Incendios forestales

La sequía aviva las llamas en Castellón en el primer gran incendio del año

La provincia solo ha registrado dos días de lluvias en 4 meses

Los bomberos tratan de apagar las llamas en Villanueva de Viver.

Los bomberos tratan de apagar las llamas en Villanueva de Viver. / EP

Sara Ríos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El incendio que asola la comarca del Alto Mijares, en Castellón, es, desgraciadamente, el primer gran fuego forestal de la temporada en toda España. Una campaña que, sin duda, se ha avanzado de manera considerable porque las llamas devorando los bosques son más propias del verano que de esta época del año, cuando la primavera acaba de llamar a la puerta esta misma semana. Más allá de una posible negligencia humana, las causas hay que buscarlas también, como explicó el catedrático de Climatología de la Universitat Jaume I (UJI), José Quereda, en el casi omnipresente cambio climático.

Hay dos componente que, sin duda, han avivado las llamas en el interior de la provincia. Por un lado, la sequía y, por otro, las elevadas temperaturas que, en la zona afectada, han disparado el mercurio hasta los 27 grados, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología. "Desde el mes de diciembre, en casi cuatro meses, solo ha llovido dos días en la provincia dejando un acumulado de unos 20 litros por metro cuadrado, cuando los registros deberían estar entre los 130 y los 140 litros", detalló el profesor Quereda.

"Estamos padeciendo una sequía acuciada en los últimos meses, con un ecosistema muy seco y unas condiciones climáticas que no son propias de marzo", afirmó, al tiempo que resaltó que la alarma por el cambio climático está ya dada y que va acompañada por datos que así lo refrendan. 

Quereda pone el foco en la merma de recursos hídricos, lo que provoca que el monte esté más seco de lo habitual y arda como un polvorín con un avance muy rápido de las llamas. 

Gestión forestal

Por su parte, el presidente de la Plataforma Forestal Valenciana, Rafael Delgado, advirtió de que, mientras no se revitalicen las actividades agrarias y se apueste por políticas de vertebración y gestión del territorio, la situación de los incendios forestales "irá a peor". "Tenemos el cóctel perfecto para que se produzca una catástrofe", señaló.

Igualmente, criticó las "cortapisas" que se ponen a la gestión forestal y del territorio con una excesiva burocracia e instó a "darle la vuelta" a esta realidad. "Hay que coger el toro por los cuernos y que la gente joven tenga las mismas oportunidades en la ciudad que en el medio rural. Mientras quieran hacer como que no lo ven esto irá a peor", sentenció Delgado.

Empieza la temporada de incendios en marzo, mal augurio para las próximas décadas. Es un asunto complejo de soluciones difíciles. Bejís ya nos avisó de la posibilidad de incendios de sexta generación, caracterizados por comportamientos extremos del fuego con piroconvecciones y pirocúmulos que cambian el comportamiento del incendio y con velocidades de propagación que llegan a sobrepasar a los equipos de extinción.

Estos comportamientos que hace un tiempo se hubieran considerado como algo inaudito en la Comunidad Valenciana se están convirtiendo desgraciadamente en algo habitual. Los incendios en nuestra región empiezan a ser considerados con mayor frecuencia fuera de la capacidad de extinción por parte de los operativos que trabajamos en el terreno, unos dispositivos que, a veces, tan sólo podemos centrarnos en la protección de viviendas, vidas y patrimonio.

Esta situación se ha originado hace más de 30 años con el abandono de las zonas rurales y se ha agravado por el cambio climático. A medida que dejamos que avance la masa forestal por la despoblación y el abandono rural la incidencia de los factores climáticos en los incendios aumenta. Hoy podemos decir sin género de duda que tenemos en Castellón bosques fuera de su rango climático y con un elevado estrés hídrico. En este contexto, la gestión estratégica y sostenible de los bosques y sus incendios es una asignatura pendiente a mejorar.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, el mes de julio del 2022 fue el mes más cálido en España desde que hay registros oficiales, este 2023 no pinta mejor. A estas graves cifras hay que añadirle la famosa regla de los 30 ampliada: temperaturas por encima de los 30 grados, humedad relativa por debajo de los 30, vientos de más de 30 km /h, con una orografía con más de 30 grados de inclinaciones y un abandono de las zonas rurales de más de 30 años.

La primera cuestión a valorar es si, como dijo recientemente el secretario general de la ONU, "la bomba de tiempo climática está en marcha, pero aún estamos a tiempo de desactivarla", mientras que la segunda es si estamos dispuestos a afrontar la paradoja de la extinción o si, por el contrario, existen otras alternativas centradas en la prevención.

Suscríbete para seguir leyendo