Lecciones de la pandemia

El covid redujo en un 8,4% las pruebas para detectar cánceres y enfermedades cerebrales en España

La OCDE alerta de las "limitaciones persistentes" en el país para formar personal de enfermería

Una enfermera prepara a una paciente para someterse a una tomografía para conocer la evolución de su cáncer

Una enfermera prepara a una paciente para someterse a una tomografía para conocer la evolución de su cáncer / DAVID GOLDMAN

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El covid--19 redujo en 2020 en un 8,4% la realización de tomografías computerizadas -utilizadas entre otras para detectar cánceres o enfermedades cerebrales- en España. Esto es lo que apunta un informe de la OCDE publicado este jueves sobre el nivel de preparación de los sistemas sanitarios para hacer frente a una crisis sanitaria como la provocada por la covid-19. El documento avisa de que en el 2020 hubo pruebas y operaciones que se dejaron de realizar por la crisis sanitaria y también alerta de que en el sistema educativo del Estado hay "limitaciones persistentes" para formar enfermeras.

El informe también apunta a que se redujeron en un 14,2% las resonancias magnéticas, en un 20% las operaciones de cataratas, en un 30,9% las artroplastias de rodilla y en un 16% las de cadera. En el caso de los bypass coronarios, las intervenciones descendieron un 16% y un 10,9% las angioplastias coronarias.

"Durante la pandemia, las intervenciones menos urgentes se suspendieron o retrasaron. Las áreas clínicas más afectadas fueron el análisis, el seguimiento y el tratamiento de condiciones crónicas en la atención primaria y en cirugías opcionales", subraya el texto en referencia a España.

En cuanto a la disponibilidad de camas en las ucis en 2020, España se situaba por debajo de la media de la OCDE con 10,4 por cada 100.000 habitantes y lejos de países como la República Checa (43,2), Alemania (28,2) o Francia (27,3). La media de la OCDE se sitúa en 14,4 por cada 100.000 habitantes.

La escasez de personal sanitario es otro de los toques de atención de la OCDE. El informe señala que en España ya había escasez de trabajadores sanitarios antes de la pandemia, incluidos médicos y enfermeras en hospitales y residencias. Entre las medidas que se pusieron entonces en marcha para paliar los efectos de la carencia de trabajadores, la OCDE apunta a la ampliación de las horas de trabajo de los sanitarios, así como el aumento de la carga de trabajo y la relocalización de trabajadores en los centros donde más se necesitaban y la reducción de las actividades no relacionadas con el covid-19.

También se reorganizaron equipos, movilizar a estudiantes de enfermería y llamar a profesionales jubilados o que estaban en la reserva. En España no se realizaron formaciones rápidas en áreas específicas que eran clave para hacer frente a la pandemia, tal y como sí se hicieron en otros países.

Durante la pandemia, el documento apunta a que España fue uno de los países que aumentó la teleasistencia sanitaria para poder mantener el acceso a la atención primaria y atender también a los pacientes no afectados por el covid.

Para hacer frente a la escasez de trabajadores, la OCDE pide remediar las malas condiciones laborales de los sanitarios, mucho de ellos, subraya, con contratos temporales.

Sobre la falta de capacidad para formar a enfermeras, el organismo subraya que las solicitudes para estudiar Enfermería han aumentado más de un 50% en España entre 2019 y 2021, pero el aumento de estudiantes aceptados es solo del 6%. "Esto indica limitaciones persistentes en la capacidad educativa", reitera el informe.

El informe apunta que en España murieron 1.883 personas por cada millón a causa del covid. Según la OCDE, la esperanza de vida en el Estado se redujo en 1,6 años a causa de la pandemia, uno de los países con mayor descenso, aunque en España el exceso de mortalidad fue inferior al de la media de la OCDE. Pese al descenso en la esperanza de vida en 2020, la cifra ya se situaba en los 0,7 años en 2021 en comparación con 2019.

Según el documento, un 27,1% de las ciudades del Estado sentían tristeza en 2020. En cuanto a los problemas de salud mental, la OCDE recoge que en el Estado se pusieron a disposición de los ciudadanos iniciativas de apoyo en cuestiones de salud mental, como también hicieron el 88% de los países de la OCDE. Además, el documento remarca que en el Estado también se ofreció asistencia psicológica a los trabajadores sanitarios.