Celebración católica

El Papa oficia la misa del Domingo de Ramos recién salido del hospital

El pontífice argentino, de 86 años, tuvo que ser ingresado durante tres días por dificultades respiratorias

FILIPPO MONTEFORTE/AFP

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AFP

El papa Francisco ha dado comienzo este domingo a la solemne misa de Ramos en la plaza de San Pedro de Roma, pocas horas después de salir del hospital donde estuvo internado tres días por una bronquitis. "Les agradezco su participación y también sus oraciones, que se intensificaron durante estos últimos días. ¡Gracias, gracias de verdad!", dijo a la multitud el pontífice argentino, de 86 años.

Francisco I, de pie en el obelisco central de la plaza del Vaticano, ha presidido el ritual al que han asistido 60.000 personas, según las cifras oficiales, y ha bendecido miles de ramos de olivo y palma, un rito para los creyentes católicos en recuerdo de la entrada de Jesucristo a Jerusalén. El papa se ha desplazado luego hasta el frontal de la basílica, siempre en coche, para asistir desde ahí a la misa, que fue oficiada por el cardenal argentino Leonardo Sandri.

La salud del pontífice argentino generó preocupaciones después de su hospitalización por dificultades respiratorias. Pero incluso cuando se lo consideraba ya fuera de peligro, planeó la duda sobre su fecha de salida y su eventual asistencia a los ritos de la Semana Santa, que se inician con la misa de Ramos.

Esas dudas se despejaron este pasado viernes, cuando el Vaticano anunció que Francisco recibiría el alta al día siguiente y que participaría en la semana más significativa de la Iglesia, que conmemora la muerte y resurrección de Cristo según el relato de los Evangelios. Las celebraciones se prolongarán hasta la misa Pascual del domingo 9 de abril.

Como en otras ocasiones y debido a que se desplaza en silla de ruedas por sus dolores de rodilla, Francisco sólo presidirá esta ceremonia, sentado en el centro del altar. El papa argentino está empeñado en cumplir su agenda de trabajo y ha querido demostrar al mundo que se ha recuperado. "Aún estoy vivo", dijo bromeando a los fieles y periodistas, al salir del hospital Gemelli de Roma. Al preguntársele cómo se sentía, contó una anécdota sobre la muerte y agregó: "Sólo sentí molestias, pero no tuve miedo".

Oración para los "abandonados"

"Jesús abandonado nos pide que tengamos ojos y corazón para los abandonados. Para nosotros nadie puede ser marginado", ha declarado el sumo pontífice. En este sentido, Bergoglio recordó a un mendigo muerto en su columnata "solo y abandonado" como una encarnación actual de Cristo. "Muchos necesitan nuestra cercanía, muchos abandonados, también yo necesito que Jesús me acaricie, que esté cerca de mi, y por eso voy a buscarlo en los abandonados y en los solitarios", se ha referido.

"Hoy hay tantos 'cristos abandonados'. Pueblos enteros explotados y abandonados a su suerte; pobres que viven en los cruces de nuestras calles, con quienes no nos atrevemos a cruzar la mirada; emigrantes que ya no son rostros sino números; presos rechazados, personas catalogadas como problemas", ha lamentado, elevando la voz. Así como "cristos descartados con guante blanco" como "niños no nacidos, ancianos dejados solos, en los geriátricos, enfermos no visitados, discapacitados ignorados, jóvenes que sienten un gran vacío interior sin que nadie escuche su grito de dolor".

Una semana agotadora

Uno de sus compatriotas purpurados, Leonardo Sandri, vicedecano del colegio cardenalicio, que está por cumplir 80 años, reemplazará a Francisco el domingo desde el altar. Pese a su reciente enfermedad y a que permanecerá varias horas al aire libre, Francisco aparecerá posteriormente en la ventana del palacio apostólico para el ángelus dominical.

Con la misa de domingo se abre una agotadora semana para el anciano pontífice, que incluye la misa "In Coena Domini" del Jueves Santo en la cárcel de menores de Casal del Marmo en Roma. El portavoz del papa, Matteo Bruni, adelantó que la misa en esa institución se celebrará de "forma privada", a una hora aún por fijar.

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Cuando era arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio solía visitar las cárceles el Jueves Santo y practicar allí el rito del lavatorio de pies a pobres, marginados y desamparados. Para el Vía Crucis nocturno del Viernes Santo en el Coliseo Romano, al que suelen asistir fieles y turistas de todo el mundo, aún no se conoce la programación.

Si su evolución favorable se confirma, es probable que el Domingo de Pascua, con ocasión de la bendición "Urbi et Orbi", a la ciudad y al mundo, el papa se asome desde la logia central de la basílica de San Pedro para leer el tradicional mensaje sobre los problemas del mundo.