Benedicto XVI sigue grave, aunque "estable y lúcido", y cuenta con asistencia médica constante

La salud de Benedicto XVI parece este jueves un poco mejor que la víspera. “El Papa emérito ha logrado descansar bien durante la noche, está absolutamente lúcido y en alerta”, ha anunciado el portavoz vaticano, Matteo Bruni. "Hoy, aun siendo graves sus condiciones, la situación es estable”, ha continuado Bruni, a través de un escueto comunicado enviado a la prensa acreditada ante las instituciones vaticanas.

El Vaticano se ha pronunciado de esta manera después de horas de silencio tras el anuncio de ayer, cuando el papa Francisco sorprendió al mundo al pedir una "oración especial" ante el empeoramiento de la salud de Benedicto XVI. Un mensaje que suscitó una gran preocupación por la posibilidad de que la muerte del Papa alemán fuera inminente. "Francisco renueva la invitación a rezar por él y acompañarle en estas horas difíciles", añadió Bruni.

De hecho, el anuncio del portavoz vaticano coincide con el diagnóstico que han filtrado en las últimas horas los medios de comunicación italianos, los más cercanos al entorno vaticano. "La situación no ha cambiado desde ayer", ha dicho a la agencia de noticias Ansa una fuente del monasterio Mater Ecclesiae, el albergue dentro de los jardines vaticanos donde el Papa vive aislado desde su dimisión en 2013. A su lado se encuentra su secretario personal, Georg Gänswein, quien tuvo que volver de urgencia de una visita en Alemania, ha añadido la televisión pública italiana RAI.

Otra novedad del día ha sido que la preocupación por la salud de Benedicto ha empezado a trascender el ámbito religioso. Prueba de ello ha sido la decisión de uno de los portavoces de la formación ultraderechista Hermanos de Italia, el principal partido italiano, de emitir una declaración sobre el asunto. "Pedimos todos por la salud del Santo Padre emérito Benedicto XVI, sin duda el teólogo más importante del post iluminismo", ha afirmado Alfredo Antoniozzi, perteneciente a esta formación.

Poca información

Aun así, lo cierto es que poco se sabe del verdadero estado de salud de Benedicto. La razón es que el Papa alemán vive desde 2013 encerrado en el Vaticano y acompañado por una pequeña comunidad integrada principalmente por su secretario y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto Memores Domini, que pertenecen al movimiento Comunión y Liberación: se reparten las tareas de la casa y se ocupan de las necesidades del Pontífice.

De ahí que en estas horas todos los ojos estén particularmente sobre su secretario personal, la persona que en estos años ha estado más cerca de Benedicto XVI y ha informado de su salud y actividades. Él mismo lo había anticipado hace algunos años: Benedicto, dijo, se está “apagando, en forma lenta y serena, como una vela”, dijo.