por grupos. El concepto de "manada", para Escudé, remite a grupos de hombres "que salen a cazar y que actúan coordinadamente" y no guarda relación con la realidad.

Chacón, a cargo de la Comisaria General de Investigació Criminal, ha pormenorizado estos casos de violencia grupal que, según ha avanzado, no presentan un patrón definido. En la mayoría de casos eran entre 2 y 3 hombres, en un 25% de las denuncias usaron la violencia física y en un 34%, todos los miembros del grupo violaron a la víctima. En la mitad de casos, la mujer conocía a los agresores del grupo

Cuando se trata de menores, a menudo la violencia grupal empieza como casos de 'bullying'. Chacón ha explicado que en la decena de denuncias recogidas en estos cuatro meses y que han protagonizado niños se observa que, a menudo, son menores que acosan a una víctima y terminan agrediéndola sexualmente para humillarla. Si, de nuevo, se centran los esfuerzos en prevenir el acoso escolar en lugar de tratarlo como delitos sexuales se estará actuando sobre el origen real.

En otros casos, la violencia sexual en grupo se ha desencadenado en un contexto de robos con violencia: jóvenes que después de amenazar con navajas a una mujer, y quedarse con sus pertenencias, han acabado haciéndole tocamientos.

Redes sociales

Únicamente un 33 de las denuncias son mujeres que han sufrido violencia sexual con un hombre al que habían conocido en redes sociales, una cifra que incluye los contactos que han comenzado con las aplicaciones de citas. Cuando la víctima es capaz de facilitar la identificación del agresor, se incluyen estos agresores en el porcentaje de autores conocidos.

En los últimos cuatro meses, el 60% de las denuncias han recaído sobre hombres que las mujeres conocían, que, en su mayoría, pertenecían a su entorno de confianza.

La violencia sexual es un "fenómeno complejo" y no resulta fácil "conocerlo", ha admitido Chacón. Los Mossos activaron en verano de 2022 un plan específico para combatirla en entornos de ocio nocturno –un lugar donde suceden sólo el 14% de las denuncias– y también para comenzar a recoger declaraciones e introduciéndolas de modo que después resulte posible extraer inteligencia policial, como la que han presentado este martes.