Educación sexual

Jóvenes y desuso del preservativo: “Nunca piensas en que puedes pillar algo"

EL PERIÓDICO charla con un grupo de adolescentes sobre prevención sexual

Adolescentes

Adolescentes / El Periódico

Marina León

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El coste económico, el placer presentista y la improvisación despuntan como la tríada de argumentos que llevan a un grueso de jóvenes y adolescentes a no usar el preservativo. En una charla con EL PERIÓDICO, un grupo de chavales confirma lo que ya apuntan los últimos estudios: que no tomar precauciones es la práctica sexual de riesgo más extendida (Barómetro Juvenil del Ministerio de Salud, 2021), y que, pese al aumento exponencial de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), existe menos preocupación por la prevención en salud que por evitar los embarazos no deseados. "Cuando tienes relaciones nunca piensas en que puedes coger algo”, admite Ariadna, de 16 años.

Los datos de la encuesta de la Diputació de Barcelona sobre hábitos sexuales a alumnos de cuarto de la ESO ya apuntaban a que solo el 50% de los chicos defiende que el preservativo debe usarse siempre. "Sabemos que la ‘marcha atrás’ es menos efectiva que el preservativo, pero nos preocupamos más por el placer que por el resto de cosas”, explica Marc, de 16 años. “Mis amigas no los usan, dicen que da más placer hacerlo sin, luego se les retrasa la menstruación y se preocupan”, añade Marina, de 18 años, quien asegura que ella siempre se ha negado a tener relaciones sin protección: “No lo he hecho por miedo, por nada del mundo querría quedarme embarazada”.

Gasto económico

Por su parte, Arnau, de 16 años, apunta al factor económico. “Si mantienes relaciones con tu pareja cada semana, comprar condones supone un gasto bastante grande -asegura-. Si tienes 35 años y trabajas te lo puedes permitir; nosotros, con 16, no”. Y para Marc, el factor de espontaneidad también tiene algo que ver: “Hay veces que por motivos económicos no se puede, otras porque te ‘pilla’ en un sitio en que no tienes y, en lugar de abstenerte, lo haces sin”. Añade que mantener relaciones sin protección también “depende mucho de la confianza que tengas con la otra persona”. Su compañero Arnau está de acuerdo: “Si es una relación esporádica creo que estamos más mentalizados en que hay que usarlo; si hay confianza no nos lo pensamos tanto”.

Insistir para usar preservativo

En una ocasión, confiesa Arnau, se ha encontrado en la situación de tener que convencer a una persona “de confianza”, su expareja, para usarlo. Normalmente utilizaban preservativo, un día no tenían y decidieron hacerlo sin. “Como éramos pareja estable y llevábamos un tiempo juntos, empezamos hacerlo sin condón, pero tuvimos un susto, yo ‘me cagué’ y tuve que insistirle mucho para volver a usarlo”, cuenta Arnau.

"Normalmente somos nosotras las que convencemos a los chicos para usar condón", asegura Ariadna

En general, sin embargo, suelen ser ellas las que insisten en usar preservativo. En este sentido, el 67,9% de las adolescentes se ven “totalmente capacitadas” para convencer a su pareja sexual de usarlo, frente al 52,2% de ellos. Según la encuesta de la Diputació de Barcelona, estos resultados se deben a que ellas suelen ser las que se encuentran más veces en situaciones en las que se ven obligadas a hacerlo. "Normalmente somos nosotras las que convencemos a los chicos para usar condón, porque nos podemos quedar embarazadas", asegura Ariadna.

Poca conciencia ante las ITS

Las infecciones sexuales se están disparando: hoy representan la segunda causa de enfermedad infecciosa en Europa, según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias. Este crecimiento afecta sobre todo a las mujeres, quienes según el Observatorio de Salud Femenina Bloom, entre 2012 y 2019 han registrado un aumento del 1.073% en enfermedades como la sífilis, la clamidia o la gonorrea. El problema es que, entre la generación Z, parece que existe más preocupación por los embarazos no deseados. “Yo tengo mucho más presente el embarazado, le tengo más miedo que a las infecciones. A un bebé no lo podría mantener, una enfermedad se cura, ¿no?”, reflexiona Marina.

 “Vemos imposible tener una infección, nos parece algo de adultos", admite Ariadna

Explican que “una persona de 16 años le da más importancia a no quedarse embarazada”. ¿El motivo? “Si hay embarazo, debes recurrir a tus padres”, dice Marc (aunque en realidad la edad legal para abortar sin permiso paterno son los 16 años). Sus compañeros están de acuerdo: ni se les pasa por la cabeza llegar a contraer una ITS. “Vemos imposible tener una infección, nos parece algo de adultos", apunta Ariadna. En cambio, “el embarazo sí lo tienes presente, parece más probable”.

Educación sexual, Tik Tok e “ir tarde”

La respuesta a la desinformación siempre es la educación, en este caso, afectiva y sexual. Marina critica el tipo de charlas que sobre este tema se dan en los institutos por ser “demasiado teóricas” y “puntuales”, razón por la que dice no recordar cosas tan importantes como la diferencia entre los métodos anticonceptivos que protegen de los embarazos no deseados de los que previenen las infecciones. Arnau añade que el problema de la educación que se da en los institutos es que “van tarde” y se lleva a cabo cuando “la mitad de la clase ya ha hecho cosas”.

“Nos la hicieron en cuarto de ESO, tú ahora miras a los alumnos de segundo de ESO y ves que tienen más actividad sexual que yo”, explica Ariadna, y añade que “estaría muy bien” tratar en estas charlas temas relacionados con las “distintas formas de sentir placer” lejos de la penetración. Tanto ella como su compañero Arnau concluyen que las redes sociales están haciendo mucho daño, así que la educación sexual tiene más trabajo que nunca en hacer ver a los adolescentes que “lo que ven en Tik Tok no es real”.

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