Medio ambiente

Cazar más de 6.700 jabalís antes de mayo: decretada la emergencia de caza en 38 municipios de Girona

Los cazadores entienden la decisión pero critican que se haya tomado sin consultarles

Un jabalí en el campo

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El Periódico

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La superpoblación de jabalís ha llegado a tal punto que la Generalitat ha declarado la emergencia cinegética en 38 municipios de Girona. El objetivo principal es reducir los daños en los cultivos, que se repiten año tras año. Por eso el Departament d'Acció Climàtica pide un esfuerzo extraordinario a los cazadores y les reclama que capturen al menos 6.700 ejemplares desde ahora hasta finales de mayo. Si no lo consiguen, será la Generalitat quien por primera vez actuará con los agentes rurales y los equipos de campo de la Conselleria.

Los macizos afectados por esta emergencia son Les Gavarres (Baix Empordà y la Garrotxa) y Rocacorba (Pla de l'Estany y Gironès), dos zonas que abarcan 90.000 hectáreas y donde la situación se ha agravado entre otros motivos por el escenario de sequía. Los daños en la agricultura son peores que en años anteriores, los accidentes de tráfico causados por jabalís aumentan, y también la presencia de ejemplares en zonas urbanas. En los bosques de estos macizos la densidad es de 16 jabalís por kilómetro cuadrado, cuando lo ideal serían cuatro o cinco. "Esta cantidad de animales es muy nociva para la biodiversidad de estas arboledas", avisa Anna Sanitjas, directora de bosques del Departament.

Esfuerzo extra

Hasta ahora, toda la presión en la lucha contra la superpoblación de jabalís ha recaído en los cazadores, y ahora que la Generalitat tiene en marcha un plan de choque con varias medidas, se les exige este esfuerzo extra: "Somos conscientes de lo que les pedimos. Nunca nos habíamos marcado un objetivo con la cantidad de jabalís que había que cazar en un lugar tan concreto, pero ahora la situación es la que es", reconoce Sanitjas.

No solo se les reclama que cacen sino que lo hagan, siempre que sea posible, seleccionando las capturas tan bien como puedan: mejor abatir individuos jóvenes que adultos, y principalmente hay que intentar cazar tantas hembras como sea posible, para frenar la reproducción constante de la especie. La Federació Catalana de Caça entiende la decisión pero lamenta que se haya tomado sin contar con su punto de vista, según explican en un comunicado.

Los cazadores creen que se les ha menospreciado y que muchas veces la administración va en su contra cuando ellos son la primera fuerza que se utiliza cuando hay situaciones de emergencia como la actual. Sacan pecho de haber capturado gran cantidad de ejemplares en la anterior temporada, y por esto reclaman que se les reconozca el esfuerzo y que se convoque una reunión para abordar la cuestión con la Generalitat.

Según la Conselleria, el trabajo de los cazadores es útil pero durante este tiempo no ha sido suficiente, por esto activan también elementos de protección de los cultivos y medidas en los municipios. En las dos anteriores temporadas de caza las batidas han hecho crecer casi un 30% el número de capturas. Pero esta primavera, se pone uno de los focos principales en estos dos macizos de Girona: en concreto, tendrán que intentar cazar 4.492 ejemplares en Les Gavarres y 2.234 en Rocacorba. En Les Gavarres, el año pasado, las sociedades de caza abatieron a 3.864 animales, unos seiscientos menos de los que les piden ahora.

El conejo, siguiente objetivo

Durante los últimos años, por la falta de predadores naturales, la población de jabalís ha crecido sin cesar y estos ungulados se han adaptado muy bien a las zonas agrícolas, cuando antes se quedaban sobre todo en el interior de los bosques. Su expansión no solamente preocupa a los agricultores sino que puede acabar aumentando el riesgo de enfermedades como la Peste Porcina Africana (PPA), que se podría propagar rápidamente porque hay jabalís en todas partes.

En las próximas semanas empezarán estas batidas, y se hará seguimiento de las actuaciones. Es tan solo una de las medidas quirúrgicas de un plan de choque mucho más amplio y que se mantendrá hasta 2024. Si hace falta, no se dudará en volver a declarar la emergencia cinegética cuando sea necesario. En Lleida, de hecho, ya están en trámites para activar una medida parecida, pero en este caso contra los conejos.