Sanidad pública

España vigila la alerta de botulismo en la UE por viajes a Turquía para adelgazar

Sanidad no ha detectado ningún caso como los de Alemania, Austria y Suiza, en que los pacientes enfermaron tras recibir una inyección de toxina botulínica

Investigación en un laboratorio.

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EFE

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España no ha notificado hasta la fecha ningún caso de botulismo como los 14 que se han registrado Alemania, Austria y Suiza en pacientes que viajaron a Turquía en febrero para someterse a operaciones para adelgazar, pero mantiene una vigilancia y monitorización constantes de la situación. Así lo han informado fuentes del Ministerio de Sanidad tras la alerta del Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) de esas 14 personas que entre el 22 y el 25 de febrero se sometieron a un tratamiento consistente en una inyección intragástrica de toxina botulínica.

Según el boletín del ECDC, 10 de esos casos se operaron en la misma clínica de Estambul: "Existe un riesgo de intoxicación para quienes viajan a Turquía para tratamientos médicos con inyección intragástrica de la neurotoxina del botulismo", advierte el organismo europeo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió el pasado agosto de que había detectado lotes falsificados de un producto de neurotoxina botulínica distribuido en Turquía en mayo de ese año, si bien se desconoce si "se han utilizado para tratamiento en los casos reportados hasta el momento".

Los afectados con botulismo son adultos de mediana edad, cuyo cuadro varió de leve a grave; varios han sido hospitalizados, algunos de los cuales han requerido ser ingresados en la uci.

Los síntomas

El botulismo es una enfermedad neuroparalítica grave causada por las toxinas botulínicas producidas principalmente por la bacteria Clostridium botulínica; puede ocurrir naturalmente en cuatro formas diferentes: el botulismo transmitido por alimentos, el intestinal, el infantil y por heridas. Y otras dos que no ocurren naturalmente, como son el botulismo por inhalación y el iatrogénico, que es el reportado por estos países y la forma más reciente de botulismo creada por el hombre, que puede aparecer después de la administración de la toxina con fines terapéuticos o cosméticos.

Los síntomas del botulismo iatrogénico se caracterizan por debilidad y dificultad para tragar. Los posteriores a un tratamiento cosmético pueden ser oftalmológicos y orofaríngeos (visión borrosa, párpado caído y sequedad de boca), mientras que las toxicidades posteriores a los tratamientos terapéuticos están relacionadas con la dificultad para la respiración y debilidad.

Según el ECDC, y teniendo en cuenta la posible variación en la presentación clínica de la enfermedad, "es posible que algunos casos estén aún por identificar" y pueden surgir nuevos en personas que viajan a Turquía -meca de la cirugía de obesidad- para someterse a estas intervenciones, más baratas que en Europa, por lo que ha pedido a los países que comuniquen cualquier información relevante al respecto.