Fármacos

La falta de medicamentos se agrava y complica el tratamiento antibiótico de los niños

Las incidencias de suministro en las boticas subieron un 150 % el año pasado y están en máximos en medicamentos como la amoxicilina pediátrica o el antidiabético Oxempic

Una farmacéutica mostrando uno de los medicamentos con problemas de suministro.

Una farmacéutica mostrando uno de los medicamentos con problemas de suministro. / PERALES IBORRA

Victoria Salinas

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No es algo que no sucediera antes pero el peregrinaje de los pacientes por las farmacias para encontrar un medicamentos que está "en falta" se ha intensificado en las últimas semanas, sobre todo en ciertos fármacos como los antibióticos para los niños o algunas fórmulas para personas diabéticas como el Ozempic.

La Agencia Española del Medicamento y los Productos Sanitarios (Aemps) le pone números a esta situación: en estos momentos tienen problemas de suministro en farmacias de toda España 671 presentaciones (no medicamentos en sí, ya que en el listado hay fármacos con varias presentaciones) una cifra alta que lleva semanas de escalada tanto aquí como en buena parte del resto de países europeos.

"Es una situación terrible, de cada pedido hay 30 fármacos que están en falta y no vienen", asegura Juan Torres, farmacéutico del barrio de Ruzafa. En su listado de los más buscados, la amoxicilina en sus presentaciones pediátricas pero también los antiinflamatorios, el Ozempic (un medicamento para diabéticos pero que ha aumentado su demanda vertiginosamente al recetarse para adelgazar), pero también "los antitusivos incluso los que son de venta libre o pastillas para chupar de la garganta. Es tremendo", añade Torres.

Una tormenta perfecta

No hay una única razón que explique lo que está pasando sino más bien una confluencia de factores, una tormenta perfecta que no tiene visos de remitir ya que se juntan los efectos de la guerra de Ucrania como la crisis energética, la escasez de algunas materias primas (que también afecta al embalaje), el efecto de la inflación... A todo ello habría que sumarle problemas concretos de las farmacéuticas (que incluyen cambios de mercados para sacar más rentabilidad) y aumentos puntuales de la demanda. Ahí está este invierno de repunte de infecciones respiratorias en niños, víricas pero también bacterianas como la escarlatina que necesitan de antibióticos.

Para el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, esa cifra de 671 presentaciones en falta se queda corta. Así lo han puesto de manifiesto en su balance de 2022: la mitad de los que ellos registraban a través de su sistema interno Cismed no estaba notificado como tal por la Aemps. Así, según los farmacéuticos, el año pasado las faltas de suministro aumentaron un 150 % con respecto al año anterior: la tónica fue la de tener problemas para conseguir una media de 70 fármacos a la semana. Las incidencias tardaban entre 4 y 5 semanas en solucionarse.

Las farmacias españolas han lanzado una nueva campaña para intentar amortiguar el problema, la herramienta Farmahelp que busca conectar a las boticas y ayudar a los pacientes a encontrar su medicamento en una farmacia cercana.

Pastillas en vez de jarabe por la falta de antibióticos pediátricos

Para los pacientes, sin embargo, no es lo mismo que en su farmacia falten las pastillas para suavizar la garganta que su medicamento para controlar la tensión. Desde el órgano rector de los farmacéuticos hacían un llamamiento a la calma recordando que nueve de cada diez veces, el farmacéutico puede sustituir el medicamento por una alternativa igual aunque no siempre es así.

"Deberíamos tener un poco más de libertad", reclama la farmacéutica Carmen Andreu consciente de que la falta de algunos medicamentos obliga a los pacientes a volver a sus médicos para cambiar las recetas

"Hay pacientes que no aceptan que cambiemos un fármaco de marca por un genérico y tampoco podemos hacer muchos cambios. Deberíamos tener un poco más de libertad porque si le mandan un medicamento de 40 comprimidpos, no podemos darle dos de 20", explica Carmen Andreu, responsable de una botica en València. Esto obliga a las personas a ir de vuelta a sus médicos a cambiar las recetas en un momento de saturación de consultas.

Una de las últimas órdenes de la Aemps ha ido en este sentido. En noviembre, y ante la constatación de la falta de amoxicilina pediátrica en suspensión oral, la agencia permitió cambiar esta presentación por sobres (que son fáciles de diluir en agua para dárselo a los niños) e incluso dar comprimidos y partirlos en dos a los niños más grandes aunque no se asegura la dosis de fármaco.

"No es deseable cambiar así de presentaciones"

"Cambiar de marca a genérico no tiene importancia pero pasar de un antibiótico clavulánico a uno de amplio espectro es diferente y yo lo he tenido que hacer varias veces en este mes. Tampoco es deseable cambiar así las presentaciones y además, cuando no hay en la farmacia exactamente lo que has pedido, te llaman de urgencia para adaptarla", explica el pediatra valenciano Luis Blesa que preside la Asociación Española de Pediatría (AEP).

En las farmacias consultadas por este diario no han tenido que llegar a este extremo de dar pastillas en vez de la suspensión oral pero los padres sí están teniendo especiales problemas para conseguir la amoxicilina en esta presentación, el que se da a los más pequeños.

Es lo que le pasó a María, una vecina de València. Su hija pequeña, con 5 años recién cumplidos, fue diagnosticada de escarlatina a finales de diciembre "y le recetaron amoxicilina en suspensión, dos botes para que hiciera el tratamiento completo de 10 días. El primero me lo dieron pero, para el segundo, me dijeron que ya me llamarían porque no encontraban. Lo consiguieron justo el día antes de acabar el primer bote", explica.