Violencia machista

Un jurado decidirá sobre el brutal asesinato de una mujer y su hija el día de Reyes de 2020 en Esplugues

La fiscalía pide prisión permanente revisable al acusado de matar a su ex y su hija en Esplugues

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El lugar del crimen de Esplugues, el 6 de enero del 2020

El lugar del crimen de Esplugues, el 6 de enero del 2020 / JORDI COTRINA

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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Sucedió el día de Reyes y fue el primer asesinato machista de 2020 en España. Los investigadores de los Mossos d’Esquadra se quedaron impactados por la violencia con la que el procesado, Rubén Darío C. M., de 30 años, atacó a su pareja, M. L., y a su hija de 3 años mientras dormían en el domicilio que compartían en Esplugues de Llobregat. La vista ha empezado este jueves con la elección del jurado. Este viernes están previstas las alegaciones iniciales y la declaración del acusado en una sala de la Audiencia de Barcelona. La fiscalía le reclama una pena de prisión permanente revisable por matar a la menor y otra condena de 34 años de cárcel por acabar con la vida de su pareja, maltratada habitualmente, y por acceder a su intimidad, pues habitualmente le consultaba su teléfono móvil sin ningún permiso.

El acusado y la víctima fueron pareja durante años y fruto de esa unión nació su hija. El infierno que padeció la mujer empezó en agosto de 2019, cuando comunicó a Rubén Darío su intención de poner fin a su relación sentimental. A partir de ahí y “sin asumir tal decisión”, mantiene la fiscalía, el procesado “con consciente desprecio a la libre determinación” de su compañera, comenzó a “mostrar actitudes de control y posesión hacia ella” y la sometió a “una dinámica de continuos reproches, insultos, seguimientos, vigilancias e incluso ataques de tipo físico y psíquico”. 

Celos e insultos

El imputado presuntamente atacó en alguna ocasión a la mujer, de 28 años, sin que consten lesiones o asistencia médica. A principios de diciembre de 2019, recoge la fiscalía, el acusado envió "mensajes de whatsapp conteniendo distintos reproches e insultos, y, entre otros, le decía textualmente: "Te has liado con el X", "eres de lo peor", "me has decepcionado muchísimo, a mí, a tu hija, a la que supuestamente quieres", "eres superpatética", "ya sé que hay más tíos...", "eso es lo que más me mata" o "eres horrible". En este marco de esta vigilancia y control, el acusado entró varias veces "al contenido de su teléfono móvil y a sus comunicaciones íntimas y reservadas".

Hasta 52 lesiones

En una de esas ocasiones, la madrugada del 5 a 6 de enero de 2020, el acusado volvió a acceder al teléfono y detectó que ella "estaba hablando con otro hombre y ello le provocó celos y un gran enfado", mantiene la acusación. Por eso, aprovechó que madre e hija dormían juntas para atacarlas con un cuchillo y matarlas. A la mujer le provocó 52 lesiones en cuello, tórax, cara y cabeza. El fiscal señala que ella no pudo defenderse del ataque con arma blanca porque estaba dormida: "La víctima se encontraba desprevenida en la tranquilidad de su domicilio y confiada por su relación previa con el acusado, sin que hubiese ninguna otra persona adulta en ese espacio cerrado que pudiera prestarle auxilio. Por tal razón el acusado pudo darle muerte sin riesgo para su persona".

La fiscalía precisa en su escrito de acusación provisional que el procesado ocasionó a su pareja "un gran sufrimiento a consecuencia del gran número de lesiones que le produjo y las zonas del cuerpo a las que dirigió su ataque, siendo algunas de ellas, principalmente las situadas en su cara, innecesarias para causarle la muerte, a lo que se añade el espanto y el sufrimiento moral de la misma, al percatarse de la presencia de la hija menor y su imposibilidad de protegerla frente a un ataque del acusado". En este sentido, la niña murió de una herida con arma blanca que le perforó el cuello.