En Canejan

Un cazador mata por error a un hombre de 87 años en la Vall d'Aran

La víctima paseaba por un sendero de fácil acceso y poco desnivel donde se realizan batidas porque abundan los jabalís

Pompièrs dera Val d'Aran

Pompièrs dera Val d'Aran / Conselh Generau d'Aran

Alba Casanovas Torre

Alba Casanovas Torre

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Un hombre de 87 años murió este sábado en Canejan, en la Vall d'Aran, a causa de un disparo accidental de un cazador. La víctima, que era un vecino del pequeño pueblo, paseaba por un camino de la zona de Hèisha Barrada, pero no participaba en la cacería. El anciano murió en el lugar de los hechos tras recibir una bala en el torso. Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para esclarecer las causas del accidente.

Fueron los mismos cazadores, que realizaban una batida de jabalíes, los que alertaron a los servicios de emergencias, que recibieron el aviso del suceso a las 11.22 horas. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron un helicóptero y una dotación del Grupo de Rescate en Montaña (GRM) de los Pompièrs-Emergéncies de la Val d'Aran, una patrulla de agentes de Medio Ambiente del Conselh de Generau d'Aran y varias de los Mossos d'Esquadra. Sin embargo, el hombre falleció antes de que pudiera ser traslado a un hospital.

Sendero de fácil acceso y sin desnivel

La cacería fue organizada por un grupo de entre dos y cuatro cazadores de la Val d'Aran antes de que la nieve que se prevé a partir de este domingo cubra cotas más bajas de la comarca, explicaron fuentes conocedoras del caso, que precisaron que la víctima no vestía ropa reflectante. La policía catalana interrogó a los participantes y, junto a los agentes rurales, comprobaron que tuvieran los permisos de caza en regla.

Respecto a la localización, Hèisha Barrada, es un sendero que comienza a unos 300 metros del pueblo, concretamente a través del GR-211 en dirección a Sant Joan de Toran. Esta zona es muy frecuentada porque apenas tiene desnivel. También es una zona habitual de caza, ya que abundan los jabalís y a veces también bajan los ciervos.

Otras muertes por balas pérdidas de cazadores

El 15 marzo de 2022 hubo un accidente mortal de caza en la comarca del Pla d’Urgell (Lleida). En ese caso, un cazador jubilado de 71 años de Cambrils murió en una zona de frutales entre Torregrossa y Miralcamp al dispararse accidentalmente su escopeta y alcanzarle el tiro en el pecho mientras cazaba conejos.

Dos meses antes, un ciclista de 35 años quedó parapléjico tras recibir una bala perdida de un cazador durante una batida en un camino forestal en Argentona (Maresme).