Un pistolero del tiroteo de Guinardó, pendiente de juicio por asaltar un bar con un hacha en 2020

Uno de los dos pistoleros que abrieron fuego contra un domicilio del distrito de Horta-Guinardó de Barcelona el pasado 4 de mayo está pendiente de juicio por otro violento episodio: asaltar con un hacha un restaurante del distrito del Eixample en setiembre de 2020, según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO. Se trata de un ciudadano chileno, Daniel Eduardo B.A., para el que la fiscalía solicita diez años de cárcel por este otro agresivo incidente protagonizado hace tres años y medio y para el que propone una expulsión de España a cambio de una reducción de la pena, en caso de condena.

Daniel Eduardo B.A. estaba en libertad por el violento asalto cuando protagonizó el tiroteo en el Guinardó

Daniel Eduardo B.A. se encontraba en libertad por el primer delito cuando hace tres semanas, en compañía de otro hombre, atacó con pistola a los moradores de una casa ubicada en la calle Anna Maria Martínez, debido a un desacuerdo vinculado supuestamente al tráfico de drogas. Hubo tiros en plena calle. Ciudadanos que presenciaron los hechos avisaron a los Mossos, que pudieron llegar antes de que Daniel Eduardo B.A. se diera a la fuga con el Seat Ibiza oscuro en el que se había trasladado al lugar. Tanto él como su compañero fueron detenidos --también lo fueron los dos hombres que fueron objeto de su ataque--. Actualmente Daniel Eduardo B.A. se encuentra en prisión provisional por este episodio más reciente.

Asalto al restaurante

Tres años y medio antes del tiroteo en el Guinardó, Daniel Eduardo B.A. atacó en compañía de 8 personas un restaurante ubicado en la calle Indústria de Barcelona, según el escrito del fiscal presentado en el juzgado de instrucción 18 que ha investigado estos hechos previos. La calificación del ministerio pública sostiene que estos 9 sospechosos allanaron el local de restauración a las 00.13 horas del 1 de setiembre de 2020.

Irrumpieron en el bar armados con "una pistola tipo Taser, un cuchillo hacha, una pata de cabra, y 3 pistolas", relata el fiscal. En el restaurante había cuatro empleados y el dueño. Apuntaron con las pistolas a la cabeza de dos personas, dispararon con la pistola eléctrica Taser a tres personas y ordenaron que se tiraran al suelo, usando la "violencia e intimidación" contra las víctimas y "aceptando los resultados lesivos que pudieran causar", subraya el escrito.

En concreto, Daniel Eduardo B.A., según el fiscal, golpeó con el "cuchillo tipo hacha" en la cabeza a uno de los trabajadores "con intención de amedrentar y quebrantar la integridad corporal", después, con "idéntica intención" agarró "por el cuello" al dueño cuando este se resistió a abrir la caja fuerte hasta que consiguió que la abriera.

Golpeados y atados

Los nueve atacantes, entre los cuales se encontraba Daniel Eduardo B.A., que fue el que actuó con más violencia según el fiscal, "ataron e inmovilizaron con bridas a los trabajadores", apoderándose de joyas de las víctimas y con el dinero de la caja fuerte "que ascendía a 6.085 euros". También se llevaron "nueve números de la lotería nacional, una visa oro a nombre del restaurante y un talonario con 20 talones". La agresividad empleada ocasionó graves heridas a varios de los camareros, algunos de los cuales estuvieron semanas de baja.

El fiscal propone que a Daniel Eduardo B.A., y a otros cinco implicados, se les sustituya una parte de la pena, en caso de que sean condenados, por una expulsión del territorio español. Es decir, que cumplan una parte del encierro en prisión y, después, sean deportados. Pide para todos ellos una pena de 10 años de cárcel por los delitos de robo con violencia e intimidación y lesiones subrayando que la forma de atacar puso en serio riesgo la integridad y vida de las víctimas.

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