Local polémico

La Sala Waka dice que hay "un complot mediático" para cerrar la discoteca

El director de los Mossos defienden el operativo desplegado este viernes en Waka porque es un lugar de incidentes "recurrentes" como lo es la discoteca Brisas, donde irrumpieron de la misma manera hace dos meses

Exterior de la discoteca Waka de Sabadell.

Exterior de la discoteca Waka de Sabadell.

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La discoteca Waka ha publicado un comunicado en su cuenta de Instagram en el que afirma que "todas" las informaciones que se han dado sobre la discoteca son "falsas" y "engañosas" y que han sido redactadas con la intención de "dañar" la imagen y "reputación" del local. La Sala Waka, remarca el comunicado, es un lugar en el que se cumple la normativa y que pretende dar un entorno "seguro" a los clientes que acuden a bailar. Pero existe, según el escrito, "un interés oculto" y un "complot mediático" para perjudicar el "buen nombre" del establecimiento para "forzar su cierre" de "forma injustificada y arbitraria".

La discoteca publica este mensaje después de que los Mossos irrumpieran la noche del viernes en la sala para llevar a cabo una operación policial que detuvo su actividad. Se trató, según el parecer de los responsables del establecimiento de ocio nocturno, de dispositivo "desproporcionado" que "paralizó" la discoteca "sin motivo alguno". La empresa termina el comunicado asegurando que emprenderá acciones legales para “defender el buen nombre del establecimiento”.

Los Mossos defienden el operativo

El director de la policía catalana, Pere Ferrer, ha explicado este domingo, en una entrevista concedida a RAC1, que el operativo que se activó la pasada madrugada en Waka es similar al que se efectuó hace dos meses en el local Brisas de la avenida de Paral·lel de Barcelona, un escenario vinculado a dos asesinatos en los últimos cinco años. En Waka y en Brisas se han desplegado estos operativos porque son contextos de "incidentes recurrentes", ha defendido Ferrer.  

Noventa antidisturbios de los Mossos, acompañados de agentes de seguridad ciudadana y del área de policía administrativa, irrumpieron a las 02.45 horas de la madrugada del sábado en la discoteca Waka. Fue un operativo como el que detuvo la música de Brisas en noviembre. Los policías identificaron a 906 jóvenes que bailaban en su interior. Esta discoteca, que ha sido escenario de agresiones sexuales o episodios tildados de racistas entre el personal de seguridad y algunos clientes, está siendo investigada actualmente por los Mossos para aclarar su grado de responsabilidad en el episodio de la difusión del vídeo de la menor a finales de 2022.

Una menor de 16 años que practicó una felación en la pista a un joven mayor de edad fue grabada por teléfonos móviles de algunos asistentes y dichas imágenes terminaron siendo compartidas masivamente. La familia denunció días después que se trató de una agresión sexual dado que la menor se encontraba con las facultades afectadas por alguna substancia estupefaciente y la policía catalana prometió, a través del 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena, que aclararía si se trató o no de una agresión –el caso está judicializado– y perseguiría a quienes grabaron y compartieron el vídeo –cometiendo un delito que atenta contra la indemnidad sexual de la chica y que puede llegar a ser considerado de distribución de pornografía infantil al tratarse de una escena sexual protagonizada por una menor de edad–.

Un 1% de clientes con droga

La operación policial, que se efectuó en paralelo a la investigación del último incidente del vídeo de la menor, denunció a diez de los 906 asistentes por tenencia de droga. Solo un 1% de los clientes llevaban droga encima y no había dosis en la pista de baile –acostumbran a tirarlas al suelo al ver entrar a los policías– ni se han encontrado armas. "Los controles de acceso funcionan", remarcan las mismas fuentes.

La discoteca Waka, un recinto al cual acude habitualmente un público de entre 16 y 18 años, está ubicado junto a la antigua Zona Hermètica de Sabadell pero pertenece al municipio de Sant Quirze del Vallès, cuyo Ayuntamiento ruega desde hace años la implicación de la Generalitat para proceder a su cierre.

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