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Hoteles solo para adultos: ¿derecho al descanso o discriminación?

Vetar el acceso a niños va en contra de la Constitución, pero el sector hostelero recuerda que es una opción más y que hay mucho público que demanda tranquilidad

Un niño pequeño pasea por la calle con una moto de juguete, en Madrid.

Un niño pequeño pasea por la calle con una moto de juguete, en Madrid. / David Castro

Madrid

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Llegan las minivacaciones de Semana Santa. Por fin. Si has buscado -o estás buscando- un hotel para estos días puede que te encuentres con alguna etiqueta como ‘hotel romántico’. Es uno de los camuflajes que usa la industria para disfrazar un controvertido cartel: 'kids-free' (libre de niños).

Los hoteles -o los restaurantes- que se promocionan directamente como 'only adults' (solo adultos) cometen una infracción. Jorge Fernández, profesor colaborador de los estudios de Derecho de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), recuerda que ese cartel supone una discriminación por razón de edad, según el artículo 14 de la Constitución. “Es el mismo caso de un establecimiento que se promociona bajo la etiqueta ‘solo gais’ o ‘solo heterosexuales’”, añade.

El veto de este tipo de establecimientos no es comparable con, por ejemplo, la prohibición a los menores de 16 años de entrar en una discoteca. “Eso no es discriminar sino proteger el interés del menor”, sentencia el docente universitario.

Caribe

El concepto 'only adults' se puso de moda en la década de los 70, en los grandes complejos hoteleros del Caribe, que se dirigieron al público adulto estadounidense para prometerles una especie de luna de miel, unos días de descanso y desconexión total sin niños y niñas haciendo ruido y montando jaleo.

En España el primer establecimiento 'only adults' abrió en 2008 en Gran Canaria. Este tipo de turismo está viviendo un momento dulce. Según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, el 5% de los hoteles españoles se adscriben a esta clasificación. Cuestión de oferta y demanda.

"El sector turístico es dinámico y busca constantemente nuevos y atractivos productos. Las parejas sin hijos con dobles ingresos ('double income no kids') tienen un gasto medio elevado", explica Pablo Díaz, profesor de Turismo de los estudios de Economía y Empresa de la UOC.

Lo habitual no es colgar el letrero de 'kids-free' sino disuadir al público familiar. De ahí, las etiquetas como 'escapada romántica'. “Otras opciones son el hecho de no tener menú infantil en el restaurante, no disponer de tronas ni de camas supletorias o de promocionarse bajo una publicidad de descanso total y bienestar”, destaca el profesor de Derecho. “Si tienes hijos, directamente, no miras ese tipo de ofertas y te vas otras”, añade.

"Lo habitual no es colgar el letrero de 'kids-free' sino disuadir al público familiar. Algunas opciones son el hecho de no tener menú infantil en el restaurante, no disponer de tronas ni de camas supletorias"

— Jorge Fernández, profesor colaborador de los estudios de Derecho de la UOC

El docente asegura que los ayuntamientos “hacen la vista gorda” porque si quisieran, con la ley en la mano, podrían multar estas prácticas. "Las administraciones no son excesivamente activas a la hora de fiscalizar los alojamientos que se publicitan como solo para adultos. Y, en casos de inspecciones, la respuesta de los establecimientos se centra en negar que se prohíba la entrada a menores y a decir que simplemente están enfocados a un público adulto, si bien puede acceder todo tipo de clientes sin restricción alguna en cuanto a la edad. La remisión a un error en la expresión publicitaria suele ser habitual", concluye.

El sector, sin embargo, niega que estemos delante de una discriminación. Más bien lo consideran una opción y recuerdan que ningún padre ni madre irían con sus niños pequeños a un restaurante con estrellas Michelín. “Cuando empezó, nadie entendía bien el concepto de solo adultos. Hoy sí. Es más, el público lo busca porque demanda tranquilidad", explicaba hace tiempo, en estas mismas páginas, Armando Romero, director del hotel Neptuno de Gran Canaria.

El caso de Bilbao

Con los hoteles sucede lo mismo que con los restaurantes. Es ilegal colgar el cartel de 'kids-free'. En octubre de 2021, el céntrico bar-restaurante-lounge Balicana de Bilbao, provocó una intensa polémica al advertir en su web que los clientes debían en ser mayores de edad. Es un ambiente, con coctelería incluida, “no adecuado para niños”. Sí lo es para adultos que quieren disfrutar con tranquilidad de un menú a mediodía o una copa por la tarde. Los hosteleros de Bizkaia arroparon a Balicana y aseguraron que no se trataba de una discriminación sino de un modelo de negocio. La organización de consumidores FACUA, sin embargo, entró a la polémica y aseguró que impedir el acceso a un local exclusivamente por motivos de edad es un uso discriminatorio del derecho de admisión, que no se encuentra amparado por la legislación. “Se trata del mismo caso que si un establecimiento prohibiera entrar a un colectivo por su etnia, género o lugar de origen”, aseguraron.

Dos años después de la controversia, Balicana ya no se promociona así en su web sino que, directamente, habla de su menú.