El mensaje de Correos a la DGT por las pegatinas

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética va a obligar a los municipios de más de 50.000 habitantes que establezcan áreas con restricciones de tráfico para mejorar la calidad del aire. Esta medida afectará tanto a los conductores que residan en grandes ciudades como a los que quieran entrar en ellas desde fuera.

Y la fiebre por las etiquetas de la DGT ha provocado que se agoten en numerosas oficinas de Correos de España, tal y como ya ocurrió en Madrid cuando se confirmó su entrada en funcionamiento en 2018.

Inicialmente la DGT envió a casa gratuitamente miles de etiquetas a propietarios de coches, pero los que no tuvieron esa suerte tuvieron que comprarla en los establecimientos habilitados para ello.

Las oficinas de Correos son el principal lugar al que acudir a por la etiqueta medioambiental del coche por la gran cantidad de ellas que hay en las poblaciones nacionales, pero hay otras alternativas, como los talleres autorizados y centros de mecánica.

Barcelona y Madrid son dos de las ciudades que ya disponen de zonas de bajas emisiones. Pero ahora, la incorporación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) a las ciudades de más de 50.000 habitantes obliga a los conductores a portar esta pegatina que hasta ahora no tenían que llevar. Las etiquetas medioambientales son cuatro distintivos que cataloga los vehículos en función de cuánto contaminan.

Los ayuntamientos de estas localidades son quienes regularán y decidirán qué vehículos podrán acceder al centro de estas ciudades. Lo más probable es que aquellos catalogados con etiqueta 0 y ECO accedan sin restricciones. Pero los que tengan etiqueta B o C podrían estar obligados a pagar un peaje urbano, como sucede en Londres.