Los delitos cometidos con navaja aumentaron en Catalunya el 44% en 2022

En Catalunya se cometieron a lo largo de 2022 un total de 1.823 delitos en los que intervino un arma blanca, según datos de los Mossos d’Esquadra. Esta cifra significa un aumento del 44% en relación al 2019, previo a la pandemia y durante el cual la actividad delincuencial fue similar a la de este último año. Tal como avanzó EL PERIÓDICO, esta cifra cuantifica una inquietud policial respecto al uso de navajas por parte, sobre todo, de jóvenes y en entornos de ocio nocturno. 

También durante 2022 fueron denunciadas 6.267 personas por llevar encima un arma blanca en la vía pública. Este volumen es igualmente muy superior al registrado en 2019 -año de referencia-, un 88% más que hace tres años. 

El ataque mortal contra los clientes del bar de Terrassa fue sorpresivo y con cuchillos de cocina

A diferencia del primer dato, este segundo requiere un matiz. Dada la preocupación de los Mossos y de cuerpos policiales como la Guardia Urbana a lo largo de los últimos meses, se han incrementado los controles para buscar armas blancas. La Urbana, en concreto, ha dotado de palas detectoras de metales para buscar cuchillos escondidos en la ropa sin necesidad de recurrir al cacheo físico del sospechoso. Llevar encima una arma blanca que tenga una hoja de más centímetros de lo estipulado o cuyo diseño sea para disimular que es una navaja supone una infracción en España.

"Siempre que hay un repunte tenemos que actuar", ha reconocido el 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena. "Porque son un peligro", ha proseguido. "Trabajaremos para retirar estas armas de los espacios comunes, habrá firmeza". 

'Pla Daga'

La portavoz de los Mossos, Montse Escudé, ha detallado que el 'Pla Daga' entró en funcionamiento hace una semana y que persigue un "doble objetivo": evitar la comisión de delitos con armas blancas y reducir la presencia de estas en la vía pública. Para contextualizar la dimensión del fenómeno, Escudé ha remarcado que los hechos denunciados con navajas suponen un 3,26% del total que se registran anualmente contra las personas. "Es relevante, genera alarma social y estamos atentos a este y a cualquier fenómeno que ponga en riesgo nuestra comunidad", ha asegurado.

Tanto Elena como Escudé han pedido tiempo para analizar las causas que están detrás de este repunte. "Pero en Catalunya no existe una cultura de la navaja", ha subrayado el 'conseller', en alusión a la expresión que el responsable de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, usó hace pocos meses para referirse a un incremento de armas blancas que también había detectado la Guardia Urbana de Barcelona. Uno de los objetivos del plan es también generar inteligencia policial que permita conocer el fenómeno.

Zonas de ocio de jóvenes

El 'Plan Daga' prosigue a la presión policial iniciada en otoño. Consistirá en aumentar los controles policiales en los entornos de ocio, como discotecas o fiestas, a los que algunos jóvenes, y no tan jóvenes, acuden portando oculta en su indumentaria cuchillos que después se esgrimen cuando surge el menor roce. Por ese motivo, algunas veces no se denuncia al dueño del cuchillo porque no incumple la normativa. Sin embargo, si se considera que puede entrañar un riesgo, se interviene y el propietario puede recogerlo al día siguiente en comisaría. 

El 'Plan Daga' incluye asimismo enviar a agentes de los Mossos a ofrecer charlas educativas en centros escolares de secundaria. También prevé mantener reuniones con el sector del ocio nocturno y de la seguridad privada, dos colectivos a los que se considera aliados imprescindibles para combatir la violencia sexual y, también, la presencia de armas blancas entre cada vez más ciudadanos. 

Amenazas

La mayoría de delitos en los que han intervenido armas blancas durante el 2022 han sido de amenazas: agresores que para atemorizar a sus víctimas han mostrado un cuchillo. Tras este delito, aparecen las lesiones, es decir, peleas en las que se ha usado una navaja para atacar al adversario. El tercer delito en el que aparecen con más frecuencia es el maltrato en el ámbito del hogar, cuando un familiar agrede a otro haciendo uso de cuchillos. El cuarto es el robo con violencia e intimidación, aunque, como recordó hace pocos días la comisaria de Barcelona, Marta Fernández, en la mayoría de estos delitos ni se producen heridos graves ni tampoco intervienen navajas.