Salud sexual y reproductiva

Anticonceptivos en 2023: el preservativo sigue en cabeza y las dudas aún rodean a la píldora

El 35% de las mujeres dicen usar el preservativo y el 17% la píldora, mientras que otros métodos como el anillo, el parche o el DIU son más minoritarios

BARCELONA 27/10/2021 Diferentes métodos anticonceptivos a la venta en una farmacia. Preservativos, píldora del día después, pastillas anticonceptivas y anillo vaginal anticonceptivo FOTO de FERRAN NADEU

BARCELONA 27/10/2021 Diferentes métodos anticonceptivos a la venta en una farmacia. Preservativos, píldora del día después, pastillas anticonceptivas y anillo vaginal anticonceptivo FOTO de FERRAN NADEU / Ferran Nadeu

Patricia Martín

Patricia Martín

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pese a que el mundo ha evolucionado mucho en la última década, la anticoncepción en España apenas ha cambiado: el preservativo continúa como método estrella, seguido muy de lejos de la píldora u otros métodos hormonales, que bastantes mujeres rechazan por las dudas y el temor a los posibles efectos secundarios. "Siguen existiendo los mitos, como que la píldora engorda o provoca cáncer, que no hay forma de erradicar", lamenta José Vicente González Navarro, ginecólogo y expresidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC).

Dicha entidad realiza desde 2014 una encuesta referente en materia de anticoncepción, que permite conocer cuáles son los métodos para evitar los embarazos no deseados más utilizados y que no han experimentado grandes cambios en los últimos años. Todo ello a la espera de saber si las investigaciones en marcha sobre la píldora masculina dan frutos y sirven para revolucionar el ámbito de la anticoncepción. Pero, de momento, estos son los principales datos existentes en España:

Uso de métodos anticonceptivos

La última edición de la encuesta de la SEC - que solo se realiza entre mujeres para seguir la estela de estudios demoscópicos anteriores que intentaron medir las percepciones en la mitad de la población que tiene más opciones de anticoncepción y ver si persisten los mitos- indica que el 75% de las españolas en edad fértil usa métodos anticonceptivos, un porcentaje que ha ido creciendo ligeramente, en 2014 era el 72,7%.

La no utilización crece a medida que aumenta la edad y es más frecuente entre las extranjeras y las mujeres con menor nivel de estudios. El principal motivo aducido es que no mantienen relaciones sexuales (un 24,6%), no pueden tener hijos (el 18,1%) o quieren tenerlos (el 15,6%). Teniendo en cuenta estas respuestas, el sondeo concluye que pese a las campañas informativas el 5,9% de las españolas en edad fértil están en riesgo de embarazo no deseado, dado que mantienen relaciones sexuales sin anticoncepción, pueden tener más hijos y no quieren tenerlos.

El preservativo

Un 35,7% de las españolas usan preservativo para evitar embarazos no deseados, un porcentaje ligeramente superior al 2014, cuando eran el 31,3%. Y una encuesta efectuada por la SEC en 2019, entre jóvenes de 16 a 25 años, de los dos sexos, arroja que también es el método estrella en la generación más joven: lo usan el 52%. ¿Cuál es el motivo? "Esa es la pregunta del millón -responde el doctor González Navarro- porque es un método excelente para prevenir las enfermedades de transmisión sexual pero regular como anticonceptivo porque se puede romper o realizar un uso inadecuado".

De hecho, entre las usuarias de preservativo un 32% reconoce que no siempre lo utiliza y los motivos aducidos son que la relación sexual fue "imprevista", que se "pierde sensibilidad" o "por no interrumpir la relación para que la pareja se lo ponga".

Métodos hormonales

El 22,5% de las mujeres usa métodos hormonales, donde se incluye la píldora tradicional, el 17%, y otros como el DIU hormonal, el anillo vaginal o el parche; aunque el uso de estos últimos métodos es residual (del 3,8% del DIU al 0,7% del parche). El motivo de la poca utilización es que hay una "especie de hormonofobia por miedo a los efectos secundarios", según el expresidente de la Sociedad Española de Contracepción. "Siguen existiendo los mitos, como que la píldora engorda o provoca cáncer y no hay forma de erradicarlos", añade.

La evidencia científica indica que los efectos secundarios más importantes de la píldora son la hipertensión, los coágulos o las enfermedades cardiovasculares, pero especialmente entre mujeres fumadoras y mayores de 35 años. En cuanto al riesgo de sufrir tromboembolismo venoso es "bajo", según la Agencia Española del Medicamento, que asegura que los "beneficios para evitar embarazos no deseados superan los posibles riesgos".

¿Existe corresponsabilidad?

Es difícil saber si existe una corresponsabilidad entre hombres y mujeres en la anticoncepción, dado que la encuesta referente de la SEC solo se realiza entre mujeres y los datos sobre la posible protección usada por hombres no se miden, de manera oficial, a través de la Encuesta Nacional de Salud Sexual, desde 2009. Tampoco sirven para medir la corresponsabilidad las consultas, dado que las personas que usan preservativo no suelen acudir al médico y solo acuden las mujeres que quieren consejo en torno al método hormonal o el DIU. Y dado que preservativo es el método más utilizado, según todos los sondeos, "es presumible pensar que hay un porcentaje importante de varones preocupados por la anticoncepción", según el doctor González Navarro.

Vasectomía o ligaduras

Es residual y va en decadencia el uso de métodos poco reversibles como la vasectomía o la ligadura de trompas. El primero lo utilizaban en 2014 el 7,2% y en 2022 el 4,7% y las ligaduras han caído del 5,5% al 3,8%. Y eso que la vasectomía puede realizarse ahora "sin bisturí", con una técnica menos invasiva, más rápida y que puede ser reversible (con una operación más complicada).

Píldora del día después

Tres de cada 10 españolas en edad fértil admiten haber tenido que recurrir en alguna ocasión a la píldora del día después, un porcentaje que se eleva al 34% entre las mujeres de 20 a 39 años. La frecuencia aumenta entre las encuestadas que conviven con su pareja, así como en aquellas que usan el anillo vaginal y el preservativo.