Adif admite en un documento interno que la estación de Gavà podría necesitar hasta cuatro meses para volver a estar al 100%

Sea un rayo o el mal estado de la infraestructura, lo cierto es que los usuarios de la línea R2 han visto alterada su rutina de movilidad desde que el lunes por la noche se produjera un incidente en la estación de Gavà. Cuando esto sucede, cuando un transporte público ve mancillada su rutina, los viajeros se hacen siempre la misma pregunta: ¿hasta cuándo? El Ministerio de Transportes aseguró el martes, en una reunión para explicar los pasos a seguir, que el sistema requiere al menos de tres semanas de chapa y pintura para recuperar la normalidad. Pero un documento interno de Adif enviado al personal, con consignas de circulación durante el tiempo que dure la avería, presenta un plazo mucho más extenso.

Bajo el epígrafe 'aplicación', dice lo siguiente: "Miércoles, 03 de mayo de 2023 hasta lunes, 04 de septiembre de 2023". Es decir cuatro meses. Confirma este extremo un mensaje que el Centro de Gestión de Operaciones de Renfe mandó a su personal: "Incendio en instalaciones de Adif Gavà: previsión de reparación, 4 meses". Habrá mejoras mucho antes, pero una cosa es la recuperación parcial, y otra, la restauración total. Todo, además, en una línea que multiplica su demanda durante los meses veraniegos.

Es posible que el plazo que se incluye en este documento sea una mera indicación. O que, efectivamente, en unas semanas ya se pueda arreglar parte de la infraestructura para que, de manera paulatina, y hasta cumplir estos cuatro meses, la R2 vuelva a la absoluta normalidad. Pero fuentes conocedoras del sistema dudan de que, dada la magnitud de la avería, y conocidos los antecedentes, esto vaya a estar facturado antes de un mes. Adif, en cambio, detalla que el documento en cuestión se emitió unas horas después del incidente "para regular de forma coherente y segura la circulación de trenes ante a situación degrada creada por la incidencia" y añade que entonces "se desconocían los daños del enclavamiento, las actuaciones previstas para su reparación y las alternativas". Por eso, prosigue, se optó "por un periodo más amplio de lo necesario". el documento, sin embargo, entró en vigor, con la previsión de los cuatro meses, al día siguiente de que se hablara de tres semanas, un periodo que Adif mantiene para la recuperación de "la normalización de servicio"

"Tengo la sensación que para solo tres semanas no se habrían tomado tantas molestias en cuanto a instrucciones. Creo que estamos ante una avería más importante de lo que parece, mucho menos provisional", asegura un experto en la materia. En un mes es probable que el sistema de comunicación mejore, pasando del actual Bloqueo Telefónico (BT) al Bloqueo Automático Banalizado (BTB), que permitiría recuperar parte de los convoys ahora anulados. Pero faltaría mucho trabajo por delante.

Como en el Eixample

La pieza afectada es el enclavamiento de la estación de Gavà. Este elemento se encarga de controlar el funcionamiento de todos los dispositivos que están en la vía para que se cumplan con seguridad, y sin contradicciones, todas las órdenes y restricciones que reciben los trenes que circulan por este punto. Si quieren un símil, piensen en un cruce de calles con semáforos. Si viven en Barcelona, quizás habrán detectado en las intersecciones del Eixample unas cajas de color gris de un metro y medio de alto. Es el panel que controla esos luminosos, del mismo modo que cada estación tiene su enclavamiento.

Sin él, tal y como definió el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Xavier Flores, la estación "se queda a ciegas". Es como si un avión tuviera que aterrizar sin visibilidad, sin contacto con la torre y con todos los dispositivos del aparato averiados. "Solo con que el rayo hubiese caído unos metros más para allá, estaríamos hablando de una incidencia que se habría resuelto en unas pocas horas”, añadió el martes Flores. Pero no fue así, y los 3.000 voltios del cable cayeron sobre una señal que se incendió y trasladó el fuego hasta el edificio técnico (una caseta asida a uno de los andenes) del que brotan todos los cables que controlan el funcionamiento de la estación.

Robo de cobre

Las fotos del interior de esta instalación dejan claro que el daño ha sido mayúsculo. De ahí que personas conocedoras de la situación concluyan que tres semanas para solucionarlo es un plazo "muy optimista, casi imposible". Los antecedentes de averías similares invitan también a levantar una ceja. Empecemos por un incidente muy similar sucedido en diciembre de 2015, cuando cerca de Mollet se produjo un robo de 360 metros de cable de cobre en el trazado de la R8 que acabó causando un incendio que se llevó por delante todas las comunicaciones de la estación. Pudo costar la vida a la banda de apandadores, pero tuvieron suerte. El cable se quedó colgando, tocó una señalización y generó la sobrecarga y posterior fuego. Una situación muy similar a la de Gavà, aunque en este caso Adif ha asegurado que no se trata de un sabotaje o de un intento de robo. El caso es que en aquel caso, la avería requirió tres meses de trabajos para poder recuperar la fluidez.

El segundo ejemplo nos lleva a Massalfassar (València), donde el 21 de diciembre de 2021 se producía otro robo de cobre, en este caso, la friolera de mil metros, que derivó en un incendio que también arrasó el edificio técnico de la estación. Vaya por delante que las imágenes de aquel incidente muestran un nivel de estropicio superior al que exhiben las fotos del interior de la caseta de Gavà, aunque, en cualquier caso, requerirá de un renacimiento similar. "La cosa parece que va para largo", admitía entonces un portavoz de Adif. La propia ministra Raquel Sánchez compartía imágenes del lugar.

Del edificio técnico de Gavà, en cambio, solo se han filtrado fotos realizadas por personal de Adif, pero ni la empresa pública, ni tampoco ningún cargo político han mostrado el estado del sistema de control de la estación de la R2. Seis meses después, el tráfico ferroviario en el tramo Puçol-Alboraia (línea València-Castelló, la C6 de Cercanías del Núcleo de València) recuperaba el 100% de la normalidad. Adif invirtió tres millones de euros en aquella reparación. Un mes después de incendio pudo echar mano del Bloqueo Automático Banalizado para ofrecer un servicio que ya se empezaba a parecer al habitual.

Con todo, durante todo este tiempo Gavà dejará de ser una estación para convertirse en un bajador. Es decir, que solo tendrá operativas dos vías y dos andenes, y el resto de vías, por las que los Regionales solían avanzar a los Rodalies, se quedarán sin operativa hasta que todo esté resuelto y el enclavamiento esté de nuevo al 100%. Esa es la tarea que trascenderá a las tres semanas anunciadas por Adif.

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