Educació implicará a los ayuntamientos en la lucha contra el abandono escolar

El porcentaje de abandono escolar en Catalunya está en el 17%, por encima de la media española (14%); mientras la Unión Europea establece como objetivo para el 2030 un índice de abandono del 9%. Como principal medida para intentar acercarse a ese todavía lejano objetivo, el Departament d'Educació ha presentado este jueves en Manresa un plan de choque contra el abandono escolar prematuro, cuya medida principal es el compromiso de compartir con los ayuntamientos los datos de los alumnos que abandonan los estudios de forma prematura, una reivindicación histórica del mundo local. En el curso 2023-2024 se pedirá a las familias el consentimiento firmado y los datos se compartirán a través de la inspección en las mesas locales de planificación educativa de forma trimestral.

Un 6,5% de alumnos de 4º de ESO dejaron los estudios el curso pasado en Catalunya

Esta es la medida más destacada del plan que la 'conselleria' ha presentado durante la primera cumbre contra el abandono escolar prematuro, organizada por el Departament d'Educació en la que han participado entidades, ayuntamientos, agentes locales y la Sindicatura de Greuges.

Los datos hacen evidente la urgencia del plan: un 6,5% de alumnos de 4º de ESO dejaron los estudios el curso pasado en Catalunya. En 3º de la ESO, los estudiantes que abandonan han pasado del 2,5% (curso 20-21) al 4,7% (21-22). Peor es la situación en los ciclos de FP de grado medio: uno de cada cuatro alumnos no acaba el primer curso.

Además de la implicación de los municipios, el plan hace una recopilación -y un compromiso de refuerzo- de medidas ya existentes: el protocolo contra el absentismo, los programas de diversificación curricular o la orientación educativa.

Otra de las principales medidas del plan son los cambios en la preinscripción de los ciclos de Formación Profesional de grado medio: los alumnos que vengan de 1º de bachillerato y de las escuelas de adultos tendrán la misma prioridad que los de 4º de ESO. Esta era también una vieja reivindicación. La falta de orientación de muchos alumnos les llevaba a empezar un bachillerato que no lograban acabar y, al querer volver a estudiar haciendo un ciclo medio al curso siguiente se encontraban con que el sistema les dejaba en último lugar porque la prioridad a la hora de acceder a plazas públicas era para los alumnos procedentes de 4º de ESO.

Dificultad añadida

Al matricularse los últimos, era fácil que no lograran plaza en los estudios que deseaban, lo que dificultaba precisamente su reincorporación a los estudios. Lo mismo pasaba con los estudiantes que llegaban desde las escuelas de adultos o las escuelas de segundas oportunidades. Era una situación muy frustrante para los chicos y chicas que después de haber hecho todo el proceso de empoderamiento para volver a estudiar se encontraban con que no podían por falta de plazas.

Estos cambios en la matrícula, acompañados de una ampliación de plazas públicas en la FP que el 'conseller' Josep Gonzàlez-Cambray ha adelantado que presentarán el próximo lunes, pretenden ser un primer paso en la reducción de las tasas de abandono, junto con la apertura de datos con los ayuntamientos.

Efectos del abandono

¿De qué hablamos cuándo hablamos de abandono escolar prematuro? El abandono escolar prematuro incluye a la población que no ha completado la educación secundaria obligatoria o que, habiéndola finalizado, no ha terminado la formación posobligatoria y no sigue ningún tipo de educación o formación. El abandono está asociado a mayores posibilidades de paro, trabajos mal remunerados, exclusión social o pobreza y menos perspectivas de progresión profesional, algo que se agudiza en las chicas.

El plan de choque incluye también la creación de grupos de trabajo con los distintos agentes implicados y el seguimiento por parte del Síndic de Greuges. En concreto, se crearán dos grupos de trabajo con la participación de representantes de las escuelas de nuevas oportunidades y de otras entidades para crear los indicadores de detección de los alumnos potencialmente abandonadores y de acompañamiento a los municipios en la elaboración de planes locales de prevención del abandono.

Desde la Fundación Bofill, que lleva años señalando el problema social que suponen los alarmantes datos de abandono escolar prematuro, valoran el compromiso político de querer llegar a ese 9%, pero consideran negativo que el plan de choque no incluya medidas a sus ojos imprescindibles, como la creación de becas, vitales para evitar el abandono del sistema de las personas que lo hacen por problemas económicos (en los colectivos vulnerables las cifras de abandono escolar son el doble de la media).