El papa Francisco no dimitirá a corto plazo

La muerte de Benedicto XVI ha vuelto a disparar en círculos vaticanos los rumores sobre una eventual renuncia del papa Francisco, que a sus 86 años sufre dolores en la rodilla derecha que le dificultan la movilidad. Rumores que proceden básicamente de sectores contrarios al pontífice argentino y que ha querido atajar de raíz el padre Antonio Spadaro, muy cercano a Jorge Bergoglio: Francisco no va a dimitir "en un horizonte próximo". Lo ha dicho en una entrevista en el diario 'La Stampa', confirmando lo que ya avanzó hace unos días la corresponsal de EL PERIÓDICO en Roma, Irene Savio.

"Creo que queda fuera del horizonte una renuncia del Papa, teniendo en cuenta que está trabajando en proyectos de futuro, como viajes", ha señalado el jesuita Spadaro, recordando además que Francisco ha alargado hasta 2024 el Sínodo Sinodial para escuchar las diferentes voces de la Iglesia. "Son elementos que no responden a un plan de renuncia", ha añadido. Así, en la agenda del Pontífice para este año figuran viajes a la República del Congo y Sudán a finales de enero, a Portugal en agosto y la posibilidad, aún en valoración, de visitar Hungría, Mongolia, India y Líbano.

La rumorología se acoge básicamente a dos clavos: por un lado que la muerte del papa emérito dejaría a Francisco "más libre" a la hora de plantearse una hipotética renuncia ya que, sin Ratzinger, se evita el escenario de tres papas, uno en ejercicio y dos eméritos. Y por otro, el hecho de que en 2013 el Papa ya explicó que dejó firmada una carta de dimisión para el supuesto de que un problema grave y permanente en su estado de salud le impidiera ejercer el cargo.

Pero la sensación en el entorno del Papa, como evidencia Spadaro, es que Bergoglio no tiene ninguna intención de dejar el sillón de San Pedro. Al menos en breve. Su salud, al margen del problema de la rodilla, es considerablemente buena teniendo en cuenta su edad. "Se gobierna con la cabeza, no con la rodilla", es una frase que el Pontífice ha dicho más de una vez.

Según Spadaro, la muerte de Benedicto XVI pone fin a la época de dos papas, y poco más. "Es un acontecimiento externo que desde mi punto de vista no cambia para nada la visión de Francisco. Él siempre ha dicho que actuará en base a lo que sienta. No serán acontecimientos externos los que determinen sus decisiones", ha insistido el religioso jesuita. Ha señalado que si en algún momento siente que lo debe dejar, "lo hará sin pestañear, como ha dicho siempre".

De hecho, el pasado julio, preguntado por periodistas, Bergoglio señaló que no piensa en renunciar: "La puerta esta abierta y es una de las opciones, pero hasta ahora no he llamado a esta puerta. No he sentido aún esta posibilidad, pero esto no quiere decir que mañana no empiece a pensar en ello", ha reiterado. Y ha destacado que "no sería algo extraño" o "una catástrofe". "Se puede cambiar de papa, no hay ningún problema", añadió.