Tres muertos

Un camión averiado impide a un turno de bomberos de Rubí acudir al incendio mortal

Los funcionarios que empezaban la guardia a las siete de la mañana habrían podido acudir al fuego si el tercer camión del parque hubiera estado operativo

Tres muertos en el incendio de un edificio en Rubí

Tres muertos en el incendio de un edificio en Rubí / RICARD CUGAT

Guillem Sánchez

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Los bomberos del parque de Rubí se encontraban trabajando en un accidente en la A-2, en Castellbisbal (Baix Llobregat) cuando se ha declarado el incendio en el bloque de viviendas de Rubí en el que han muerto tres personas. El aviso del trágico fuego de la calle Saragossa ha entrado en el parque de bomberos a las 06.56 horas, cuando faltaban cuatro minutos para que comenzara su guardia el personal del turno siguiente. El problema es que el tercer vehículo que habitualmente está en el parque no estaba disponible. 

Fuentes de la Conselleria d’Interior aclaran que los bomberos del parque de Cerdanyola, el primero en llegar al fuego de Rubí, se han personado en el siniestro 15 minutos después del aviso y remarcan que el fuego se ha extinguido en cuatro minutos. Los dos camiones del parque Rubí han regresado de Castellbisbal y han llegado al lugar poco después del vehículo de Cerdanyola. 

Cinco minutos antes

La ausencia del tercer vehículo del parque de Rubí, subrayan bomberos consultados por este diario, ha impedido que el primer auxilio de los bomberos del turno nuevo llegara antes. Al volante de este tercer vehículo, estos bomberos que ya se encontraban en el parque preparados para salir, habrían podido presentarse en el incendio de la calle de Saragossa en menos de diez minutos. Es decir, habrían llegado cinco minutos antes que el camión de Cerdanyola. 

Las tres personas que han perdido la vida en este incendio estaban tratando de huir de las llamas a través de la puerta principal. El fuego, sin embargo, estaba junto al portal del edificio, en el cuarto de contadores, y el humo ha inundado el vestíbulo y el pasillo. Las víctimas, según todos los indicios, han muerto intoxicadas por el humo. Sus cuerpos estaban en la zona comunitaria, cerca de la salida a la calle.

Las posibilidades de sobrevivir en caso de que se declare un fuego en un edificio se multiplican si las personas se confinan y cierran cuantas puertas les resulte posible para poner barreras entre el fuego y el humo y donde se encuentran. Si en lugar de esperar a los bomberos y confinarse en el domicilio, se opta por tratar de salir a la calle cruzando a través del humo, el riesgo de fallecer también se dispara, como ha vuelto a ocurrir de nuevo este miércoles en Rubí. 

En este caso, además, las personas no podían salir a la calle a través de ventanas construidas solo un par de metros sobre la acera porque estas tienen rejas metálicas. Esa estructura ha provocado que la espera de las familias que aguardaba a los bomberos con la cara asomada entre los barrotes haya sido angustiosa.