Narcotráfico
Resuelto el crimen de Salou: los asesinos aprovecharon que su rival estaba solo y de vacaciones
Los Mossos subrayan que todo habría sido más difícil sin la intervención de los ciudadanos que esa noche impidieron la huida de uno de los asesinos
Guillem Sánchez
Redactor
Periodista de sucesos. Antes trabajé como redactor de sociedad en la Agència Catalana de Notícies (ACN).
Profesor asociado en la Facultat de Comunicació i Relacions Internacionals Blanquerna.
Libros Publicados: 'El Estafador' (Editorial Península) y 'Crónica del Caso Maristas' (Ediciones B).
Al volante de un Renault Clio, los tres hombres salieron armados con pistolas de Valence, una ciudad francesa ubicada al sur de Lyon, y recorrieron durante la noche del 9 de mayo de 2022 los 640 kilómetros que los separaban de Salou. Se detuvieron solo para poner gasolina. En Salou, pasaron el día comprando ropa y entreteniéndose en los bares. Y a las 22.50 horas hicieron el trabajo para el que habían venido desde Francia: matar a un hombre de 24 años, miembro de un grupo de traficantes rival.
La víctima había ido a pasar unos días de vacaciones a la costa catalana y sus enemigos sabían que estaba solo. Por eso aprovecharon esa oportunidad para acabar con su vida. Cuando paseaba por la calle de Saragossa, justo frente al restaurante El Abuelo, los tres hombres lo sorprendieron. Uno de ellos sacó un revólver y lo acribilló. Después, emprendieron la huida, en busca del Renault Clio.
Xavier Tenorio, sargento de la Unitat Territorial d'Investigació de los Mossos en Tarragona, ha explicado que llegar hasta ellos habría sido mucho más complicado sin la "proeza" que protagonizaron los ciudadanos esa noche. Aquel lunes hacía buen tiempo en Salou, las terrazas de la zona turística estaban razonablemente llenas y la ráfaga de disparos y los gritos posteriores paralizaron su actividad. Algunos camareros y clientes, que salieron a ver qué ocurría, se toparon con los tres fugitivos y se abalanzaron sobre uno de ellos. Tenorio cree que ignoraban que iban armados y que acababan de matar. No tardaron en descubrirlo. Tal como se aprecia en el vídeo que publica este diario, que recoge el momento de la contención, uno de los presentes repara en ello: "Tiene una pistola". La llevaba anudada al tobillo.
La huida
Los otros dos franceses dejaron atrás a su compañero, se montaron en el Clio y emprendieron la huida. Cerca de Tarragona, pararon en un McDonald's. Las cámaras de seguridad de este establecimiento captaron cómo, antes de entrar, dejaban una bolsa de plástico bajo uno de los contenedores.
Mientras cenaban algo rápido, una patrulla de los Mossos, que formaba parte del dispositivo activado para tratar de dar con ellos, se acercó al McDonald's. La presencia de los policías hizo que los dos fugitivos salieran precipitadamente del local y no recogieran la bolsa de plástico abandonada bajo el contenedor.
Con el Clio, condujeron hasta La Jonquera y tomaron una pista forestal para llegar hasta los límites de la frontera. Allí cambiaron de vehículo y entraron en suelo francés. Uno de los dos que habían logrado huir era el autor material de los disparos, de tan solo 20 años.
Identificados dos presos
El sargento Tenorio pone en valor la contención de los ciudadanos porque eso permitió a los investigadores enfocar la investigación en la dirección correcta desde el principio. El arrestado, que llevaba documentación falsa encima y no había usado la pistola que escondía en el tobillo según comprobó balística, tenía antecedentes en Francia, por tráfico de drogas y acciones violentas vinculadas a esa actividad criminal. El 12 de mayo, tres días después, los investigadores encontraron el Clio abandonado junto a la frontera. Y no tardó en aparecer tampoco la bolsa de plástico del McDonald's, que contenía el arma del crimen –el revólver sí había disparado esa noche– y algunas piezas de ropa.
En la pistola había huellas dactilares que entregaron la identidad del asesino y en el Clio la policía científica encontró las del tercer implicado en el homicidio. La ropa que había en la bolsa era la misma que habían comprado durante el día de los hechos en Salou.
Colaboración con Francia
Los Mossos, tras identificar gracias a la lofoscopia a los dos escapados, entregaron toda la información del caso a las autoridades francesas, que respondieron que los dos hombres que habían podido huir de la escena del crimen se encontraban en ese instante en la cárcel. Uno de ellos había sido detenido por un delito menor y el otro, por haber intentado matar otra vez. El juzgado de Tarragona que ha tutelado esta investigación se coordinó con la justicia francesa, a través de Eurojust, y envió a Valence el pasado mes de febrero al detenido por los ciudadanos en Salou. A pesar de que el crimen se cometió en España, las partes han aceptado que se juzgue en Francia: tanto la víctima como los agresores son franceses.
El sargento Tenorio ha detallado que, aunque las causas que motivaron el asesinato no están del todo claras, el fallecido pertenecía a un grupo criminal enfrentado con el de los asesinos por el tráfico de droga en Valence. "Querían vengarse de él y decidieron aprovechar la debilidad que suponía que se encontrara de vacaciones en Salou", concluye.
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