Efectos de la presión inflacionista

Cáritas alerta de un "incendio social" por la inflación: "Hay personas que han dejado de comer"

El 86% de familias vulnerables han renunciado a comprar comida porque no pueden pagarla y la mitad de ellas prescinden de los productos frescos

El 50% de hogares atendidos por la oenegé no puede usar la calefacción y el 40% ha tenido que cambiar de vivienda o no puede pagar medicamentos

Pobreza infantil o la vieja (des)conocida que encontró la Covid-19

Pobreza infantil o la vieja (des)conocida que encontró la Covid-19 / Ferran Nadeu / Save the Children

Elisenda Colell

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"¿Saben cuando un bosque no se limpia, que va acumulando ramas y ramas que son combustible puro? Pues eso mismo está ocurriendo con la exclusión social en Catalunya y España. La crisis financiera, la crisis por la pandemia y ahora la inflación, están dejando muchas familias atrás. El bosque está lleno de escombros", ha dicho el director de Cáritas en Barcelona, Salvador Busquets. Usando la metáfora del incendio, ha venido a reclamar medidas urgentes para que la bolsa de pobreza en España y Catalunya deje de crecer.

La enésima crisis sin resolver es la de la inflación: en estos últimos meses, el 86% de las familias atendidas por Cáritas han dejado de comprar comida porque no pueden pagarla, y más de la mitad prescinden de los productos frescos: fruta, verdura, carne y pescado. Son algunos de los datos que la entidad ha recopilado en una encuesta a 600 familias cuyos resultados se han presentado este miércoles en rueda de prensa.

Pero los efectos de la presión inflacionista van más allá de la alimentación: también repercuten en la precariedad de las viviendas, en la imposibilidad de encender la calefacción para cada vez más familias, o de costear medicamentos o seguir tratamientos para su salud. "Estamos empalmando una crisis tras otra sin ningún tipo de planificación: no podemos normalizar la exclusión", ha implorado Busquets.

"Las cifras de personas en exclusión social están llegando a un nivel sin precedentes, especialmente en las grandes ciudades", ha subrayado la responsable de análisis de Cáritas, Míriam Feu. La crisis de los precios ha llevado un aumento del 15% en algunos alimentos, y hasta un 12% en los suministros o la vivienda. "Tiene un impacto más intenso en los que tienen menos ingresos", ha seguido Feu, que señala que los usuarios a los que atiende Cáritas acumulan muchos años de sufrimiento: desde la crisis financiera del 2008 de la que muchos no pudieron salir, pasando por la pandemia del coronavirus y ahora el aumento de los precios.

El alquiler, el pago prioritario

La encuesta, realizada a 600 hogares, demuestra que el principal impacto se nota en la alimentación. "Estamos hablando de familias que viven en habitaciones realquiladas: que si no pagan, les echan", cuenta Feu. Pero estos datos vienen de un efecto perverso ante el drama de los precios del alquiler en las grandes ciudades. "Las familias deben priorizar la vivienda y los niños, por lo que muchos adultos han dejado de comer, directamente. 'Algunos días como, otros no', nos dicen", ha relatado lata Feu. El 43% de los encuestados no puede tener una alimentación adecuada, y más del 60% no puede comprar productos frescos. Como viene siendo habitual, la vivienda es uno de los principales problemas que detecta esta entidad social. La mitad de los hogares atendidos ha tenido que dejar su domicilio actual y no puede pagar los gastos de la vivienda o la calefacción.

De hecho, esta encuesta que Cáritas ha hecho ahora, la hizo también durante los peores meses de la pandemia. Lo relevante es que en varios aspectos la situación ha empeorado de forma flagrante. Hay un 50% más de familias que ha tenido que irse a vivir a un sitio más económico (y a su vez más precario). Han crecido un 3% las familias que no pueden costear los medicamentos o los tratamientos médicos que les han prescrito, superando el 40% de afectados. Y las deudas también han subido en un centenar de hogares más, un crecimiento del 12% respecto la encuesta de mayo de 2020.

También son cifras de récord los gastos que asume Cáritas pagando habitaciones de realquiler a familias que lo necesitan. "Hicimos la misma encuesta durante la pandemia del coronavirus y el gasto es superior al de aquel momento de máxima complejidad", ha comentado Feu. Ya han superado el millón de euros invertidos en este capítulo de su actividad asistencial. Y el gasto energético de la entidad, por el aumento de los precios de la energía, ha aumentado un 50%. En algunos servicios, el precio del gas se ha duplicado. "Claro que necesitamos donativos, no lo podemos sostener", ha implorado Busquets.

El incendio del odio

Siguiendo con el símil del incendio, Busquets ha alertado de que la acumulación de personas en exclusión social, sin ninguna política que les rescate, tiene un efecto devastador. "Un incendio", ha dicho. "Puede ser una tormenta eléctrica, o puede ser un pirómano que tiene ganas de prender fuego", ha seguido. "El riesgo es el de un estallido social, de descontento", ha seguido Busquets. "Y lo que nos da mucho miedo, y nos preocupa mucho, es que haya partidos o mensajes de odio, xenofobia, que se aprovechen de esto: que vayan a prender este fuego e iniciar este incendio", ha avisado Busquets. Se teme un incendio social, pero faltan bomberos y forestales. Es decir, políticas sociales que rescaten a los más desfavorecidos de la pobreza.

Incumplimientos

Ante este panorama inquietante, Salvador Busquets ha exigido políticas públicas orientadas a revertir las desigualdades y la exclusión. Especialmente, en el ámbito de vivienda. "En 2007 llegamos a un pacto para que Catalunya llegara al 15% de vivienda pública. Hoy, seguimos en el 1,5%", se ha quejado. "No se ha hecho nada", ha lamentado.

Busquets también ha reclamado mejores y más cuantiosas prestaciones sociales de ingresos mínimos, que permitan a las familias vivir con dignidad. "La Renta Garantizada no llega ni al 30% de personas en pobreza severa", ha lamentado. Además, el informe presentado este miércoles demuestra que las ayudas sociales en Catalunya están por debajo del umbral de la pobreza: "no resuelven el problema", se queja Busquets. También ha sugerido la necesidad de dar ayudas a las familias con menores a cargo, y ha incidido en garantizar el acceso a actividades extraescolares y de ocio para los menores en riesgo de exclusión.