El Tren de la Historia

Montsoriu, historia sin inteligencia artificial

Trabajos de excavación en el castillo de Montsoriu, que ya se encuentra abierto al público.

Trabajos de excavación en el castillo de Montsoriu, que ya se encuentra abierto al público.

Xavier Carmaniu Mainadé

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Seguro que han oído hablar de estas nuevas webs capaces de crear imágenes a partir de las indicaciones que se les da gracias a la inteligencia artificial (IA). En el mundo del arte y de la historia ha causado cierto revuelo y no sólo por la discusión sobre si se puede considerar un acto creativo, como si se tratara de una pintura o una escultura, sino también porque parece que pueda recrear escenas del pasado. Pero esto es imposible por qué la IA trabaja a partir de los datos actuales que tenemos sobre épocas pretéritas. Vamos, que hasta que alguien invente el DeLorean, será difícil viajar en el tiempo.

Ahora bien, tampoco son necesarias muchas complicaciones técnicas para trasladarse a otras épocas. Hay algunos lugares que lo consiguen de forma instantánea. Uno de los más majestuosos de Catalunya es el Castillo de Montsoriu. Si suele circular en la AP7 seguro que lo ha visto pasando cerca de Hostalric, impertérrito, en la colina más alta. Hace seis siglos era una fortaleza inexpugnable. Lo ha explicado para el Tren de la Historia el arqueólogo Quim Mateu, que conoce todos sus detalles.

A partir del siglo XI los vizcondes de Girona ya construyeron la semilla del coloso que ahora conocemos. El esplendor llegó gracias a la alianza matrimonial de aquella familia con los Cabrera, porque ese linaje se convirtió en uno de los más poderosos de los siglos XIII y XIV. Entonces la organización territorial y administrativa era muy diferente a la actual y la nobleza poseía y controlaba grandes extensiones. Por ejemplo, el vizcondado de los Cabrera iba desde Osona hasta Blanes y bajo su dominio vivían unas 20.000 personas. Hay que tener en cuenta que en aquellos tiempos Catalunya estaba mucho menos poblada que ahora y la gente sobrevivía trabajando en el campo. En el siglo XXI la vegetación ha conquistado los alrededores del castillo pero en aquella época el paisaje era muy diferente y los cultivos llegaban a bastante altura.

Trágico desenlace

Todo esto ocurría en tiempos de Bernat II de Cabrera, el hombre de confianza del rey Pere III el Ceremonioso. La relación era tan estrecha que el monarca le encomendó la educación del heredero, el príncipe Joan. El vizconde quiso que el castillo de Montsoriu fuera un símbolo arquitectónico de su poder y lo reformó para que además de fortificación se convirtiera en un palacio señorial. No pudo disfrutarlo demasiado porque fue víctima de intrigas palaciegas y acabó ejecutado. Para descubrir los detalles del trágico desenlace solo es necesario escuchar las explicaciones que nos hace Quim Mateu en el podcast.

A partir de ese momento, el castillo fue perdiendo importancia. Por un lado porque los Cabrera ya no fueron tan influyentes y por otro porque la forma de hacer la guerra cambió radicalmente con la irrupción de la pólvora. Cuando todo se resolvía con espadas, arcos, ballestas y catapultas, los muros de Montsoriu eran infranqueables pero poco podían hacer al recibir el impacto de una bala de cañón.

Además, esto coincidió con el auge de las ciudades del final de la edad media gracias a un mayor protagonismo del mundo artesano y del comercio. Este cambio fue posible, en parte, porque definitivamente los cristianos consiguieron controlar todo el territorio. Ahora cuesta imaginar que Catalunya fuera una tierra de frontera, disputada por el imperio de los francos y los musulmanes del Al-Andalus. Durante siglos, los conflictos fueron constantes y en ese contexto los castillos tenían un rol fundamental para asegurar las zonas conquistadas. Esto explica que en nuestro país haya alrededor de dos mil fortificaciones de todo tipo. Nos lo ha contado el historiador Jordi Tura, que además de ser director del Museo Etnológico del Montseny también es el autor del libro-catálogo 'El esplendor de los castillos' (de acceso gratuito a la web del Museu d’Arqueologia de Catalunya). Desde nuestro presente repleto de rascacielos, cuesta imaginar el impacto que causaba en la gente de la edad media contemplar aquellos monstruos de piedra.

Uno de los problemas de estas antiguas construcciones es que han sufrido todo tipo de intervenciones. De hecho, algunas han desaparecido totalmente, lo que también pudo pasarle a Montsoriu de no ser por un grupo de vecinos de la zona que se organizaron para salvarlo. Así nació Amics del Castell de Montsoriu. En el Tren de la Historia hemos conversado con Jordi Goñi, uno de sus fundadores, para conocer de primera mano cómo lucharon para poner en valor este coloso medieval. Porque el único patrimonio que se salva es lo que se ama y solo se ama lo que se conoce. El día que suban a Montsoriu, quedarán enamorados.