Igualdad

La reforma del aborto se abre paso sin dificultad en plena crispación por el sí es sí

El Senado aprueba este miércoles la reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo con la oposición de la derecha

Irene Montero.

Irene Montero. / EFE

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La reforma de la ley del aborto encara su recta final. El Senado da este miércoles su visto bueno al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo gestado por el Ministerio de Igualdad tras una tramitación que ha estado caracterizada por la ausencia de grandes conflictos, más allá de la férrea oposición de la derecha y la ultraderecha.

En plena crisis por la modificación de la ley del sólo sí es sí, la aprobación sin dificultad de la ley del aborto supone un respiro para la ministra Irene Montero, que ha querido este miércoles dar las gracias a la "mayoría progresista del Senado" que lo ha hecho posible.

En pocos días, la modificación de la ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo recibirá su respaldo definitivo en el Congreso, previsiblemente antes de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la ley de 2010 que este proyecto viene a cambiar.

La tramitación del proyecto de ley del aborto en la Cámara Alta ha sido un visto y no visto: el texto llegó del Congreso el 20 de diciembre, se pudieron presentar enmiendas durante siete días y este miércoles, 8 de febrero, el Senado lo devuelve a la Cámara Baja para su aprobación definitiva tras la introducción de algunas modificaciones. 50 días y con un enero inhábil entre medias, consecuencia del procedimiento de urgencia.

En comparación con lo que ha sucedido con los otros dos proyectos estrella del Ministerio de Igualdad, la ley del sólo sí es sí y la ley trans, con tramitaciones más que complicadas, la reforma de la ley de interrupción voluntaria del embarazo ha sido un paseo: sin choques entre los socios de la coalición y sin polémicas durante su tramitación parlamentaria.

A su paso por el Senado, y tras la polémica generada en Castilla y León al anunciar Vox que se iba a obligar a las mujeres que quisieran abortar a escuchar el latido del feto y a ver ecografías 4D, se ha introducido en el texto un cambio para evitar precisamente que la mujer "sea destinataria de prácticas que pretendan alterar, ya sea para afianzar, revocar o para demorar, la formación de su voluntad sobre la interrupción o no de su embarazo, la comunicación de su decisión y la puesta en práctica de la misma".

También se ha aceptado una enmienda para que las comunidades con lenguas oficiales ofrezcan la atención sanitaria a las mujeres en cualquiera de ellas.

Rechazo de la derecha

La derecha y la ultraderecha han vetado el texto, que rechazan por completo. Para el PP, se trata de un proyecto de ley ideológico que no va a evitar que en España se sigan produciendo un número de abortos que considera elevado.

La senadora popular Patricia Rodríguez ha criticado que es una reforma innecesaria, inoportuna y precipitada y ha atacado al Ejecutivo diciendo, tras la ley del sólo sí es sí y la inminente aprobación de la ley trans, que es "el Gobierno menos feminista de la historia y el que menos protege a las mujeres".

Según Rodríguez, la reforma del aborto dejará a las mujeres "más solas, menos informadas" y las empujará a "tomar decisiones de manera precipitada", por la retirada de los requisitos de los sobres y los tres días de reflexión.

La portavoz socialista, Eva Granados, ha recriminado al PP que reabra el debate de si las mujeres son libres para decidir sobre su propio cuerpo con seguridad, ya superado, y ha denunciado que se pretenda estigmatizar y acosar psicológicamente a las mujeres.

"Están ustedes muy solos. (...) Su moderación no es creíble", ha aseverado para después argumentar que el 83 % de la población española está a favor del derecho al aborto.

La reforma de la ley del aborto permitirá que todas las mujeres que lo necesiten puedan interrumpir su embarazo en un centro sanitario público cercano, devolverá a las chicas de 16 y 17 años la capacidad de decidir sobre su maternidad sin necesidad de permisos paternos, acabará con los requisitos de los 3 días de reflexión y la entrega del sobre con información, combatirá la pobreza menstrual, reconocerá una incapacidad temporal por reglas dolorosas y potenciará la educación afectivosexual.

Una vez aprobado en el Senado, el texto se aprobará definitivamente en el Congreso en los próximos días.