Religión

La comunidad judía de Girona pide un espacio en el cementerio de la ciudad para enterrar a sus difuntos

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zentauroepp40411151 barcelona 04 10 2017 barcelona cementerio judio de montju c171005091923 / RICARD CUGAT

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La comunidad judía de Girona pide un espacio en el cementerio municipal donde poder enterrar a sus difuntos. La portavoz de la Asociación Cultural Judía Girona-Costa Brava, Emilia Roffé, ha explicado a Catalunya Ràdio que no disponer de ellos les obliga a trasladar los cuerpos a Barcelona, donde sí hay espacios habilitados, o bien a renunciar a la tradición (y enterrar a los difuntos en nichos o incinerarlos).

"Nuestra religión manda que los entierros se hagan en contacto con la tierra, porque es de donde venimos y allá donde volvemos", dice Roffé. "Por eso, pedimos poder tener un espacio en el cementerio", añade. El Ayuntamiento de Girona ya se ha puesto en contacto con ella por encontrarse a finales de mes y ha mostrado predisposición para dar respuesta a la demanda.

El Call de Girona es uno de los espacios emblemáticos del Barri Vell. Símbolo del pasado de la ciudad, cada año recibe a numerosos turistas que visitan su laberinto de patios y callejones. Aquí es donde está también la actual sinagoga -situada en la calle de la Força- el Museo de Historia de los Judíos, que cuenta la historia de las diferentes comunidades judías medievales de Catalunya. Y que, precisamente, cuenta con una colección de lápidas hebreas medievales procedentes del cementerio judío que existía en Montjuïc.

Sea como fuere, sin embargo, la comunidad judía de Girona actualmente no cuenta con ningún espacio donde poder enterrar a sus difuntos. Ahora, quieren que esto cambie. "Simplemente pedimos un lugar en el cementerio; nuestra religión recoge que los entierros deben hacerse en contacto con la tierra, porque es de donde venimos y allá donde volvemos", explica la portavoz de la Asociación Cultural Judía Girona- Costa Brava.

En contacto con la tierra

Roffé, de origen argentino y que lleva unos 20 años viviendo en la ciudad, explica que la comunidad judía de Girona la forman unos sesenta familias. Pero que en toda la demarcación, también hay muchas que vienen a pasar las vacaciones por toda la Costa Brava o que realizan estancias largas. La mayoría son sefardís.

La portavoz de la asociación explica que, cada vez más, en la comunidad hay "bastante gente de entre 60 y 80 años". Y que, por eso, a medida que pasan los años, se hace más necesario poder disponer de un cementerio judío en la ciudad. Según ordena la religión judía, tras lavar y purificar el cuerpo, el difunto debe descansar en contacto con la tierra.

Sin embargo, hoy por hoy, la única solución que tienen los judíos de Girona para cumplir con la tradición es trasladar a los difuntos a Barcelona. Emilia Roffé explica, sin embargo, que hay familias que no pueden permitírselo y que hay veces en las que esto también es "desesperante". La alternativa que les queda es renunciar a la tradición y optar por hacer los entierros en un nicho o incinerar los cuerpos. "Pero esto último solo ocurre cuando no hay más remedio, porque nuestra religión no lo permite", lamenta la portavoz de la asociación.

"Queremos estar todos juntos y en un espacio diferenciado del cementerio", explica Roffé, en referencia a la petición que hace la comunidad judía de Girona. "No porque nos moleste estar mezclados, sino porque debemos estar en contacto con la tierra; es una tradición que podrá entenderse o no, pero que forma parte de la cultura de nuestros antepasados", explica.

En paralelo a un espacio para las tumbas, Emilia Roffé también explica que piden un lugar dentro del cementerio donde poder realizar el ritual de limpieza y purificación de los cuerpos. La portavoz de la Asociación Cultural Judía Girona-Costa Brava admite que, hasta ahora, les ha sido difícil poder recibir respuesta a la petición. Quizás, explica, porque se había hecho de forma "aislada" y no como comunidad.

Predisposición municipal

El Ayuntamiento de Girona ya se ha puesto en contacto con Roffé para reunirse con ella y con otros miembros de la asociación a finales de marzo. El consistorio ha mostrado predisposición para atender la demanda y encontrar un espacio para entierros judíos en el cementerio nuevo de la ciudad. "Somos conocedores de que las diferentes creencias religiosas tienen prácticas diferenciadas, y debemos dar amparo al derecho que tienen de poder ser enterrados por los ritos de cada confesión; pero debemos hacerlo posible en los espacios que tenemos", ha explicado el concejal de Sostenibilidad, Martí Terés, en Catalunya Ràdio.

Terés ha dicho que el consistorio tenía constancia de una petición "a título personal" para que Girona tuviera un espacio reservado a entierros judíos. Y que ahora, tras conocer la demanda de la comunidad judía, se encontrarán con ellos para ofrecerles un espacio en el nuevo cementerio. De hecho, aquí es donde también se habilitarán una decena de tumbas en el suelo para la comunidad musulmana, que serán una realidad este año.