Conmoción en el Bages

La UB despide a Vito, geólogo fallecido en Súria: "Nunca se enfadaba, transmitía buen rollo"

Victoriano Pineda había empezado a trabajar como geólogo en la mina accidentada, pero se quería dedicar a la investigación

La facultad de Ciencias de la Tierra le concederá el título de doctorado, que el joven alicantino estaba a punto de concluir

Minuto de silencio en la Facultat de Ciències de la Terra de Barcelona en homenaje a los tres geólogos fallecidos en Súria

Minuto de silencio en la Facultat de Ciències de la Terra de Barcelona en homenaje a los tres geólogos fallecidos en Súria / RICARD CUGAT

Guillem Costa

Guillem Costa

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"Risueño, vital y siempre dispuesto a dar buen rollo. Nunca se enfadaba." Ni cuando le precintaron todos sus cosas y sus documentos para gastarle una broma. Aquel día, regresaba de Ámsterdam y cuando llego al despacho se encontró varias cajas amontonadas para que no pudiera trabajar. ¿Cuál fue su reacción? Reírse a carcajadas y soltar un simpático "cabrones".

Esta es solo una de las anécdotas que han recordado este viernes, en un acto cargado de emoción, los compañeros de doctorado de Vitoriano Pineda, uno de los tres jóvenes geólogos fallecidos el jueves en la mina de Súria. En la facultad de Ciencias de la Tierra de la Universitat de Barcelona (UB), donde estudiaba, todo el mundo le llamaba Vito. "Te fuiste sin avisar y por eso nos despedimos con esta carta: solo tenemos palabras de amor hacia ti. Tu paso por nuestras vidas nos ha marcado para siempre", le han confesado emocionados seis de sus amigos de la facultad.

"Si me das esta beca, no te arrepentirás", le dijo Victoriano Pineda al director de su doctorado, que estaba a punto de terminar

Minuto de silencio en la Facultat de Ciències de la Terra de Barcelona en homenaje a los tres geólogos fallecidos en Súria

Minuto de silencio en la Facultat de Ciències de la Terra de Barcelona en homenaje a los tres geólogos fallecidos en Súria / RICARD CUGAT

Geología del café

Tanto a ellos como a los profesores de Geología solo se les ocurrían momentos alegres cuando pensaban en Vito. Y así lo han reflejado las imágenes que se han proyectado en el improvisado acto de homenaje: se le veía disfrazado de brujo, haciendo muecas o bailando flamenco. Lo único que le han recriminado es que no limpiara su taza de café: "Los sedimentos, con la prueba del carbono-14, nos daban una edad más antigua que sus 29 años".

En el patio de butacas del auditorio se mezclaban alumnos jóvenes, doctorandos, profesores y sus dos familias: la de sangre y la de la sala de becarios 242, dos tribus que este viernes se han fundido en largos abrazos. "Os damos las gracias por haber hecho de él la persona que era", les han agradecido los colegas a los padres y a la pareja de Vito.

"Era crítico, con pensamiento propio y le esperaba un gran futuro como geólogo" 

El acto se ha celebrado después de un minuto de silencio que en realidad han sido cinco o más. Antes de las doce en punto, decenas de personas ya estaban quietas en silencio, muchas de ellas con lágrimas en los ojos. A la hora señalada, el rector de la UB, Joan Guàrdia, ha roto el silencio con un "empezamos". Y 60 segundos después, han empezado los aplausos interminables.

Minuto de silencio en la Facultat de Ciències de la Terra de Barcelona en homenaje a los tres geólogos fallecidos en Súria

Minuto de silencio en la Facultat de Ciències de la Terra de Barcelona en homenaje a los tres geólogos fallecidos en Súria / RICARD CUGAT

El profesor Lluís Gibert dirigía el doctorado de Vito: "Posiblemente es el día más triste de mi vida". Gibert y Vito tenían una relación muy intensa. Cuando el segundo aspiraba a la beca, le dijo algo que se le quedó grabado: "Si me das esta beca, no te arrepentirás". Y Gibert no se arrepintió. "Le decías cuatro cosas y ya se espabilaba, era crítico, con pensamiento propio y le esperaba un gran futuro como geólogo".

Nuevo trabajo

Victoriano estaba a punto de terminar el doctorado y hacía muy poco que había encontrado empleo en la mina de Súria. En la empresa ICL, ha recordado Gibert, estaban encantados con su forma de hacer, se lo hubieran quedado para toda la vida: "Pero para él era algo temporal. Quería entrar en el mundo de la academia y la investigación", ha explicado el director de su tesis. Gibert también ha rememorado una frase de Mark Twain: "El miedo a la muerte viene del miedo a la vida. Un hombre que vive plenamente está preparado para morir en cualquier momento. Y él vivió intensamente. Nunca lo olvidaremos".

Otro profesor, Juan Diego Martín, estaba igual de tocado: "Es una injusticia. Pensaba que hoy sería mejor que ayer, pero no. Me he despertado temblando, y todavía tiemblo".

A Vito solo le quedaba redactar la tesis, el resto lo tenía todo hecho. Por eso, el rector ha anunciado que la facultad de Ciencias de la Tierra tendrá un nuevo doctor. "Porque se lo merece", ha concluido Guàrdia.

Tras este anuncio, los abrazos y llantos han vuelto a invadir los pasillos de este edificio de la UB. Vito siempre recibía a los nuevos doctorandos con los brazos abiertos. Les transmitía la pasión por el rock español y por la geología. Esta vez, los brazos abiertos han sido los de su familia, amigos, conocidos y compañeros de facultad, que se han arropado los unos a los otros.

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