Con más tiempo y más creatividad: así ha sido la prueba piloto de la selectividad de hoy

"Lea atentamente los tres documentos y conteste las preguntas. Recuerde que una falta de ortografía resta 0,25 puntos". Uno de los documentos es una publicidad a toda página del Ministerio de Igualdad titulada ¿Has oído hablar del edadismo o discriminación por edad? Incluye fotos y diversos tipos de letra. Las preguntas son dos. La primera, señalar la función que tienen las imágenes. La segunda, buscar en el texto ejemplos de las funciones del lenguaje: poética, referencial, metalingüística y apelativa.

Así ha sido el examen de lengua castellana y literatura, incluido la prueba piloto de selectividad, realizada hoy en 50 centros de varias comunidades, Catalunya incluida. Los exámenes, a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, han sido los mismos en todas las autonomías. Bajo la batuta del Ministerio de Educación y FP, el objetivo la jornada de hoy ha sido ir probando en las aulas el futuro modelo de prueba, más competencial, menos memorístico y más acorde con los actuales currículos y la ley de educación (Lomloe), que califica la selectividad como una prueba donde se medirá "la madurez académica" de los aspirantes a entrar en la universidad. El ministerio pretende de esta manera "ajustar y armonizar" los exámenes, en cuya redacción llevan meses trabajando varios grupos de expertos en cada materia.

La nueva evaluación para el acceso a la universidad (EvAU) no se implantará totalmente hasta junio de 2028, un año más tarde de lo previsto inicialmente. De esa manera, el ministerio que dirige Pilar Alegría tiene más tiempo para dialogar y alcanzar consensos. También para asentar en las aulas la Lomloe, que ha entrado en vigor este año en los cursos impares y el que viene lo hará en los pares.

Hasta que llegue 2028, la selectividad experimentará cambios paulatinos, que comenzarán en el curso 2023-24. Ese año, los estudiantes titulados en bachillerato que quieran acceder a un grado título tendrán que superar unos exámenes similares pero no idénticos a los de ahora. El modelo competencial -con más tiempo del habitual: 105 minutos- se irá deslizando en las pruebas con el objetivo de que los alumnos y las alumnas discurran más y sean más creativos. En un principio, se barajó la idea de hacer pruebas tipo test, pero se desechó.

Para la prueba piloto de filosofía de hoy, el examen contenía dos textos, uno de Hanna Arendt y otro de Bertrand Russell. Los alumnos han tenido que "identificar la tesis o idea principal del texto" y mostrar la "estructura argumental" del autor y la autora. Además, han tenido que localizar la pregunta filosófica que aborda el texto. Por último, se ha pedido a los alumnos que imaginen que son los autores de la cita y que han viajado al presente. “Elabore una nueva versión de las tesis del texto aportando ejemplos actuales que justifiquen que sigue siendo necesaria esta reflexión”.

La prueba ha concluido con un análisis filósofo a partir de imágenes, incluida una viñeta del caricaturista Selçuk Erdem bajo esta pregunta: “¿Se puede considerar el arte como una forma de conocimiento?”.

Inglés y matemáticas

En la prueba de inglés, los alumnos han escuchado una grabación sobre el acceso a agua potable en India. Acto seguido, han contestado un test con preguntas sobre dicha información, lo mismo que con un texto escrito sobre Angola y la falta de agua.

En matemáticas, la prueba ha consistido en realizar una serie de ejercicios teniendo en cuenta una situación real: el circuito de motociclismo de Cheste (València). Los alumnos han debido calcular una ecuación general de la recta del circuito, así como calcular el tiempo del que disponen dos pilotos para realizar un adelantamiento entre dos puntos. Otro ejercicio ha invitado a los estudiantes a calcular los metros cuadrados que se necesitan para realizar unas obras de restauración en la catedral de Zaragoza con azulejos de estrellas mudéjares. Otra situación real en la examen de matemáticas ha sido la de una empresa de alquiler de hamacas y sombrillas. Los estudiantes han tenido que calcular el precio que se debe fijar para obtener el máximo beneficio.

La selectividad, en España, tiene un altísimo nivel de aprobado (un 96%). El equipo de Pilar Alegría se muestra convencido de que los nuevos exámenes no supondrán un descenso de este porcentaje. Los exámenes no serán más difíciles sino distintos, alegan. El cómputo de la nota seguirá como hasta ahora. La EvAU supondrá un 40% y el bachillerato, un 60%. De ese 40% de la selectividad, un 60% corresponderá a la prueba de madurez (los exámenes de las asignaturas comunes, como inglés o historia) y el 40% restante dependerá de la prueba de modalidad (las asignaturas de las especialidades de cada bachillerato). 

En la redacción de los exámenes de selectividad, hay tres instituciones competentes: el Gobierno, las comunidades y las universidades. El Gobierno descarta una selectividad única en toda España, como reclama ahora el PP a pesar de que existe jurispruedencia contraria.

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