En la Audiencia de Barcelona

El acusado del doble asesinato de Esplugues no mostraba síntomas de trastorno

El acusado de matar a su mujer y a su hija en Esplugues se escuda en que "perdió la razón"

Piden prisión permanente revisable al acusado de matar a su ex y su hija en Esplugues

El psiquiatra que lo trató la noche de los hechos mantiene que se encontraba "consciente y orientado"

El acusado de matar a su mujer y a su hija en Esplugues se escuda en que "perdió la razón".

El acusado de matar a su mujer y a su hija en Esplugues se escuda en que "perdió la razón".

EFE

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El acusado de matar a su expareja y a su hija de 3 años en Esplugues en 2020 no mostraba síntomas de trastorno mental horas después de los hechos, según ha afirmado en el juicio el psiquiatra que le exploró, pese a que él se escuda en un trastorno esquizofrénico para explicar sus actos aquella noche.

La segunda sesión del juicio del doble asesinato de Esplugues, ocurrido la noche de Reyes de 2020, ha servido para oír los testimonios de compañeras de trabajo de la víctima a las que esta explicó el acoso que había sufrido por parte del acusado, Rubén Darío Cabezas, así como el del psiquiatra que le atendió la misma noche de los hechos.

El acusado, después de cometer los asesinatos, tal como él mismo confesó en su declaración del viernes, llamó a la policía, por lo que fue detenido por los Mossos d'Esquadra al poco rato y estos le llevaron al hospital porque se había autolesionado con un cuchillo en la muñeca y en el cuello.

Lenguaje fluido

El médico psiquiatra que atendió al acusado aquella noche ha afirmado que se le dio el alta psiquiátrica porque "no presentaba síntomas de que sufriera una enfermedad mental". "Estaba consciente, orientado y su lenguaje era fluido. Tampoco oía voces", ha añadido el especialista ante el jurado.

Su versión contrasta con la versión de los hechos que dio el propio acusado en su declaración del viernes, cuando, si bien reconoció haber matado a su expareja y a su hija, añadió que antes de hacerlo había caído en un estado de sueño, que no recordaba nada de lo que había hecho y que se trató de un brote de esquizofrenia.

Móvil clonado

Por su parte, dos compañeras de trabajo y amigas de la mujer asesinada han afirmado en sus declaraciones como testigos que el acusado clonó el teléfono móvil de la víctima para espiar sus mensajes de WhatsApp.

Las dos amigas, que eran compañeras de la víctima en la Clínica Teknon de Barcelona, donde las tres trabajaban como administrativas, han relatado que después de que la mujer rompiera su relación con el acusado, este empezó a tener comportamientos de acoso como seguirla en alguna ocasión por la calle o espiarle el teléfono móvil.

Espiar de madrugada

Las testigos han situado estos comportamientos a partir de agosto de 2019, medio año antes del asesinato, cuando la víctima transmitió a su pareja que daba su relación por terminada.

Según una de ellas, la víctima le contó que el acusado recurrió a un amigo suyo que vivía en Manchester para 'hackear' y clonar el móvil de ella. La víctima, que ya sospechaba de que él hubiera hecho algo a su móvil porque el dispositivo "le hacía cosas raras", confirmó sus sospechas un día en que abrió el ordenador de Cabezas y encontró en el dispositivo la aplicación WhatsApp abierta con todos los mensajes y conversaciones que ella mantenía.

Según han afirmado las testigos, el acusado también accedía al móvil de la víctima de madrugada, en el piso donde convivían a pesar de la separación, y cuando ella le recriminaba ese comportamiento "él le pedía perdón". A través de ese espionaje, el acusado se enteró de que la víctima había empezado una relación con otro chico.