Celebración vaticana

El Papa denuncia en la Misa del Gallo el daño a los niños y a los débiles

El Papa Francisco preside la Santa Misa de Navidad en la Basílica de San Pedro en el Vaticano

El Papa Francisco preside la Santa Misa de Navidad en la Basílica de San Pedro en el Vaticano / EFE/EPA/CLAUDIO PERI

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El papa Francisco ha lamentado que -como le sucedió a Jesús- haya una humanidad "insaciable de dinero, poder y placer" y no le haga sitio "a los más pequeños" y que los niños sean "devorados por las guerras, la pobreza y la injusticia" .

Así lo ha puesto de manifiesto durante la homilía que ha pronunciado en la celebración de la Misa del Gallo en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el primero de los ritos litúrgicos en la que es su décima Navidad en el Vaticano. Jorge Bergoglio ha condenado las guerras y los enfrentamientos que solo se ceban en los más pobres del mundo.

"En esta Navidad, como le sucedió a Jesús, una humanidad insaciable de dinero, poder y placer tampoco le hace sitio a los más pequeños, a tantos niños por nacer, a los pobres, a los olvidados. Pienso sobre todo en los niños devorados por las guerras, la pobreza y la injusticia", ha exclamado el Pontífice que, sin embargo, no ha mencionado explícitamente Ucrania, como ha hecho en otras ocasiones.

 Tras tres años de imposiciones sanitarias, el Papa ha retomado el calendario navideño sin mascarillas ni límites de aforo con 70.000 fieles dentro de la basílica de San Pedro. Francisco ha pedido a los fieles que para encontrar de nuevo el sentido de la Navidad miren "al pesebre" que ha definido como "el signo no casual con el que Cristo entra en la escena del mundo". También ha alertado frente a "la voracidad" del consumo y la "indiferencia" generada por la prisa de "poseer".

Mirar con ojos de niños

El Pontífice ha subrayado que Jesús llega precisamente como "un niño en el pesebre del descarte y del rechazo". "En Él, niño de Belén, está cada niño. Y está la invitación a mirar la vida, la política y la historia con los ojos de los niños", ha asegurado. Por otro lado, ha invitado a los fieles a no tener solo "buenos propósitos" y a buscar "una fe concreta, hecha de adoración y de caridad, no de palabrería y exterioridad".

Bergoglio, de 86 años, volverá este domingo a asomarse al balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro del Vaticano, igual que cuando fue elegido papa en 2013, para leer su mensaje de Navidad e impartir la tradicional bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo).