Profesión y salud mental

¿Qué es el síndrome del 'burn out' o desgaste profesional que sufre Jacinda Ardern?

Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda.

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La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha anunciado su dimisión, el próximo mes de febrero, y no lo ha echado apelando a los clásicos "motivos personales". En su lugar, la política ha admitido que ya no tiene "el depósito lleno y algo más en la reserva para afrontar los retos inesperados". "No lo dejo porque sea duro, lo dejo porque no tengo suficiente energía para hacerle justicia". Ese "depósito vacío" alude al síndrome del 'burn out' o de desgaste profesional que, tras la epidemia del covid, se convirtió en la causa del fenómeno de "la gran renuncia" o "gran dimisión", término que sobre todo en EEUU aludió a un abandono masivo de los trabajos. ¿En qué consiste entonces el desgaste profesional? ¿Qué síntomas tiene? ¿A qué colectivos afecta más? ¿Las mujeres lo sufren en mayor medida?

¿En qué consiste?

El síndrome del desgaste profesional puede manifestarse como una respuesta prolongada al estrés ante las tensiones laborales, emocionales e interpersonales en el trabajo. El cuadro incluye fatiga crónica, ineficacia y negación de lo ocurrido.

No se encuentra reconocido en el canónico Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), aunque sí menciona brevemente en la Clasificación Internacional de Enfermedades dentro del apartado relativo a “problemas relacionados con el abordaje de las dificultades de la vida”. Cabe decir, sin embargo, que en algunos países europeos a los pacientes con desgaste profesional se les diagnostica con el síndrome de neurastenia, siempre que sus síntomas estén asociados al trabajo.

¿Cuándo fue descrito por primera vez?

Este síndrome lo describió por primera vez el psicólogo H. B. Bradley en 1960, como metáfora de un fenómeno psicosocial presente en agentes de policía de libertad condicional, utilizando el término 'staff burnout'. Luego, en 1974, el también psicólogo Herbert Freudenberger acuñó el concepto de 'burn out' y lo relacionó con sentimientos de agotamiento, frustración y cansancio que se generan por una sobrecarga de trabajo. Hizo también dos contribuciones clave: incluyó en la descripción la adicción al trabajo y un cierto desequilibrio productivo, y en 1980 agregó que este desgaste se debe a cargas irracionales de trabajo que se imponen a sí mismos o que les imponen quienes los rodean.

¿A cuánta gente afecta? ¿Lo sufren más las mujeres?

El desgaste profesional -respuesta, hemos visto, al estrés constante y a la sobrecarga laboral- está descrito sobre todo en personal sanitario, teleoperadores, docentes y profesiones liberales. Según la Guía del Mercado Laboral 2022, el 43% de los profesionales españoles tienen cierta sensación de agotamiento o fatiga laboral. Esta cifra es de especial relevancia, ya que no solo los profesionales encuestados consideran sufrir esta sensación, sino que el 43% de empresas encuestadas -porcentaje idéntico al de los profesionales- afirman que sus equipos cuentan con este síndrome. Respecto al género, diversas investigaciones apuntan a que las mujeres presentan mayor prevalencia que los hombres, ya que en ellas también suele confluir en mayor grado la carga mental y los trabajos derivados del entorno doméstico.

¿Qué síntomas puede provocar?

El síndrome del desgaste profesional presenta síntomas psicosomáticos - cefaleas, molestias gastrointestinales o insomnio-, conductuales -problemas relacionales o absentismo laboral-, emocionales - distanciamiento afectivo, ansiedad y disminución del rendimiento laboral- y defensivos -negación de los síntomas anteriores y desplazamiento de los sentimientos hacia otros ámbitos-.

Sin embargo, el principal de todos ellos es un fuerte sensación de impotencia, dado que desde el momento de levantarse ya se siente cansado: el trabajo, sienten, no tiene fin y, a pesar de que se hace todo para cumplir con los compromisos, nunca se termina.

¿Qué diferencia hay entre el estrés y el desgaste profesional?

Son conceptos muy diferentes. Mientras que los cuadros de estrés describen un compromiso excesivo con los problemas, hiperactividad emocional y puede tener efectos positivos en exposiciones moderadas, el desgaste profesional se manifiesta en forma de falta de implicación, de embotamiento emocional y de agotamiento que lastra la motivación. Solo tiene efectos negativos.

¿Está relacionado con el fenómeno de la "gran dimisión"?

Tras las primeras oleadas de la pandemia, en Estados Unidos, 47 millones de personas abandonaron su trabajo por agotamiento entre 2020 y 2021. Una cifra nunca antes vista que en los medios se acuñó con el nombre de 'gran renuncia'. En Italia, la mecha de la renuncia prendió también entre los sanitarios en Italia. Según el diario 'La Repubblica', en los nueve primeros meses del año 2021, 1,3 millones de empleados abandonaron voluntariamente sus empleos. En España el fenómeno no ha sido significativo, aunque, según la Guía Hays del Mercado Laboral 2022, el 77% de los españoles cambiaría de empleo si pudiera, y el 68% de ellos confiesa que está buscando otro trabajo de forma activa.

¿Qué libros hablan de él?

Al estar íntimamente relacionado con el mundo laboral contemporáneo, distintos ensayos y novelas han abordado el fenómeno de esta "quemazón" laboral y también vital. La periodista estadounidense Anne H. Petersen ha publicado ‘No puedo más. Cómo se convirtieron los millennials en la generación quemada’ (Capitán Swing). El filósofo catalán Eudald Espluga también toma el pulso a la cuestión en 'No seas tú mismo', mientras que la novelista Otessa Moshfegh convirtió ese cortocircuito vital en la novela de cabecera 'Mi año de descanso y relajación'.

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